peonies n'royal exclusivity

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El pequeño príncipe se removía en la cama, estando muy apenas alejado del mundo de los sueños; la verdad sólo se movía por el cansancio de una sola posición porque, las ganas de dormir seguían ahí, no tenía ni un mínimo porcentaje de deseo de abandonar la habitación. 

Había tanto sueño entre sus movimientos que ni siquiera captó que amaneció solo en esa cama, misma cama que estaba demasiado desordenada como para que en ella sólo haya dormido una persona... o para que sólo haya sido utilizada para descansar. Esa mañana se presentaba nublada por lo cual, no se sentía que el día fuera aclarando según el avance de los rayos del sol: "deben de ser como las diez, mejor me levanto ya" pensó tiny sea con ojos cerrados y, cuando fueron abiertos para verificar la hora en el celular, se encontró con tremenda sorpresa; pasaba de la una de la tarde. Un nuevo récord en su vida, uno que le sorprendía y no le hacía estar muy orgulloso. Entre el baño y otros arreglos personales, terminó bajando casi a las dos.

-¡Bertha!.- Le llamó desde el pie de la escalera y es que la mujer había desarrollado como una alarma en el cuerpo que le ayudaba a escucharlo aunque estuviera en el rincón más lejano de la mansión, había acostumbrado al chico a no tardar nada en aparecer frente a él. Dicha tarde, no fue la excepción. 

-Joven Louis, buenas tardes. No había querido molestarlo, pero estaba apunto de ir a revisarlo; nunca se había despertado tan tarde.

-Cállate, nana.- Levantó la mano frente a su rostro; en signo de que no omitiera ningún comentario más.- No me lo recuerdes, no me enorgullece haber perdido tantas horas en la cama.

-No tiene porqué sentirse así después de la noche tan ajetreada que tuvo.- Contestó, haciendo que Louis le mirara de nuevo: ¿a caso había escuchado la situación con Harry?

-¿Por qué lo dices?.- Trató de sonar normal, sin embargo, únicamente consiguió un tono inquisitivo algo intimidante. 

-Ahora resulta que lo olvidó: me refiero a la caminata que tuvo ayer por la noche y con eso de que se encontró con el joven Harry, me imagino que le dejó agotado tanto física como emocionalmente.

-Ah... sí.- Suspiró con alivio- "No sabes lo cansado que me dejó Harry" se le cruzó por la mente mientras observaba a Bertha.- ¿Y tú cómo dormiste? ¿No escuchaste nada? Quiero decir... con la tormenta tan fuerte.- Se apresuró a corregir.

-No escuché nada, joven. En cuanto toqué la cama me dormí, estaba muy agotada. La lluvia siempre me relaja, no importa si es muy leve o toda una tormenta.

-Me alegra que hayas descansado.- Sonrió en forma de alivio más que de cortesía.- ¿Sabes a qué hora se fue Harry?

-Como a las once me lo encontré bajando las escaleras. Dijo que se iba porque la señora Anne ya lo quería en casa. Deseaba despedirse de usted, pero no quiso despertarlo.

-Uhm...-Murmuró muy a penas.- Tengo hambre, haz que me preparen algo.-Ordenó al cambiar de tema, empezando a caminar hacia el comedor. Trataba de que su caminata no reflejara el considerable dolor que le había dejado el ojiverde.

-En seguida, joven Louis.- Aceptó la sumisa mujer, girando hacia la cocina; al lado contrario que había girado el menor.

-Nana.- Le interrumpió el paso.- ¿Quién dejó esas rosas ahí? Mi abuela repudia ver en la mansión otro tipo de flores que no sean las orquídeas; si las quieres conservar, bien, pero desaste de ellas mañana, a primera hora.- Dijo, observando las flores a unos dos metros de distancia en la amplia mesa del comedor.

-Ninguno de los empleados hemos dejado esas flores ahí y, no s.on rosas, al menos eso fue lo que dijo el hombre que las trajo, dijo que eran...

-Peonías.- Completó el chico cuando estuvo a centímetros del exuberante ramo de flores rosa pastel.- ¿Quién envió esto? ¿La abuela tiene pretendiente?.- Se rió mientras contemplaba cada flor: la mayoría apenas eran botones, sólo algunas dos del ramo habían comenzado a abrir sus densos y sedosos pétalos.

castle walls ♕ l.sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora