Capítulo 14

120 10 7
                                    

— Es que no entiendo, ¿Cómo pudiste irte con él y no decirme nada? —me exaspera cuando Lucia se pone intensa.

Justo en este momento nos encontramos en el laboratorio clínico esperando mi turno para hacerme unos exámenes que solo se podían hacer en ayuno y la dichosa prueba de embarazo que me tiene con los nervios de punta. Ayer después de que volviéramos del hospital caí muerta, y esta mañana cuando desperté la primera persona que estaba frente a mi puerta era Luci. Desde entonces ha estado histérica y se puso peor cuando le conté todo lo vivido con Hugo.

— ¡Es contigo Zahina! Últimamente vives en las nubes — espeta molesta

— Lo siento. Y no tenia de otra, ¿que querías que hiciera? No fue algo que planee — me cruzo de brazos

— Por lo menos hizo algo productivo

— No es por defenderlo, ojo, pero ayer se portó como normalmente es; un caballero.

Luci va a objetar otra cosa, pero se ve interrumpida por una enfermera, la cual, hace el llamado con mi nombre. Trago grueso aproximándome hasta donde ella se encuentra, y debo confesar que le tengo pánico a las agujas.

Paso a un cuarto impoluto, en la pared de enfrente hay un afiche con las enfermedades más comunes, y frente a mí se encuentra un sillón, un escritorio y varios tubos alargados. La enfermera me hace un gesto con la mano para que me siente, asiento y hago lo que ella dice. Toma mi mano izquierda, comienza a palpar dando leves golpecitos al lugar en el que se encuentra la vena. Cierro los ojos esperando el inminente dolor

— ¡ay! — protesto al sentir la aguja adentrarse a mi piel

La enfermera sonríe al ver mi reacción

— Listo. Puedes pasar a horas de la tarde por los resultados.

— gracias— me despido

Recostada en la pared se encuentra mi mejor amiga que al verme lanza una carcajada que me hace enojar velozmente. — no te rías

— es que... es que...— vuelve a reírse a carcajadas— mira tu cara. No puedo creer que tengas los ojos abnegados en lágrimas — sigue burlándose

— es que duele— me defiendo

— eres una cobarde

— Cállate— siseo

— Está bien, me callo. Vámonos de aquí

Hoy Lucia prefirió llevar la camioneta de su papá, así que nos encaminamos hasta ella, abro la puerta del copiloto y ella hace lo mismo con la suya. Tomo la libertad de buscar en las emisoras las canciones del momento, pero que vaya con mi estado de ánimo.

Ella conduce con tranquilidad, pero con un mutismo muy raro de ella, como si me diera espacio y se lo agradezco. Pronto tomamos la autopista que nos llevará al centro comercial. No puedo seguir guardándolo, Luci es como mi hermana y necesito desahogarme, es por ello que lanzo la bomba:

— Entre esos exámenes iba una prueba de embarazo

La camioneta frena con un chirrido, lo que provoca que mi espalda rebote con el asiento — ¡¿estas loca?! — llevo mi mano al pecho

— ¿Qué tu qué? — es lo único que dice sin dejar de mirarme

— Creo que estoy embarazada, y tengo miedo— bajo la mirada a mis piernas— no sé si es verdad, o es solo un susto, pero estoy asustada— confieso

— Cariño...— siento sus delgados brazos abrazarme como puede— no sé qué decirte. Pero quiero que sepas que si eso es verdad, tienes mi total apoyo y sé que el de Lucas, también. — me da un casto beso en mi cabello y enciende nuevamente la camioneta

Zahina ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora