Nahoya Kawata

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Habían tenido, como pareja no oficial y aunque aún no fueran oficiales, ambos parecían serlo, en la cita varias personas no pararon de decirles cosas como: "Hacen una hermosa joven pareja.", "se ven muy tiernos y felices juntos, espero que siempre sea así.". O un montón de cosas más por parte de gente que ni siquiera conocían.

Pero ya que, apesar de que les avergonzaba un poco demasiado que les dijeran esas cosas sin ser oficiales, les gustaba y a veces les incomodaba, era uno de esos gustos que no sabes porque te gusta porque al mismo tiempo te incomoda.

Sí, así de confuso era.

Caminaban bajo la fria noche iluminada por la luna y las estrellas, hablando, diciendo chistes malos (muy malos) y riendose de sus chistes.

Pero llego un momento en el que bostezaste y cerraste tus ojos con pereza, era tarde y ya estabas algo cansada, querías dormir al menos esa noche y no madrugar por culpa de leer. Aunque era imposible no tentarte hacerlo.

Nahoya no paso tu bostezo desapercibido, primero se asusto por pensar que te estaba aburriendo pero luego se dio cuenta de que estabas cansada.

El chico corrio hasta estar de espaldas a ti agachandose mientras echaba los brazos para atrás.

-Sube, para que descanses en lo que llegamos tu a casa. -Decía con una sonrisa.

Tú asentiste contenta y subiste a su espalda, el chico se levanto cargandote ahora en su espalda y tu dejaste caer tus brazos al frente y recostaste tu cabeza en uno de sus hombros.

Tus ojos comenzaban a cerrarse por la comoda posición en la que te encontrabas, pero el chico que te cargaba volvió hablar.

-Me gustas _________. -Te dijo el chico, el aún sonreía, como de costumbre.- Y se que ya lo sabes, te lo dije hace un tiempo, pero quería volver a decirtelo. -Se río un poco.

-También me gustas, Nahoya. -Susurraste algo cansada pero aún así sonreíste levemente.- Me gustas mucho. -Acercaste lo más que pudiste tu rostro a su mejilla y la besaste.

Ambos estaban levemente sonrojados y en silencio, pero el ambiente que había entre ustedes simplemente, daba las vibras de el un cuento de hadas, aunque el suyo era real.

-_______. -Te llamo. Al escuchar que no respondías pensó que estarías dormida, aunque hizo su pregunta igualmente.- ¿Quisieras ser mi novia?

-Te habías tardado, estaba a días de decirtelo yo. -Te reíste levemente.- Sí, quiero ser tu novia, Nahoya Kawata.

Tokyo Revengers | ONESHOTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora