𝕔𝕠𝕟 𝕦𝕟𝕒 𝕤𝕠𝕟𝕣𝕚𝕤𝕒 [𝐍𝐚𝐡𝐨𝐲𝐚 𝐊𝐚𝐰𝐚𝐭𝐚 𝐱 𝐎𝐜]

Capítulo extra

| Capítulo corto |

-no puedo, mamá estoy muy nerviosa. -negué intentando calmarme.

-no te preocupes Minni, todo va a salir bien. -me calmó mi madre mientras mi hermana estaba a un lado suyo mirandome con curiosidad.

-¿y si Nahoya dice que no?

-¿como va a decir que no quiere casarse contigo? -rió mi madre dulcemente.

Hoy era nuestra boda, sentía que los nervios iban a matarme.

-¿necesito un guión? -pregunté.

-no... tranquila, todo saldrá bien como ya lo ensayaste antes con Nahoya.

-yo tiraré las flores. -habló mi pequeña hermana con su canasta de pétalos en sus manos.

-además... Aijiro te llevará al altar, no tienes que preocuparte. -habló mi madre dándome unos últimos arreglos

Mi vestido era blanco, no tan largo de forma exagerada, tenía un lindo velo adornado un algunas flores blancas y un ramo del mismo color con tonos algo claros de otros colores.

Nos casariamos en una iglesia en donde en el mismo lugar por fuera habían varios árboles y mesas para el matrimonio junto con un lugar aparte en donde se haría una "comida" estilo baile, donde se tira el ramo de flores y todo eso. La familia de Nahoya juntó con la mía iban a ir al matrimonio junto con familiares que ni nosotros conocíamos pero igualmente iban a ir, no nos molestaba, ver harta gente era un cliché que nos gustaba.

Cuando el automóvil que me llevaría a la iglesia junto con Aijiro llegó, inmediatamente me congele en mi lugar.

-¿y si me caigo? -pregunté de forma rápida.

-no digas eso, ya veras que todo saldrá bien. -rió mi madre- ve.

-¿p-pero y tú?

-Minni ya hablamos de esto, estaré allá cuando llegues.

-bien... -di un profundo suspiro- ¿nos vemos allá entonces? -mi madre asintió.

Me subí al automóvil con los nervios a flor de piel.

-¿nerviosa? -preguntó el novio de mi madre.

-más de lo que me gustaría... -asentí suspirando.

Ya íbamos de camino a la iglesia en donde de seguro todos estaban esperando, incluyendo a los amigos de Nahoya de la pandilla que algún día tuvieron, "Touman".

El camino fue demasiado corto para mi, al llegar a la iglesia, bajé del automóvil junto con Aijiro, quien a este punto era como mi padre y yo como su hija aunque no nos llamábamos como tal.

Captamos la atención de la gente quien de inmediato fueron a sus lugares mientras hablaban entre ellos sobre mi llegada, dejándome aún más nerviosa. La iglesia no era gigante, pero bastante bonita.

Mi madre estaba allí sonriéndome mientras que mi hermana pequeña corrió detrás mío para tirar pétalos cuando yo entrase.

Al comenzar a caminar dentro de la iglesia, las personas me miraban sonrientes, y al ver al frente pude ver a Nahoya, quien estaba con un traje formal y un peinado en su cabello rizado, se notaba nervioso ya que no estaba sonriendo, si no que estaba más como impresionado.

Al llegar a su lado, Aijiro me dejó en el altar mientras que se retiraba tomando la mano de su pequeña hija, mi hermana.

Suspiré mientras que le sonreía a Nahoya colocandome justo delante suyo.

-¿todo bien pequeña narco? -susurró soltando una risa nerviosa, yo asentí.

-todo bien. -limpié una pequeña lágrima que estaba a punto de caer.

Miré al rededor mientras que el cura decía unas cuantas palabras, Mucho estaba ahí con una sonrisa de orgullo y un traje elegante, los amigos de Nahoya también estaban ahí la mayoría bastante formales, Draken con un bebé en brazos a un lado de Emma y Mikey quien comía un bocadillo mirando la escena.

Souta tenía los anillos, él estaba con lágrimas en su rostro al ver a su hermano casarse.

Y a un lado de Souta, solo por un segundo pude jurar ver a Kimy dando una sonrisa cálida para luego en un movimiento de las personas desvanecerse, y no de manera terrorífica, si no... en paz. Eso me dejó una sensación de felicidad, sabiendo que tal vez en alguna parte ella estaba feliz cumpliendo lo que algún día había dicho, y yo con alivio sabiendo que ya la había dejado ir.

-Nahoya Kawata. -habló el cura captando mi atención- ¿recibe usted a esta mujer para ser su esposa, para vivir juntos en sagrado matrimonio, para amarla, honrarla, consolarla y cuidarla, en salud y en enfermedad, guardándole fidelidad, durante el tiempo que duren sus vidas?

-Yo, Nahoya Kawata, te quiero a ti como mi legítima esposa y me entrego a ti. Prometo serte fiel en las alegrías y en las penas, en la salud y en la enfermedad, todos los días de mi vida. -habló con un tono suave, haciendo que las emociones se me subieran al cuerpo teniendo ganas de llorar.

-y tú... Minni Collins, ¿recibe usted a este hombre para ser su esposo, para vivir juntos en sagrado matrimonio, para amarlo, honrarlo, consolarlo y cuidarlo, en salud y en enfermedad, guardándole fidelidad, durante el tiempo que duren sus vidas? -repitió el cura.

Miré a Nahoya quien estaba evidentemente nervioso, y yo sonreí antes de hablar para repetir sus mismas palabras de aceptación.

-yo, Minni Collins, te quiero a ti como legítimo esposo y me entrego a ti. Prometo serte fiel en las alegrías y en las penas, en la salud y en la enfermedad, todos los días de mi vida. -vi una expresión de alivio en su rostro junto con una sonrisa sincera.

Souta trajo los anillos hacia nosotros, el cual Nahoya colocó primero en mi dedo, para luego yo colocarle el otro anillo en el suyo.

-puede besar a la novia. -habló el cura.

Ambos reímos de felicidad para juntar nuestros labios escuchando las risas y aplausos de la gente.

Ese momento que creimos que jamás iba a llegar, ahora era una realidad, y así como prometimos amarnos cada día de nuestras vidas, lo cumplimos siendo felices, esta era nuestra historia sacada de una novela, la historia de dos personas diferentes que formaron algo completamente hermoso con sus dramas y felicidades.

Y si tuviera que ponerle nombre a nuestra historia, definitivamente sería "con una sonrisa".