warming the heart

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Había estado tan perdido en la maravillosa idea de tener a Harry ahí que, ni siquiera se dio cuenta de en qué momento el rizado había ingresado a la habitación el pequeño bolso en donde llevaba sus cosas; recordemos que, se suponía, había pasado la noche con Jay haciendo ese complicado, importante y extenso proyecto de biología... claro, como si el profesor de dicha asignatura tuviera tanto interés por los trabajos especiales.

Louis no quería irse aún, una noche le parecía una limosna de tiempo con el ojiverde después de haberlo tenido lejos por una semana; y no es que Styles ya se fuera a ir siendo las primeras horas del domingo si no que el príncipe prometió a Minerva volver a tiempo para desayunar juntos. Era mejor llamarle ya, antes de que la mujer lo empezara a presionar diciéndole que ya debería estar en casa: era capaz de quitarle los pocos permisos que tenía, aún y así fuesen para asuntos del colegio (asuntos reales del colegio)

-Buenos días, Louis.-Escuchó la voz de la abuela del otro lado de la linea; le había atendido pronto.

-Buenos días, abuela, espero hayas tenido una linda noche.- Se sacudió el mojado cabello: recién había salido del baño del ojiverde.- Llamaba para decirte que ya voy en camino.- Observó la puerta de la habitación, de seguro Harry seguía en la cocina pidiendo algún exquisito desayuno para los dos. Deseaba tanto quedarse.

-Oh, querido, vas a tener que disculparme.- Ay, ese apodo que solía darle cuando iba a darle noticias no deseadas... o tal vez aquella ocasión era la excepción. Era algo bueno para el príncipe y su psicólogo pintorcito.- Voy a desayunar con mis amigas del club de lectura. Queremos comer juntas antes de comenzar la sesión.

-Ya veo... por mí está bien, adelante, ve.- Evitó sonar extremadamente feliz.

-Pero tú puedes hacer lo mismo, estás con tus amigos, ¿no es así? Quédate a pasar un rato con ellos. Esta semana me has dejado complacida con tus deberes, voy a atreverme a decir que te lo mereces.

-Sí... sigo en casa de Jay.- Se le escapó una sonrisa traviesa cuando Harry entró a la habitación. No es que nunca le hubiese mentido a Minerva, sin embargo, últimamente; Styles lo había hecho superar sus límites  entre tantas excusas inventadas.

-Entonces, te veré mas tarde.- Le dijo, escuchando una risita del otro lado de la linea y es que Louis había hecho tal cosa por los continuos besos del mayor en su mejilla.- ¿De qué te ríes?.- Le preguntó de inmediato, tratando de escuchar qué estaba pasando.

-Nada, sólo... los chicos y sus cosas. Está bien, abuela, te veo al rato. Cuídate.- Contestó, tratando de alejar al rizado sin éxito alguno.

-Igualmente, Louis.- Fue lo último que le dijo antes de colgarle.

Campderich dejó el teléfono de lado, terminando de vestirse al colocarse la delgada camisa de imitación de mezclilla, de un tono oscuro que resaltaba la camiseta roja de abajo.

-Te agradecería que no tengas esa cercanía mientras hablo con mi abuela.- Le reprochó, sentándose para acomodarse los converse (rojos también)

-Lo siento. Es que de mis cosas favoritas en el mundo es verte con el cabello mojado o húmedo; realmente me pone...

-Cierra la boca, Harry.- Le interrumpió, silenciandolo. 

-Ya tienes que irte, ¿cierto?.- Preguntó, mirando cómo se volvía a poner de pie.

-Eso creía yo, pero resulta que no. Mi abuela me dejó pasar más tiempo con "Liam y Jay". Así que ahora tendrás que planear una bonita mañana y parte de la tarde conmigo.- Le dijo, saliendo de la habitación en busca de un poco de comida.

Suerte que, para Harry, hacer planes de imprevisto no era un gran problema, de hecho, ya sabía a dónde lo iba a llevar después de desayunar y pasar otro pequeño rato en la mansión.

castle walls ♕ l.sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora