✴ Capítulo 36 ✴

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Ese día en especial, la situación en la facultad había estado un tanto ajetreada, si así podría decirle. Para empezar, casi llega tarde a su primer clase. Con Joel habían puesto la alarma, pero esta no sonó y cuando despertó, acostumbrado al horario, saltó de la cama lo más rápido que pudo. Despertó al mayor y este con sus rulos todos desordenados le había preguntado con una expresión de preocupación en su rostro qué era lo que pasaba.

Se hubiese muerto de la ternura si no se le hubiese hecho tarde. Había corrido las calles, tratando de llegar más rápido al lugar. Cuando entró fue inmediatamente al salón que le tocaba, las lágrimas casi saliendo de sus ojos al ver que el profesor todavía no había llegado.

La siguiente clase fue normal, hasta que en la hora del almuerzo casi se le cae lo que había comprado al chocar con otra persona. En la siguiente, parecía que la profesora ese día se había encaprichado con él. En sus ojos Erick juraba ver un atisbo de diversión brillando al hacerlo participar en la clase. Y eso a Erick no le molestaba, pero había preguntas que él no sabría bien cómo contestar.

Había pasado de todo, pero lo que más lo alteró fue saber que tenía un parcial dentro de una semana. Tiempo suficiente para estudiar y saber bien qué es lo que tendría que responder, lo sabía, pero el cansancio de haber salido de un parcial hace poco, en el que invirtió tanto esfuerzo aún estaba ahí. Saber que ahora tendría que estudiar duro para otro lo hacía sentirse cansado sin siquiera haber empezado.

Ahora se encontraba caminando hacia su casa. Sus pasos eran lentos, y su mirada de mantenía en el suelo. Suspiró cansado, él solo quería tirarse a la cama y descansar y no levantarse en tres semanas, si fuera posible.

Levantó su rostro, dándose cuenta que solo faltaban unas cuantas casas para llegar a la suya. Sonrió al recordar a Joel hoy en la mañana. Todos sus rulitos estaban alborotados, en un completo desastre, sus ojos tratando de abrirse y su voz ronca y un tanto asustada preguntándole qué sucedía.

Rió enternecido, y decidió que luego molestaría un rato al mayor con eso.

Cuando por fin llegó a su hogar, entró a este y se quitó la mochila, encaminándose hacia la cocina en el proceso.

-Hola.-saludó caminando hacia donde se encontraba su hermano con el celular en sus manos.

Joel se dio vuelta y le sonrió dulcemente. El mayor era una persona dulce y tierna, era una lástima que no hubiesen mantenido una conversación larga o hubiesen tenido mejor trato antes para darse cuenta. Era una persona encantadora, y Erick sabía mejor que nadie eso.

Sin embargo, el pensamiento de que si lo hubiesen hecho antes habría cambiado las cosas, que ellos no estuvieran en la situación actual hizo que una pequeña punsada de dolor atacara a su pecho, pero rápidamente dejó de pensar en eso. No tendría caso, después de todo.

Se acercó más al mayor y dejó un pequeño beso en sus labios en forma de saludo, para después dirigirse a la heladera y sacar una jarra con agua.

-¿Cómo te ha ido? -preguntó con un tono dulce, la sonrisa contunuando intacta en sus labios.

-No del todo bien... El día estuvo un poco movido. -mientras hablaba servía el agua en un vaso, su vista estando concentrada en aquella tarea.
-Lamento eso, Er. -dijo mientras se acercan un poco a la isla. -¿Qué ocurrió, exactamente?

Oh, Erick no sabía cuánto había querodo que alguien le hiciera esa pregunta hasta que la escuchó por la dulce voz del mayor. De alguna forma, sintió como una pequeña sensación de emoción se instalaba en su interior. Y quizá también, el alivio era una parte del sentimiento, pues contarle a alguien lo que había sucedido en su ajetreado día iba a hacer que se desahogara y se sintiera major.

Incorrecto. | Joerick |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora