✴ Capítulo 54 ✴

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La piel de sus manos comezaba a sentirse caliente, el fino sudor estaba recorriéndolas como si quisiera fundirse y esparcirse por ellas, deseando pasarlas por sus muslos para que la sensación se esfumase aunque sea unos segundos. El tener la figura de su madre a tan sólo unos metros hacía que todo fuera más difícil, ciertos malestares acentuándose en su pecho como una reacción inmediata.

Sus ojos no podían despegarse de lo que era su espalda, puesto que se encontraba lavando algunos utensilios que había utilizado para preparar las dichosas galletas que quería que probara. Erick no pronunciaba ninguna palabra, sólo manteniéndose sentado en el taburete.

Las pesadas ojeras en sus ojos demostraban que había tenido por lo menos una noche difícil, su semblante no dejaba de ser uno serio y apagado. Fueron días difíciles y desde que escuchó a Joel, sólo quería estar acurrucado a su lado para poder esparcir caricias lentas por todo su rostro. Aunque no estaba pasando un buen momento, estaba ahí únicamente porque necesitaba hablarle, aparte de mantenerla lo más lejos posible de la habitación, quería alargar todo lo que pudiera el instante final en el que ella se encontrara con Joel.

-Hace mucho no las hacía, pero quedarán deliciosas. -. Escuchó la dulce y emocionada voz de la mujer, aunque su cabeza sólo asintió, sin querer formular algo más. Ella dio la vuelta, esta vez secando sus manos con algún repasador. -Has estado algo ausente estos días, ¿Pasa algo?

Había preguntado al tiempo que tomaba el bowl grande que contenía la mezcla de las galletas y lo revolvía, teniendo su vista pegada ahí, sin mostrar mucho interés por otra cosa. Y Erick no sabía si era correcto que hace días hubiese comenzado a analizar cada palabra dicha por ella, pero tampoco le importaba. Era conciente de que debía tomar con pinzas cada cosa que salía de su boca, porque aunque fuese algo pequeño y sin importancia, eso mismo podía generar una catástrofe en la situación que los rodeaba a los tres.

Por eso, aún sentado a un lado y manteniendo sus ojos en ella en todo momento, pudo notar su intención de camuflaje. Quería ser discreta, pero parecía no medir totalmente bien sus acciones, sus ojos desviándose hacia él en un reflejo que quizás fue involuntario, para cerciorarse en un vistazo veloz y diminuto la reacción que tendría. Y eso, aunque quisiera que no fuera así, logró que su pecho se apretara.

-En realidad no, nada importante. -. Contestó, aunque su tono de voz salió más bajo de lo que hubiese querido. Poco a poco iba dándose cuanta de detalles que, si hablaba con sinceridad, abundaban, que salían a la luz como si fuese que siempre estuvieron ahí. Aunque cabía la posibilidad de que sí hubiese sido así, sólo que él quizás se encontraba muy ensimismado en lo que le estaba emocionando en ese momento de su vida para caer en cuenta, o que la verdad fuera que se tapaba los ojos con sus propias manos por temor o algún otro factor. Quizás fue un cobarde que bloqueó, aunque fuera inconcientemente, no importaba, todo lo que le pareció extraño. -No estuve durmiendo bien.

Terminó por decir, únicamente porque sentía que debía hacerlo. Era cierto porque no podía dejar de estar pendiente de Joel, pero estaría para él incluso cuando se encontrara durmiendo como un bebé. No obstante, recordó que sus ojos se encontraban casi igual de apagados cada vez que los abría y eso hizo que su nariz picara en anticipación por un llanto que quería formarse. Su postura decayó, bajando sus brazos hasta el mármol y apoyando su cabeza ahí, teniendo la vista puesta sobre el material blancuzco.

Parte de la verdad también siendo que estaba así porque esa no era la única razón por la que había continuado sus palabras, sino que también había un pedacito pequeñito que no dejaba de doler, un pedacito de algo que quería que hablara con su mamá para poder sentir la misma sensación de refugio de antes. Y eso también lo destrozó, porque sus ojos terminaron de humedecerse estando así, en la cotidianidad que podía envolverlos desde la visión de un externo, solamente siendo él casi acostado sobre la isla, con su madre preparando galletas a un lado. Pero fue consiente también de que sólo era eso, que precisamente se trataba de un alguien que asumiría aquello si lo viera desde afuera.

Incorrecto. | Joerick |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora