Creí que sería fácil, que me sentiría mejor dejándolo, pero la realidad es mucho más amarga. Los días han pasado tan lento, tanto que las horas no tienen principio ni fin, es lo mismo si es de día o de noche. Traté con todas mis fuerzas de salir de esta burbuja de depresión en la que tontamente estoy. Era primera vez que me enamoraba de verdad, que sentía que era importante para alguien, que por primera vez que un hombre me veía como realmente soy; no voy a negar lo malo, para nada, pero eran más los momentos felices que los amargos, a pesar de eso, sigo con mi decisión, aunque duela en el alma.
Desde hace cuatro días que he estado encerrada en mi residencia tratando de hundirme en mi miseria, no obstante, hoy no debo darme ese lujo, ya que gracias a mi proeza he perdido cinco evaluaciones que pueden repercudir en mis calificaciones. No es fácil empezar cuando sientes que el mundo está cayéndose, pero debo hacerlo, debo seguir adelante por mí y por mi bienestar mental, ya que si sigo aquí volveré a caer en un pozo sin fondo.
Me pongo lo primero que está en mi vestidor que son unos pantalones de yoga, un abrigo negro y mis converses. Debo parecer una desquiciada, lo admito, aunque eso no me importe para nada. Con la misma actitud salgo de la residencia y camino rumbo a la universidad que solo está a una pocas calles de aquí. Para ser sincera preferiría estar durmiendo en este momento que ir a clases, y no es por mi estado de ánimo, o tal vez sí, pero me siento sin fuerzas, desvalida, como si mi propio cuerpo pesara.
El verde del campus se extiende desde el comienzo del parking hasta los edificios por eso es normal ver a los estudiantes salir de sus coches o sentados en el césped conversando antes de comenzar un nuevo día. Para mi es normal ver este panorama casi todos los días, ya que para entrar a la universidad debo atravesar el parking, sigo caminando ensimismada en las personas cuando de repente tengo que parar mi andar ya que todo ha empezado a dar vueltas a mi alrededor. Me apoyo con pesar en un coche que se encuentra a mi izquierda.
— ¿Qué me está pasando? — susurro tratando de sujetarme del auto
Inhalo y exhalo repetidas veces tratando de acompasar mi respiración y que el mareo se disipe. Una, dos, tres respiraciones y exhalaciones. Siento como poco a poco me voy calmando, espero unos segundos hasta que siento que puedo volver a caminar, es por eso que decido ir despacio a la enfermería, necesito llegar hasta allí, tal vez esto que estoy sintiendo pueda ser causado por los días que no probé bocado, por ende necesite un suero o algo.
— ¡Zahina! — escucho que me llaman, pero mi objetivo es ir a la enfermería
— ¡Zahina! — vuelven a gritar haciéndome detener mis pasos
A unos pocos pasos veo a Hugo salir de su camioneta y correr en mi dirección. Mi primer pensamiento es alejarme de él, pero mi cuerpo se niega a siquiera mover un dedo.
— ¿te encuentras bien? — dice colocando sus manos en mis hombros
— Sí, solo no es buen momento— digo para que me deje ir
— No digas mentiras, Zahina— entrecierra sus ojos— mira nada más como estás ¡estás pálida! — se alarma
— Estoy bien Hugo. Déjame ir — exclamo, pero justo en ese momento siento un mareo mayor al de hace pocos minutos.
Involuntariamente me apego al cuerpo de Hugo negando.
— Vamos, nos vamos al hospital ahora mismo— dice tomando mis brazos y guiándome hacia la camioneta.
No puedo negarme a ir al hospital, no en el estado en el que me encuentro mucho menos cuando en un momento dado todo empieza a verse borroso —¡joder! — escucho a lo lejos sintiendo que todo a mi alrededor se oscurece
![](https://img.wattpad.com/cover/273679588-288-k653813.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Zahina ©
ChickLitDicen que a las mujeres ni con el pétalo de una rosa, él la lastimaba con sus espinas...