Emma Sano

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N/A: En está historia se trata una relación lesbica, así que está demás decir que esto continene romance lgbtq+. Así que si no le gusta este tipo de contenido le invito amablemente a que se retire.

Estaban en una cafeteria y estabas comiendo unas donas que por dentro tenían mermelada, estabas como una niña pequeña que le compraron un nuevo juguete.

Emma sonreía al verte comer tan feliz, la verdad siemprr que tenían citas en algún restaurante solo pedía un café o algo ligero que se pueda comer con las manos para poder verte comer tan feliz, era algo que le gustaba hacer le parecías tierna.

Al terminar de comer tu dona chupaste tus dedos con la misma sonrisa pero luego en tu rostro se instalo un puchero triste, esto alarmo un poco a la rubia.

-¿Que pasa? -Preguntó preocupada la rubia que estaba sentada frente a ti.

-Ya no queda dona. -Expresaste con un puchero.

Ella se río y llamo al camarero para que traiga tres donas más, dos para ti y una para ella.

Al traerlas le sonreíste y de nuevo comenzaste a comer como una niña pequeña, al terminar se levantaron y cada una dio una parte para  completar lo que compraron.

Salieron del restaurante tomadas de la mano, mientras hablaban Emma se percato de algo que había estado ignorando, tenías mermelada en la mejilla.

-Espera. -Te hizo detenerte de golpe.

Busco algo en su bolso y saco un pañuelo comenzando a limpiarte la mejilla, hecho esto te dio un beso en la frente.

-Me gustas mucho. -Afirmo de la nada.

Tu sonrojada, nerviosa y sorprendida dijiste.- ¿Por qué lo dices? -Apartaste la mirada.

-No tengo que tener una razón para decir que me gusta mi novia. -Te respondió.- oh hacer algo como esto.

La chica te tomo de la mano y caminaron hasta un pequeño parque, no estaba lleno de gente pero si había varios niños y muchas palomas.

-¡Mi novia es muy atractiva! -Gritó.- ¡Me gusta mucho! -Continúo gritando. Avergonzada cubriste tu rostro y al verte se río un poco dejando de gritar.- Gracias por su atención. -Finalizó con una reverencia de princesa en forma de burla.

Ambas rieron y entre risas te abalanzaste a ella pasando tus brazos por su cuello, pegaron sus rostros y sus respiraciones chocaron, hiciste que tus labios rozaran con los de ella.

La chica esperando el beso cerro sus ojos y la complaciste uniendo sus labios en un tierno beso.

Tokyo Revengers | ONESHOTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora