CAPÍTULO 25 "MI COMPLEMENTO"

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Dos meses después
Me levante de la cama y fui al baño, abrí la llave de la regadera y mientras se calentaba me fui quitando la pijama.
Entre a la ducha y me remoje en el agua caliente, mientra me remojaba, cerré mis ojos y me relaje. Me sentía tan relajada que casi sentía que me quedaba dormida.

Salí de mis pensamientos al sentir unas manos en mi espalda, me gire y vi a Norman.
Sonrió y quito mi cabello de mi rostro.

-Buenos días, esposa. -Sonrió.

-Buenos días. -Dije feliz.

Me tomo del rostro y me plantó un beso en los labios. Me acerque y lo abrace lentamente.

Narra Sam
Joe y yo estábamos tomando una copa en mi despacho y nos pusimos a hablar sobre muchas cosas, sobre todo nuestros hijos.

-Norman y Caroline han viajado mucho en estos dos meses. Creo que ya es hora de que regresen, y vean la sorpresa que les tenemos. -Dijo Joe feliz.

-Lo sé. Aunque espero que Caroline acepte nuestro regalo, porque tengo el presentimiento de que se va a negar. -Levante una ceja.

-La convenceremos... Además, creo que ya es hora de que regresen a casa ¿No crees?. -Frunció el ceño.

-Tienes toda la razón. Los llamaré. -Sonreí.

Narra Caroline
Norman se sentó en la cama y yo me senté encima de sus piernas, para poder rasurarle la poca barba y bigote que tenía.

-Carlos y Minxie, con medio año de noviazgo van a vivir juntos y ver como se dan las cosas en su noviazgo y nosotros... Con unas semanas de conocernos, dos meses y medio de noviazgo, tres meses de un break, cinco meses de planeación de boda y dos meses de casados, siento que eres la persona con la que me voy a quedar para siempre. -Dije mientras le rasuraba la barba.

-Si... Lo que pasa es que a mí no me gustan las promesas de amor y palabras empalagosas que se dicen todos los demás...

-¿Por qué no? A mí me parece que es algo muy lindo... Obvio no quiero que me digas "Eres el azúcar de mi café, la luz de mis ojos, el aire que respiro". -Dije con voz dramática. -Solo quiero que de vez en cuando me digas cosas bonitas y algo así.

-Es que los momentos más bonitos y felices de mi vida han durado muy poco... Creo que lo más estable y bonito que tengo en mi vida... Eres tú.

Sonreí y a su comentario y me miró con una sonrisa de lado, yo seguí rasurando su barba, como si nada hubiera pasado, solo que si, con una sonrisa.

-A veces siento que tú y yo somos, como amigos, me siento como si fuera tu amigo... Solo con la diferencia de que hacemos el amor.

-Wow. ¿Entonces tú y yo, somos amigos y nada más?... Bueno. -Suspiré. -Entonces. -Dije mientras bajaba los tirantes de mi blusa. -Cuando volvamos a casa, disolvemos nuestro matrimonio. -Me acerque un poco a su oído. -Y seremos buenos amigos.

Norman soltó una risilla y me tomó con fuerza de la cintura y me jalo con fuerza, tanta fuerza que ambos caímos al suelo y él quedó encima de mí.

-Si vas a seguir preparando lasagna, solo como tú sabes hacerlo, rasurarme mi barba cada que me crezca y tener sexo salvaje conmigo en la ducha, en la cocina, en la recamara...

-Sexo salvaje. -Dije entre risas.

-Entonces si quiero estar contigo el resto de mi vida... Y he de decir que eres más que el aire que respiro y el azúcar de mi café. -Dijo mirándome fijamente. -Eres mi complemento y no te quiero perder, nunca.

Se inclinó y me beso lentamente, sus besos bajaron  a mi cuello y bajó lentamente mi blusa, pero antes de hacer algo más, mi celular comenzó a sonar.
Estire la mano a la cama, pero no lo alcanzaba.

-No contestes. -Dijo sin dejar de besarme.

-Puede ser papá. -Reí.

Tomé el celular y si, era mi papá. conteste la llamada y hice a Norman a un lado.

Llamada telefónica
-Hola. -Dije nerviosa.

-Hola cariño, ¿Cómo están?. -Preguntó feliz.

-Bien. Estamos bien, ahora estamos en España y es muy hermoso el lugar. -Sonreí.

-Que bueno... Lamento llamarte para esto, pero... Joe y yo necesitamos que tú y Norman vuelvan... No es nada malo, solo que ya los extrañamos y han sido dos meses largos.

-Si papá, hablaré con Norman y mañana estaremos allá en casa.

-Bien... Los esperamos.
Fin de la llamada telefónica

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