✴ Capítulo 51 ✴

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Había cierta luz que se filtraba por la ventana en aquella tarde tranquila y silenciosa, aunque no lograba alcanzar todos los puntos de la cocina. Tampoco había sonido que pudiera percibirse, quizás por el grosor de las paredes o por la falta de sonido en la casa. La misma que las últimas semanas fue dándose un lugar algo reconocido, siendo un poco perturbador para, por lo menos, los menores. Uno de ellos, en ese momento, se encontraba apoyado en la encimera detrás suyo, teniendo la vista verdosa pegada fijamente en el mármol en frente. El signo de concentración reflejado tanto en su mirar como en las facciones que se forjaban en su rostro.

Los pensamientos que pasaban por su mente provocaban que se sintiera ciertamente intranquilo, contrario a cómo estuvo en la noche anterior. Encontrando aquel refugio en el chico de tez canela, que lo acogía con serenidad y protección, tal y como lo hizo durante todos esos meses pasados. Algo que podía percibir como mutuo entre ambos, lo cual no hacía más que hacer que una pequeña sonrisa amenazara con aparecer cada vez que lo recordaba. No podía explicar cuanta fue la serenidad del momento, pero sí podía dar por sentado que fue la suficiente para envolverlos en una burbuja que provocó que incluso sus lenguas se sintieran flojas y pesadas contra su paladar, culminando en el dormitar de ambos.

Joel fue el primero en caer ante el cansancio, después de todo ese había sido un día en el que se presentaron bastantes emociones alborotadas. El menor se mantuvo acariciando los sedosos y rulosos cabellos en leves movimientos, tan leves que se podrían comparar con la suavidad con la que la sensación de impotencia comenzaba a aplastar su pecho. Así como dejaba las amargas lágrimas deslizarse espesamente por su piel cuando pudo ver que el otro no despertaría ni aunque hiciese un ruido terrible.

Y es que entendía que habían ciertas cuestiones que se escapaban de sus manos, como el hecho de que se le imposibilitara el demostrar aquellos sentimientos debido a los lazos que los unían en sangre. Era algo doloroso que ambos tenían que aceptar e intentar sobrellevar, por lo menos para el afuera, con la mayor neutralidad posible. Pero era demasiado para él presenciar cómo el mayor de ambos se apagaba lentamente, había algo que exponía notablemente como todo lo vivido lo desgastaba.

Quizás todo se había acumulado con el tiempo, hasta que finalmente tuvo que detonar en esto. Posiblemente, la madre de ambos había empujado tanto, intentando llenar el vaso hasta que la última gota que lo haría revalsar fuera dejada, imponiendo aquel actuar tan perverso y manipulador contra Joel tan sólo para impulsar su distanciamiento, tanto así que se vio acorralado, tan desprotegido que ya no pudo soportarlo.

Ser consciente de ello era algo duro, la fuerza de voluntad que tenía que tener para no exponer también él lo que pensaba de todo esto, se esparcía y comenzaba a desaparecer de a poco. Como si tuviera un puñado de arena en sus manos y los granos de la misma se escaparan y dejaran guiar por la corriente del viento. El oír unos pasos acercarse a la cocina fue como un interruptor que provocó que tomara una respiración profunda y exhalara el aire con pesadez. Aunque no despegó sus ojos de donde se encontraban por lo menos hasta que escuchó el carraspeo de su madre.

—No te he visto en la mañana, ¿Te sientes bien? —. Erick no pudo evitar entrecerrar los ojos levemente al notar la mirada cargada de cariño y algo de preocupación que se le era dirigida, analizándola en silencio. Preguntándose cuál fue la primer idea y luego de ello la motivación que la guió para que infringiera tanto daño a uno de sus hijos.

Todavía resultaba ser un tanto inusual y desconcertante el dudar de un momento a otro incluso de la sombra de la mujer. Y llegaba a asombrarle que con todo lo sufrido, Joel haya sido el que le sacó la venda de los ojos para que pudiera ver lo que realmente tenía en frente todos los días. Para que de alguna forma "descubriera" que no todo lo que se le mostraba era lo real.

Incorrecto. | Joerick |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora