Incorrecto. | Joerick |

✴ Capítulo 37 ✴

Joel caminaba por una de las calles sin prestar demasiada atención en su alrededor. Sólo miraba hacia el suelo, el como sus pies daban pasos avanzando sobre el pavimento parecía ser algo interesante en aquel momento.

No hacía falta tratar de descifrar en qué pensaba, de hecho ers algo tan predecible si se trataba de él. Lo cieeto era que, en estos momentos, se encontraba pensando en cómo se sentía el tierno chico que había dejado en su casa estudiando. La razón por la que lo había hecho fue porque debería ir al encuentro con uno de sus amigos, aunque bueno, muchas ganas de hacerlo no tenía. Pero todo sea por un tiempito más sin estar siendo vigilado intensamente por su madre, o al menos de esa forma se sentía.

Si era sincero, Erick no se escapaba de su cabeza ni siquiera un sólo momento. Sus días y noches giraban en torno a él, no era algo de lo que se le podría culpar. Un suspiro abandonó sus carnosos labios cuando sintió las ganas de estar junto al menor intensificarse. Realmente no hacían mucho en casa, y probablemente si estaría allí en ese momento, estaría junto al chico sin hacer nada, sólo a su lado. Para cualquiera quizá sería aburrido, pero el de rulos estaba bien con eso. Ayudar a en lo que fuera que este necesitara o simplemente el hacerle compañía lo hacía feliz, hacía que una sensación explosiva recorriera su pecho.

Y sólo había pasado una pequeña parte de la tarde desde que abandonó su hogar. No imaginaba lo que sería una semana entera sin él, por más cursi que sonara.

—¿Qué te sucede? —preguntó con una voz cargada de curiosidad su acompañante. Yoandri iba a su lado, lo miraba con ojos curiosos mientras inclinaba su cabeza hacia un lado, quizá tratando de descifrar lo que ocurría. Era un chico realmente adorable, de eso no cabía duda.

—No mucho. —respondió indiferente, al tiempo que levantaba la vista al frente. 

—Bueno, no has dejado de ver al piso y no has hablado mucho. —dijo todavía a su lado, mirando al frente también. Sus pies de pronto patearon una pequeña piedrita que se interpuso en su camino.—Quizá podría ayudarte en algo.

No era exactamente lo que podría hacer, pero aún así el mayor de ambos sonrió enternecido. La actitud que estaba tomando el de cabello oscuro hacía que sintiera una calidez familiar en su pecho. Una ternura embriagadora.

—Eres un encanto. —sus manos dentro de los bolsillos delanteros de su pantalón de pronto encontrándose con un botón que antes no sabía que estaba ahí, comenzando a jugar con este un poco. Agradecía que se encontrara allí, pues de alguna u otra forma había comenzado a sentir un poco de ansiedad.

—¿Cómo ha estado Erick? —preguntó. Sus pasos ahora estando sincronizados con los suyos, realmente no sabía porqué notaba aquellas cosas tan insignificantes, ni mucho menos el porqué de que le dieran tanta ternura. Aunque bueno, estando junto a Yoandri siempre fue así.

Trataba de mantener una conversación para que no pensara tanto, Joel lo sabía, por lo que su sonrisa se ensanchó un poco.

—Bien, aunque las tareas de la Facultad lo estresan un poco, pero supongo que es lo normal.— respondió y luego volteó su cabeza para poder observarlo durante unos cortos segundos. Para después devolver su vista hacia donde antes se encontraba. —Creo que le gustaría que lo visitaras algún día.

—¿En serio piensas eso? —preguntó, una suave sonrisa se hacía presente en sus labios. Sus gestos siempre eran así, parecían tan delicados que le costaba creerlo.

—Claro.— asintiendo mientras miraba los ojos ajenos, viendo como estos de pronto brillaron en felocidad pura. Una sonrisa casi se escapa a sus labios, inundada en una mezcla de diversión y ternura por ver aquella expresión tratando de ser disimulada en un intento fallido por parte del contrario.—Pero será mejor que recién vayas la semana que viene, está ocupado con algunos parciales que tiene en la Facultad. No podrá prestarte atención si vas antes, y lo más probable es que se frustre un poco por eso.— continuó con ahora una suave sonrisa en su rostro.