CAPÍTULO 34 "BEBÉ"

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Norman se acercó y me miró con los ojos llenos de lágrimas. Sonrió de lado y habló.

-¿Por qué te gusta darme esta clase de sustos?. -Pregunto al borde del llanto y riendo. -Ya es la segunda vez. -Rio.

Se acercó y me abrazo con cuidado y me dio un beso en la mejilla.

-Perdoname. -Dije en voz baja.

-Si te hubiera pasado algo más no se que hubiera sido de mí. -Dijo mirandome fijamente. -Sentí que mi alma se cayó al piso cuando el doctor me dijo que habías fallecido.

-Ya no lo repitas hijo. -Dijo Joe interrumpiendo. -Lo bueno es que Caroline esta bien... Pero ¿Y el bebé?. -Dijo mirandome.

-¡Es verdad! -Exclamó papá.

Papá salió del cuarto y corrió a buscar al médico. Los tres reímos a su acción.

Cinco meses después
Lo de hace cinco meses, había sido un milagro, estuve muerta por varios minutos y regrese a la vida, no sólo yo, también mi pequeño o pequeña bebé. El doctor dijo que era algo imposible, pero que era real, todo estaba en orden. Fue una locura que me sorprende haberla vivido yo.

Norman y yo habíamos decidido que sabríamos el sexo del bebé el día de su nacimiento, y la verdad es que la espera la sentía eterna. Yo quería saber ya si era un niño o una niña lo que nadaba en mi pancita, pero debía tener paciencia, yo sabía que la espera vale la pena.

En fin. Norman y yo estábamos en la playa mirando el atardecer y había un silencio que duró por varios minutos.
Estábamos sentados en la arena, mirando el atardecer y nuestras manos estaban entre lazadas.
Me gire y lo mire un segundo y sonreí, en eso el se giro y hizo lo mismo.

-¿Qué?. -Pregunto sonriendo.

-Nada, solo que ahora me siento más feliz y tranquila que nunca. -Dije feliz.

Se acercó a mí y me dio un pequeño beso en los labios.

Nos miramos a los ojos unos segundos, y de la nada sentí un pequeño cólico en mi vientre y hice un gesto.

-¿Todo bien?. -Frunció el ceño.

-Creo que si... -Sonreí de lado. -Solo que me dolio un poco el vientre. -Dije despreocupada.

De un momento a otro mi fuente se rompió y Norman salto y se puso de pie. Yo me alarme y no supe que hacer, entonces Norman me tomó de los brazos y me ayudó a levantarme.

-¡Norman, tengo miedo!. -Exclame asustada.

-Tranquila, todo va salir bien.

(...)
En un momento a otro, ambos ya estábamos en el hospital.
Yo estaba en la camilla con los dolores aumentando y disminuyendo que ya me estaba volviendo loca.

-Okey... Caroline, debes relajarte  y...

-¡No puedo!. -Grite interrumpiendo a la doctora. -Me duele mucho.

-Pero cuando lo hicimos no le dolía tanto, incluso pedía más. -Dijo Norman.

Le di un golpe en el estómago y note que la doctora soltó una risilla.

-Solo necesito que pujes con todas tus fuerzas. -Dijo la doctora mirandome fijamente. -Tú puedes.

Asentí y tomé la mano de Norman y puje. Lo hice con fuerza, sentí algo en mi vagina y me relaje.

-Vamos Caroline. Una vez más, hazlo con fuerza, vamos.

Tomé aire y volví a pujar, pero esta vez sentí que algo salía de mí y solté un grito, en eso lo escuché llorar y mi expresión de dolor cambió a una de relajación.

Norman se acercó y le entregaron al bebé.

-Es un niño. -Dijo mirándolo feliz.

Me acerco al bebé y sonreí al verlo. Me dio mucha felicidad verlo que hasta solté unas lágrimas, no pude evitar darle un pequeño beso en su mejilla, se sentía tan suave.

-Ya somos papás. -Dijo Norman feliz.

-Estoy tan feliz amor. -Dije sonriendo.

Norman se acercó a darme un beso en los labios y después miramos embobados al bebé.

Fin.

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