✴ Capítulo 40 ✴

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Aquel día los rayos del sol entraban por la ventana gracias a que las cortinas estaban completamente corridas. Iluminaban el espacio tan intensamente que Joel necesitaba cerrar sus ojos de vez en cuando para poder aguantar la luz que se filtraba.

Estaba recostado en la cama del menor, con sus brazos y piernas extendidos hasta casi tocar los extremos de ésta. Dejó escapar un suspiro que dejaba notar lo aburrido que se encontraba ese día en particular, pues el momento en el que Erick saldría había llegado.

Desde que habían abierto sus ojos en la mañana hasta que el de ojos verdes tuvo que partir con su amigo a disfrutar de un día soleado y hermoso habían permanecido juntos. Trataron de abrazarse y besarse en la privacidad de su habitación todo lo que no podrían hacer durante la tarde. Incluso en el desayuno se habían robado algún que otro pequeño y discreto beso tratando de no ser descubiertos.

Joel pensó que el clima del día era perfecto como para que el pequeño de ojos verdes saliera. Fue lindo ver como sus ojos se volvían un tono más claro por la luz del sol reflejada en éstos, aunque claro, si eso fuese posible.

Y había pasado sólo una hora desde que se despidió de Erick, pero sinceramente extrañaba demasiado su compañía. Aunque se sentía contento, pues pese a las circunstancias, el menor podría disfrutar de un día fuera de casa y quizás eso lo distraería de todo el estrés que le provocó pasar otra semana de exámenes.

El sonido de su barriga pidiendo por comida lo sacó de la pequeña ensoñación en la que se encontraba. Mirando al lugar que había emitido tal sonido, dejó escapar otro suspiro de sus labios y comenzó a levantarse. Poco a poco, fue saliendo de la cama y caminando hacia la puerta. Sus movimientos eran tan perezosos, que le recordaron a Erick cuando recién se despertaba.

Salió de la habitación y sin pensalo mucho se dispuso a bajar las escaleras, siguiendo su camino hasta poder adentrarse en la cocina. Y fue demasiado inevitable el hecho de pensar en que quizás, si el menor se encontraba ahí en ese momento, estaría buscando comida para poder alimentarse junto él.

Buscó algunos productos en el refrigerador, para posteriormente dejarlos sobre la isla. Un sándwich por ahora sería lo que calmaría a su estómago del hambre que sentía. Se entretuvo mientras preparaba su aperitivo calmadamente, hasta que escuchó un par de pisadas chocando contra el porcelanato. Fue entonces, que sus brazos dejaron de hacer movimiento alguno.

Sus hombros se volvieron rígidos cuando pudo ser consciente de la persona que entraba en el mismo espacio en donde él estaba. Pudiendo escuchar luego la voz aterciopelada de la mujer que lo dio a luz.

-Oh, cariño, estás aquí.- Pronunció con un tono un tanto sorprendido. Joel levantó la cabeza sólo para poder chocar sus ojos unos momentos con los contrarios.

-Sí, estoy aquí.- Respondió esbozando al terminar una pequeña sonrisa, para después volver a bajar su cabeza y disponerse a terminar de preparar el sándwich.

-Creí que quizás saldrías hoy tú también, pero veo que me he equivocado.- Con una pequeña y cortés sonrisa, la hermosa mujer tomó asiento en uno de los taburetes que se encontraban al frente de la isla. Los nervios de Joel al momento en el que la sintió hacerlo se intensificaron un poco.

Asintió, no queriendo ignorar a lo que su madre dijo, para después pronunciar un "¿Quieres uno?" Refiriéndose al sándwich que estaba preparando. Contrario a todo lo que su cuerpo y mente gritaban en ese momento, pues era inexplicable la manera en la que sentía las ganas de salir corriendo de aquella habitación lo antes posible.

-Oh, no, gracias.- Respondió mientras hacía un gesto con la mano, parecía como si negase con ésta.

La habitación se tornó silenciosa luego de aquella respuesta y quizás con pequeños atisbos de incomodidad queriendo aparecer. Los sonidos que se escuchaban no provenían de ninguno de los dos, no eran pronunciados por sus bocas sino que venían desde afuera de la casa. El cantar de los pequeños pájaros o algún que otro auto que se paseaba por ahí.

Incorrecto. | Joerick |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora