✴ Capítulo 28✴

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Continuaron besándose por un largo rato mientras pasaban sus manos hasta donde podían.

Ambos suspiraron al momento de separarse y respiraron agitadamente.

—¿Sabes lo que siento ahora?—preguntó Joel, descansando sus manos en los muslos del otro.

—¿Qué?

—Que te amo.—sonrió cariñosamente.

Erick se sonrojó y sonrió.

—¿Lo dices en serio?—preguntó.

—Claro que sí.

Se quedaron en silencio. Ambos se miraban con completo cariño mientras sus pequeñas y dulces sonrisas se mantenían intactas en sus labios.

—¿Estás seguro de que no lo dices porque me extrañaste?—una vez esa pregunta pasó por su mente, no pudo evitar pronunciarla.

—Estoy seguro.

El ambiente volvió a estar silencioso.

—Estoy nervioso…

—¿Por qué?—preguntó. Se acomodó en la cama y colocó sus manos ahora en la cintura del menor.

—No sé qué contestar...—sinceró. Su expresión era ahora una seria y nerviosa.

A diferencia de Joel, quien sonrió dulce y comprensivo.

—No tienes que contestar nada, no lo dije para que lo hagas.—dijo y acarició su cintura.—Dilo cuando lo sientas, no te estoy pidiendo que lo hagas ni mucho menos que te sientas obligado a hacerlo.

El menor suspiró. Se inclinó y besó suave y cortamente sus labios. Volvió a suspirar y repitió aquella acción varias veces.

Luego se separó levemente del cuerpo debajo suyo.

—También te amo.—murmuró suavemente. El mayor sonrió levemente con ternura, pero antes de que pudiera hablar, Erick volvió a besarlo.

Se separaron y el menor dejó un corto beso en el cuello del otro y luego escondió su rostro en el mismo lugar.

Joel acarició suavemente el cabello del más pequeño y levantó la otra mano para acariciar su mejilla. Luego bajó un poco esta y la dejó descansar en su cuello.

—Quiero...—Erick carraspeó. —Más bien, ¿Podríamos...?—se quedó nuevamente en silencio.

—¿Qué pasa?—preguntó suavemente.

—No sé cómo decirlo.

—¿Qué…?

—¿Quieres hacer el amor conmigo?—preguntó lentamente y se hundió  todavía más en el donde se encontraba.

—Claro que sí.—respondió.

Su tono era suave y eso a Erick le dificultaba más el habla.

—¿Entonces podríamos hacerlo ahora?

Silencio. Eso fue lo que obtuvo durante un largo rato.

Estaba muy avergonzado y comenzaba a arrepentirse de haberlo dicho.

—¿Tú quieres...?—el mayor se mantuvo silencio otra vez y luego de unos segundos volvió a hablar.—¿Estás seguro?

El menor asintió desde su lugar. Ni si quiera podía hablar.

—Yo... Estoy- estoy muy...—Joel ciertamente se encontraba nervioso. No sabía qué hacer con las manos y éstas comenzaban a sudarle.— No sé qué decir.

Incorrecto. | Joerick |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora