Sus ojos se fueron abriendo de a poco, al tiempo de hacerlo, la luz natural que entraba por la ventana los golpeó causando que se cerraran levemente. Levantó su brazo para poder sujetar el celular que descansaba en el pequeño mueble a un lado de la cama, colocándolo luego en frente de su rostro para poder ver la hora que se marcaba en la pantalla. Aún faltaban diez minutos para que sonara la alarma que indicaba que tendría que levantarse si no quería llegar tarde a la universidad.
La pereza era dueña en ese momento de cada rincón de su cuerpo, soltando un suspiro para después cerrar los ojos y dar una media vuelta, colocando su brazo en el hombro de Joel, quien aún dormía plácidamente. Abrió nuevmente los ojos para ver como, mientras el mayor dormía, su boca se encontraba semiabierta. Era una imagen graciosa y adorable a la vista del menor.
Se veía tan tranquilo, en realidad no parecía ser el mismo chico que en la noche anterior casi no podía levantar el tenedor para llevar el alimento a su boca. Había notado como cada movimiento era ejecutado con una emoción diminuta, desoladora, su postura y expresión en su rostro estando de la misma manera. Lo conocía lo suficiente como para no poder hacerlo, en cierto punto era realmente triste hacerlo y darse cuenta de que no estaba pasando por un buen momento. En su mente rondando pensamientos que quizás no eran los más buenos o sanos para la misma, era doloroso ver aquello y no poder hacer demasiado al respecto.
Erick sólo quería que Joel fuera feliz, que sus pensamientos y emociones estuvieran en el orden suficiente como para que éstos no lo agobiaran ni perturbaran. Su mano, que estaba descansando en el hombro ajeno, fue a parar a los cabellos con pequeños rizos de la nuca en un lento y cuidadoso movimiento, acariciando levemente. Se sentía mal por lo que el mayor estaba pasando en ese momento, no podía evitarlo, ni tampoco evitar que su mirada verdosa lo demostrara.
Tendría pocos minutos para mirar aquella calma reflejada en el rostro del otro, para ver lo pacífico que parecía sentirse. Era realmente angustiante para él. Detestaba que no pudiera faltar a la facultad, pero si fuese más accesible, en definitiva no dudaría en hacerlo para poder quedarse en la cama con su mayor, compartiendo aquella tranquilidad sentida en el ambiente en esos momentos. Rodear al otro en sus brazos y sentir lo grande y calentito que se sentía su cuerpo, como un gran oso, sería magnífico. Quería quedarse ese día y estar para el otro, atender cualquier deseo o necesidad que manifestara en cualquier momento. Sentir su presencia y que sintiera la suya, que sintiera su apoyo y se reconforta un poco con aquello, aunque sea mínimamente.
No quería dejarlo solo y estuviera mal anímicamente. En ese momento, al no poder quedarse con el chico que amaba, pensaba que la vida le estaba exigiendo demasiado.
Trató de disfrutar lo más que pudo esos últimos diez minutos antes de que sonara la alarma, no la había apagado antes porque sabía que si no lo hacía, lo más probable sería que se quedara dormido y perdiera un día de conocimiento y aprendizaje, además de que estaría bastante preocupado porque en lo que era la universidad, para su desgracia en estos instantes, podría pasar cualquier cosa. Por eso disfrutó de lo calentito que se podía percibir el cuerpo del mayor contra el suyo, era tan abrasador que hacía que más somnolencia y pereza se sintiera, hasta que el sonido de la alarma llenó la habitación.
Y al tiempo de escucharla, escuchó también la queja que soltó Joel amortiguada por el colchón, causándole gracia y soltando una pequeña risa. No iba a mentir y decir que tampoco le causó ternura aquello. Se apresuró a sostener nuevamente su celular y apagar la alarma, dándole un suave beso en la mejilla al mayor antes de levantarse.
Buscó la ropa que usaría en el armario, escuchando como las sábanas se movían a causa del accionar lento del chico que aún se encontraba recostado. Teniendo las prendas ya reposando en su antebrazo fue que caminó hasta adentrarse al baño para poder asear su cuerpo, terminando luego de unos veinte minutos, pudiendo estar más despierto luego del agua corriendo directamente por su piel.
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Incorrecto. | Joerick |
FanfictionNo, los hermanos no se deben amar como yo te amo. •[ Aviso sumamente importante: los primeros capítulos contienen varias -y algunas graves- faltas de ortografía, además de, alrededor de, los primeros quince o veinte tener bastante diálogo, sin mucha...