Tokyo Revengers | ONESHOTS

Kazutora Hanemiya

;;Pedido por aleep21_. LAMENTO HABERME TARDADO TANTO, espero que lo disfrutes al menos :')♡

Estabas parada frente al chico de cabello bicolor, estabas mirandolo analizando cada una de sus facciones, parecía un bebé dormido. Por eso te debatias mentalmente si despertarlo o dormir en el suelo.

Al final te terminaste decidiendo por despertarlo, pero tampoco lo ibas a intentar mucho no querías que se enojara y mucho menos sabías si iba aceptar que durmieras con el.

Nerviosa te agachaste y empujaste un poco su hombro con un dedo, el ceño del chico se frunció pero volvió a relajarse automaticamente.

Suspiraste, entonces pusiste tu mano en su hombro moviendolo de una forma un poco más fuerte pero no mucho.- Hey, Kazutora. -Lo llamaste susurrando.

El chico emitio un sonido de incomodidad anted de que su rostro se arrugara apretando sus ojos y luego abrirlos poco a poco.

-¿Que quieres? -Dijo con voz ronca mirandote más dormido que despierto.

-... -Te quedaste callada lo cual llamo su atención, pero tampoco dijo nada para forzarte hablar. Mordiste tu labio inferior con fuerza y luego suspiraste, ya lo despertaste era mejor decirle.- ¿Puedo dormir contigo?

Estuvieron en un largo silencio antes de que el chico respondiera a tu pregunta, en ese silencio que parecía en el cual moririas de vergüenza.

-Ya. -Dijo aún ronco.- Acuestate.

Sonreíste feliz y tomaste tu almohada que habías dejado en el suelo desde y se dio vuelta y se hizo hacia el otro lado para dejarte un pequeño espacio, te arropaste con la sabana y te acostaste de lado mirando la espalda de el chico.

Te le quedaste mirando varios minutos intentando que te llegara el sueño, pero en lugar de eso inconsientemente te acercaste abrazandolo, ocultaste tu rostro en su nuca y sentiste como se tensaba rápidamente al sentir tu respiración.

Pensaste que lo incomodabas así que intentaste alejarte pero tu acción fue interrumpida cuando sentiste como tomaba manos.

-Quedemonos así. -Dijo susurrando.

-¿Seguro? -Preguntaste dudosa.

-No te estoy preguntando.

Soltaste una leve y pequeña risa nasal, volviendo a esconder tu rostro en su nuca, después de varios minutos ambos se quedaron dormidos en aquella posición.