𝕔𝕠𝕟 𝕦𝕟𝕒 𝕤𝕠𝕟𝕣𝕚𝕤𝕒 [𝐍𝐚𝐡𝐨𝐲𝐚 𝐊𝐚𝐰𝐚𝐭𝐚 𝐱 𝐎𝐜]

Capítulo 17

| Una disculpa |

Hoy tenía que ir a la escuela nuevamente, pero la verdad no tenia ganas de hacerlo, después de esa discusión con Nahoya no sabía como volver a si quiera hablarle.

Lo pensé durante esta noche, fue irresponsable de mi parte pero... no me arrepiento, descubrí los nombres de mis padres, sus rostros y en donde estaban enterrados, eso valió la pena para calmar mi desesperación, al menos ahora tenía la tranquilidad de haberlos visto y saber de ellos.

Aún así, me había alistado para ir a la escuela, la hora de almuerzo era lo único complicado, pero supongo que al menos puedo estar con Kimy que es una buena compañía y no tendría que estar sola.

Fui hacia la escuela y una vez llegué dejé mi mochila en mi lugar y yo también me senté en este, Kimy no había llegado aún pero supongo que llegará en un rato más.

Aunque... descarté esa idea una vez comenzó la clase.

Los siguientes recreos estuve en el salón de clases tranquilamente y algo impaciente, a la hora de almuerzo tuve que salir ya que no dejaban a nadie quedarse en el salón de clases, al salir no quería ir al comedor, después de todo tampoco tenía hambre y estaba nerviosa, al recordar la discusión con Nahoya me hacía pensar que él seguía molesto, y tiene muchas razones, pero no debió haberme gritado de esa manera, aunque tal vez me lo merecía.

Decidí caminar por los pasillos de la escuela mientras estaba escuchando música, después de todo no había mucha gente y era cómodo, antes hubiese ido a la azotea, pero... ahora solo me traía muy malos recuerdos, sentiría que alguien querría hacerme algo.

Me quedé de pie apoyada en una de las ventanas del pasillo del piso dos que daban hacia afuera, era tranquilo ver a las personas pasear por afuera.

-Minn. -escuché una voz a mi lado. Me quité los auriculares y miré de donde venía aquella reconocida voz... Nahoya- ¿podemos hablar? -estaba serio con las manos en sus bolsillos a unos pasos de distancia de mi, yo asentí- no fuiste a comer... -se puso a mi lado mirando hacia afuera.

-¿y Souta? -imité su gesto.

-está en el comedor.

-ah... -asentí.

Escuché su fuerte suspiro.

-mierda. -susurró- no sé hacer estas cosas, ¿podemos hablar de lo de ayer?

-¿qué parte?

-yo... lamento haberte gritado. -lo miré- no estuvo bien y lo sé, me alteré por lo que había ocurrido.

-me lo merecía.

-no, Minn. -me miró- pero... no puedes seguir haciendo ese tipo de cosas que te ponen en peligro.

-no me arrepiento. -negué- encontré la tumba de mis padres y vi sus rostros en fotografías.

-...y esta bien, pero como te dije ayer Minn. -volteó a verme- me tuviste que haber esperado, no puedes tomar decisiones impulsivas.

-lo lamento...

-y tampoco puedes seguir creyendo que no hay maldad en el mundo, tú lo has visto. -lo miré- la primera vez que nos conocimos, ¿que hubiese pasado si yo no llegaba? ¿Hm? -me quedé en silencio- después con esas chicas que se hacían llamar tus amigas, lo que te hicieron en la azotea... ¿puedes decirme que hubiera ocurrido? ¿O en el callejón?

-ya entendí Nahoya.

-pues entonces demuéstralo. -apreté mis labios- demuestrame que puedo estar tranquilo sabiendo que no te vas a fiar de cualquier persona, que no harás nada arriesgado.