Zahina ©

Capítulo 28

—Me estás diciendo que…

—Sí, Zahina — pone los ojos en blanco— ya sé que Hugo está yendo a terapia. Lo vi entrar a la clínica, lo que no entiendo es el por qué o ¿por qué no me has llamado en estas semanas?
Uno ¿Qué haces yendo al psicólogo? Dos, sí, desde el día después de la boda está yendo
Recuerda que mi tía trabaja allá, mensa. ¿Dime que no fue por lo de la boda?

   Asiento — no te alteres ¿vale? Ese día tenías razón… Hugo fue quien me golpeo, pero ya todo está solucionado. Él está yendo a terapia debido a un trauma que no puedo comentar contigo

    Abre y cierra la boca repetidamente — ¿y aun estas aquí, tan tranquila? Por Dios, Zahina ¡¿Qué mierdas tienes en la cabeza!?

—Luci, no es lo que crees, fue solo esa vez. Cálmate

—¡no me pidas que me calme, joder! No cuando traté de evitar esto. Dios, es que no te das cuenta que no va a ser la primera vez

—El me prometió...

—¡Cállate! — lleva sus manos a la cabeza— quien perdona una vez, está destinado a repetir el mismo error una y otra y otra vez, joder. No puedes permitir esto, Zahina. Déjalo ahora que estas a tiempo, sabes que si necesitas protección yo te la daré, pero si sigues aquí no puedo protegerlos.

—No puedo. Él está yendo a terapia y mejorando, esto no volverá a suceder

—¿Quién te lo asegura? ¿él? No me jodas Zahina. Si te quedas con él se escapa de mis manos y estarás expuesta a que cualquier día vuelva a pegarte

—Es la última vez que te pido que no te metas en mi relación Lucia. Él prometió no volver a hacerlo y no lo hará. ¿Entendido?

—Espero y sea así, y no tenga que decir te lo dije. No quiero ver tu cuerpo lleno de moretones  dice con un deje de tristeza
No lo harás. Ahora, acompáñame a administración. Necesito retirar la carrera.

—No entiendo ¿por qué dejar la carrera? puedes pedir la baja por maternidad y luego recuperar todo Zahina. no dejes tu futuro por él

—Es que tiene razón, Luci. No es el momento para seguir, más adelante podré retomar, cuando el bebé tenga tres o cinco años.

—No diré nada.

  Mientras caminamos a la administración veo a Lucas pararse unos metros delante de nosotros. Voy a llamarlo cuando Lucia toma mi brazo  — no. Déjalo, necesita su espacio

Asiento derrotada.
   
  Apresuro las diligencias en administración, ya que en menos de media hora tengo que ir con la insoportable de Sasha. Lo bueno de todo esto, es que hoy por fin podremos ver el sexo del bebé. Todavía no puedo creer que ya estoy entrando a los ocho meses. Aun no me lo creo

—¿quieres acompañarme a consulta? — suelto

—Te amo. Los amo — se corrige— pero no puedo estar en el mismo lugar que ese… hombre. No me pidas eso Zina. Ve y cuando sepas el sexo me escribes del teléfono de Hugo. Que, aun no entiendo ¿por qué estas sin teléfono si Hugo puede darte el que quieras?

—Nos vemos amor — le doy un beso y salgo corriendo al parking
 
Una vez montada en el auto, llamo a Hugo diciéndole que voy en camino. Al mismo tiempo, coloco el GPS y enciendo la radio. El trayecto se hace sumamente corto gracias a la música y en un abrir y cerrar de ojos estoy frente al consultorio de míster perfecta. Respiro profundo tratando de controlarme. No voy a montar una escena.

  Como se ha vuelto costumbre, Hugo se encuentra esperándome apoyado en su camioneta —  ¡hey! — saludo bajándome de mi auto

—Hola princesa — besa mis labios tomándome de la mano