Incorrecto. | Joerick |

✴ Capítulo 39 ✴

Sus párpados se abrieron de a poco, sintiendo como su cuerpo aún se encontraba liviano por el sueño. Un bostezo escapó de sus labios, al mismo tiempo que escuchaba como leves y pequeños ronquidos se emitían a su lado, parecidos, a decir verdad, al ronroneo de un gatito.

Como pudo, dio media vuelta su rotro, alcanzando a ver una de las mejillas de su hermano. Se encontraba con un leve tono rosa pintándola, era adorable. Miró hacia abajo y pudo ver como Joel tenía sus brazos rodeando su cintura, con sus piernas abiertas debido a que él se encontraba sentado en medio de éstas.

Pensó en que el mayor, cuando despertara, se encontraría adolorido por la posición, por lo que, con suma delicadeza, intentó apartar los brazos que lo mantenían apresado. Haciéndolo con tanto cuidado que hasta le resultaba gracioso de alguna forma, sin embargo, se abstuvo de reír, pues el ruido quizás podría despertar a Joel. Cuando logró ubicarlos suavemente a los costados de su cuerpo, se levantó lentamente, procurando no hacer demasiado ruido.

Y recostándose a un lado de su mayor, apoyando sus antebrazos sobre el colchón, observó el lindo rostro de éste y sonrió enternecido. Joel tenía la boca levemente abierta, casi cerrada. De ésta escapando suaves suspiros de vez en cuando, pero lo que era constante eran los suaves ronquidos que se escapaban en un casi inaudible volumen. Recordó que momentos antes podría haber jurado que se trataba de un gatito, por lo que una segunda dosis de ternura lo invadió.

Le encantaba la manera en la que el de rulos podía enternecerlo, hasta sin siquiera ser conciente de ello.

Las largas y espesas pestañas de Joel adornaban sus párpados, y estaban cayendo en una curva hermosa a su visita. Quiso besar aquellos párpados cerrados, pues éstos con las pestañas poblando todo su largo eran demasiado atrayentes, lo hipnotizaban de una forma impresionante. Y por un momento tuvo el impulso de gritar, pues casi no podía controlar lo que sentía, parecía ser mucho para él.

Lo observó y observó hasta que sus antebrazos se cansaron, logrando que cambiara de posición para poder seguir mirando. Era algo que no podía evitar teniendo al mayor en frente, luciendo tan lindo y tranquilo era algo que uno no se abstendría para nada de hacer.

No supo cuanto tiempo pasó tampoco, pero el cuerpo del mayor se movía lentamente. Parecía estar despertando, pero su mente no lo captaba del todo, ya que todavía lo miraba como si Joel aún estuviera durmiendo.

Los ojos del de rulos comenzaron a abrirse, quedándose entrecerrados y parpadenado seguidamente para acostumbrarse a la luz que antes de haber dormido habían dejado encendida. Al lograr acostumbrarse encontró al menor mirándolo como si fuese lo más lindo que podía ver. Los verdes ojos estaban brillando como dos estrellas en el infinito universo y en su boca se encontraba una leve sonrisa, estaba embobado.

—¿Qué haces?— y fue aquella voz la que logró que volviera a la realidad, sus mejillas subieron de tono al darse cuenta de que el mayor lo había visto observarlo como un completo tarado. Joel estaba tallando sus ojos con una de sus manos, ajeno al sonrojo que había provocado en el menor.

—¿Cómo dormiste?— preguntó en cambio. Claro está que evadiría la pregunta por la vergüenza que contestar le ocasionaba.

—Siento un poco adolorido gran parte del cuerpo, pero no es nada. — negó mientras seguía tallando uno de sus ojos. A este paso, Erick pensó que lo gastaría y saldría humo por el movimiento.

—Oww, lo siento.— se disculpó mientras una sonrisa aparecía en sus labios. Rodeó el pecho de Joel con sus brazos mientras reía apenado. Pues sabía que él había sido el causante del dolor en su hermano.

—No es nada.— repitió y rodeó con su brazo izquierdo la cintura del menor, mientras se encargan ahora de, con su mano derecha hecha un puño restregar su otro ojo. Erick sintió ternura al saber que Joel sólo decía eso para que no se preocupara por su estado. Realmente, en este momento se encontraba avergonzado y se regañó un poco mentalmente por horas antes haberse dormido sobre el cómodo cuerpo del mayor sin complicación alguna.