paternal issues

48 5 7
                                    


Un mes después.

Los pendientes eran demasiados y, afortunadamente, sólo fueron dos los que terminaría en casa, uno se trataba de revisar algunas fotografías recientes de los modelos y otra consistía en únicamente confirmar mediante una llamada la participación de cierta marca de maquillaje; y no, no era tarde para tratar asuntos telefónicos de trabajo, en la vida laboral de Louis, nunca era demasiado tarde o temprano.

—A penas agosto termina, el trabajo nos cae a golpes; creo que todos estos preparativos para la temporada otoñal y las ideas para la invernal son mucho más pesadas que el verano.- Comentó Libby mientras recogía algunas cosas de su escritorio.

—Es mi primer año, pero ya comencé a sentir la presión: el verano es más sencillo, solo induces a la diversión y las tendencias en los destinos vacacionales que suele elegir la elite.- Suspiró un poco, comenzando a caminar hacia el ascensor detrás de la chica.

—En efecto, mientras que a penas entra el otoño, tienes que empezar a dar puntos definitivos de la moda para la temporada, a la vez que das algunos toques respecto a Halloween. Sé que recién salió el número de septiembre, pero es que no hay respiro alguno.- Respondió, observando cómo el chico oprimía el botón correspondiente del elevador.

—Y a penas pasa Halloween viene el oro de cualquier industria: navidad. Tendré que tratar de ser lo más profesional, creo que este año no voy a tener el mejor espíritu navideno, ha pasado bastante en mi vida que...- Resopló.- Nada será igual.

—Yo opino todo lo contrario, pienso que, definitivamente, serán celebraciones diferentes, pero sólo por el hecho de que ya tienes una familia y quién sabe para entonces, ya hasta estés comprometido.- Le miró con cejas alzadas.

—Hace poco más de un mes que Harry y yo comenzamos a vivir juntos para cuidar de Dalary y creo que hablo por los dos cuando digo que ha sido el mes más pesado de nuestras vidas. No hay espacio para pensar en preparativos de boda.- Recargó la cabeza en un muro.

—Si me permites decírtelo, yo te veo cansado, pero feliz. La llegada de un hijo es una dicha, aunque a veces, las parejas terminan en muy mal estado por todo el estrés que conlleva y parece que Harry y tú lo han hecho muy bien.

—Eh... algo así.- Le cedió el paso en cuanto el ascensor se abrió.- No tenemos tiempo para nosotros, Libby. Lo único que hacemos es caer rendidos por el cansancio: ni siquiera hemos hablado mucho.

—No es que sugiera que abusen de ella, pero podrían pedirle una mano a Bertha para que tengan tiempo para ustedes.

—Nos ayuda demasiado, créeme; supongo que habrá tiempo para nosotros en unos meses más.- Se encogió de hombros.

—Solo voy a decirte que no se vayan a descuidar, ustedes tienen una relación envidiable y se van a arrepentir por el resto de sus vidas si la dejan morir.- Aconsejó, dando unos pasos hacia la dirección contraria a la que iba Tomlinson.

—Es viernes, él sale más temprano del centro, si logro terminar el par de asuntos de la revista y le pido ayuda a Bertha para dormir a Dalary, creo que podremos tener un tiempo para nosotros.

—Parece una buena idea, después me cuentas. Hasta mañana.- Le sonrió y a penas el ojiazul le contestó, puso marcha hacia su auto.

Libby había dejado pensativo al príncipe, pues más allá de ser asistente y jefe, lograron crear una buena amistad; no solían tener charlas extensas, pero cuando las tenían, solían ser buenas y de bastante ayuda, en esa ocasión, la reflexión había sido para el ojiazul. La chica tenía razón, pese a todo el creciente estrés debido a la bebé en su vida, se sentía bien, su ánimo había ido recuperándose después de la terrible pérdida de Frankie. Por supuesto que aún le dolía, pero todo ese asunto de la nueva vida en pareja y el ser padre, lo hacía tener nuevas y lindas motivaciones para sonreír. Y sí, Styles no le mostraba indiferencia o algo por estilo, seguía siendo igual de cariñoso con la poca energía que le quedaba al final del día, pero también era cierto que, aunque no lo había visto, su relación se podía ir deteriorando de a poco y en silencio: realmente le hacía falta alguna de sus citas cursis, el acurrucarse y ver una película mientras se llenaban de mimos o simplemente
el hecho de entregarse el uno al otro de vez en cuando. Quiza ese viernes de la segunda semana de septiembre era el ideal para dedicarle un tiempo a su relación.

castle walls ♕ l.sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora