-Flashback-
Estaba acostada en la habitación matrimonial de la casa de verano, entre los brazos de Peter, se escuchaba el sonido de la lluvia, era un día gris.
Volteé para mirarlo, estaba dormido, rocé mi nariz sobre la suya y abrió sus ojos.
-A cualquier persona ya la hubiese mandado al diablo-me lo susurró con carita de sueño, me reí.
-Pero no soy cualquier persona, soy Mariana-elevé mis cejas coqueteando con él.
Besé reiteradas veces sus labios, él me sonrió con sus ojitos chinos.
-A veces esta bueno hacer nada..-Peter me lo susurró en el oído, después mordió suavemente el lóbulo de mi oreja- o no
Ambos nos reímos.
Entendí rápidamente hacia donde iba la cosa.
La realidad era que solo nos quedaban dos días para tener la casa libre de mis papás.
Peter hizo caricias en mi pelo y me quedé mirando sus ojos tan expresivos, noté que había una especie de mensaje que no estaba pudiendo descifrar.
-Ya vas a extrañarme cuando vuelvas al país de la comida chatarra-lo molesté despeinando su pelo.
-Tal vez, tal vez-se rió sobre mi boca.
Dándonos besos y acariciándonos tuvimos una mañana pasional, pasamos horas sin salir de la cama.
-Tengo la necesidad de comer-me puse una remera grande y un short suelto.
Peter también se vistió y fuimos a la cocina en distintos tiempos para no ser más obvios de lo que ya éramos.
Me puse a preparar tostadasc cuando Peter se alejó Candela elevó sus cejas.
-¿Pasaron linda la mañana? Digo, no aparecieron y recién van a desayunar-ella se rio en mi cara.
-Estas pensando cualquier cosa
-¡Que caradura!-Candela soltó una carcajada- tu secreto esta a salvo conmigo.. Eugenia si se entera te mata, es su bebito protegido de todo mal, aunque tengan la misma edad
-Esta bien mamá, gracias por tu silencio-me reí y suspiré.
-¿Jugamos un juego de mesa?-apareció Eugenia- ¿porque estás recién desayunando Lali? Vamos a almorzar en un rato..
-¡¿No puedo comer tostadas porque se me antojan?!-me molesté algo- cuando termine juego con ustedes
Eugenia se alejó hasta donde estaba Peter, besó su mejilla y le sacó la tostada que estaba comiendo solo para molestarlo.
-Es una nena-me reí observándolos desde lejos.
-Son dos nenes-Candela me corrigió coincidiendo.-Fin del flashback-
Otro día y otro almuerzo multitudinario.
Benjamín se paró al lado de la parilla para aprender de mi papá como hace un asado.
-¿Hace falta ayuda en la cocina?-pregunté por preguntar.
-Podes preparar la ensalada-mi mamá besó mi mejilla- una de las pocas cosas que te salen bien en esa área
Hasta mi propia mamá me gastó, le saqué la lengua y di media vuelta para dirigirme a la cocina.
Candela sacó una bandeja con panes recién salidos del horno.
-Esto es lo mío-se rió-debería mandar al diablo mi emprendimiento de ropa y dedicarme a esto
-O podes hacer las dos cosas-elevé mis cejas, empecé a cortar verduras.
-¿Y dejar de tener tiempo para vivir? No gracias-me sonrió- este es solo un hobbie
-Y es muy buena-Andrés apareció, la abrazó por atrás y besó su frente.
-Vos porque me amas-ella le dio un beso.
-Que cursis, Dios-me reí y saqué de la cocina a Andrés simulando darle patadas,
-Sos la menos indicada para hablar, cuando eras adolescente y pasaste un verano en esta casa te atrapé en situaciones mucho peores-se rió de mí.
La fulminé con la mirada.
-Dejá de remover el pasado
-¿Acaso te molesta recordarlo? Recordar el que no fuiste capaz de hablar cuando tuviste la oportunidad..-ella elevó sus cejas.
-Solamente no hablemos más de esto-suspiré, agarré la ensaladera y llevé la ensalada a la mesa.
Me senté al lado de mi novio cuando estuvo todo servido.
Frente a mi se sentó Peter con su novia Delfina.
Traté de evitar su mirada, estaba aguantando la tentación de mirarlo a los ojos.
Me tomé cuatro copas de vino y salí al frente de la casa para tomar aire, había entrado en calor.
-¿Estas bien?-Peter se preocupó- tomaste mucho, ¿cierto?
-¿Acaso te importa?-elevé mis cejas.
-Me importa tu bienestar, te pregunto como lo haría con cualquier otra persona
Me reí.
-Como cualquier otra persona..-suspiréx
-¿Acaso te pasa algo conmigo?-me tomó del brazo y me quedé mirando su agarré, me solté de él.
-Nada...-lo susurré medio mareada.
-No estas bien..-se dio cuenta.
Me acompañó hasta la habitación, me ayudó a subir las escaleras.
-No hacía falta...-lo miré desde el otro extremo de la cama.
-¿Te está pasando algo últimamente? Estas.. Estas rara.. Lo siento, lo percibo.. No estas siendo vos al cien por ciento-suspiró, se acercó hasta donde estaba para sentarse, despejó mi pelo de mi cara.
-Yo.. Sigo en la búsqueda de encontrarme nuevamente, solo me doy cuenta de quién soy cuando canto, hago música o actúo-me sinceré- después.. Después me siento rara, como lo que vos me decís..
Me quedé con la mirada perdida, Peter levantó mi cara con una de sus manos para que lo mirara.
-Siempre vas a poder hablar conmigo, existen los mails, las videollamadas, los mensajes..-esbozó una pequeña sonrisa para animarme, lo conocía demasiado- tal vez puedo ayudarte en algo, no lo se.. Estoy para vos Lali
Asintió con la cabeza y él me dio un abrazo.
Cerré mis ojos por un momento volviendo a ser esa adolescente que fui, esa que estaba muy perdida.
En Peter había encontrado el más lindo de los refugios, sabía que él nunca me haría mal, siempre lo supe.
Me aparté cuando se me cayeron algunas lágrimas.
-¿Estas llorando?
-No se.. Estar acá, en este lugar me sensibilizó creo, hace años no venía-suspiré secándome las lágrimas con la manga de mi remera.
-Muchos recuerdos, pero en su mayoría lindos, ¿no?-me miró a los ojos.
Asentí con la cabeza.
-Mejor.. Mejor duermo una siesta para que se me vaya el efecto del vino..-cambié de tema-¿te molesta?
Peter negó con la cabeza, antes de retirarse me dio otro abrazo cálido, eso me erizó la piel.
-Descansá La-me lo susurró desde la puerta, la cerró.
Cerré mis ojos después de recostarme, ¿que había sido todo esto?
Nunca fui de llorar, pero una fibra de mi interior se sintió tocada.
El pasado es algo que me atormenta, lo que pude decir pero no tuve el valor de decir, mi declaración nada más ni nada menos que de amor.
Intenté descansar un rato hasta reponerme.No hice acto de presencia a la tarde, me dormí profundo.
-Alguien va a tener mucha energía esta noche-Benjamín se rió al verme bajar las escaleras, me dio un abrazo y me dejé abrazar-todos se fueron a la playa para tomar mate, te estuve esperando
-Sos tan bueno-le di un beso en la mejilla-vamos con todos
Caminando llegamos hasta la orilla y el sol se estaba poniendo.
-En Uruguay esta la ceremonia del sol, cuando se esta poniendo todos aplauden-Peter contó, volteé a verlo y una sonrisa se había asomado sobre sus labios.
-¿Conoces Uruguay?-pregunté por preguntar.
-Mi familia es de allá, pero nos mudamos a Estados Unidos cuando yo era bebé-Delfina nos contó- fuimos a Uruguay con Peter a ver a mis abuelos, lo aman
-Todos aman a mi adorado Pitt-Eugenia le sonrió orgullosa.
-A veces Eugenia es como otra madre-él la molestó, todos nos reímos.
Tomando mate nos quedamos hasta que el clima se volvió más fresco.
Volvimos a la casa y Peter se puso a jugar con Benjamín al ajedrez.
-Te gané-celebró Peter elevando sus cejas.
-Podras ganarme en un juego pero no tenes al mejor premio-Benjamín me besó los labios-con ella tengo el premio mayor
Quise hundirme, desaparecerme de la vergüenza por lo que había acabando de pasar.
-Yo no soy un premio-agregué algo molesta.
Salí al jardín y Benjamín corrió atrás mío,
-Solo jodía-me dio un abrazo, suspiré y volteé a mirarlo- sabes que te amo, ¿no?
Asentí con la cabeza.
Me dio un beso.
-Te amo-me lo susurró y me dio su mano, lo agarré y volvimos al interior de la casa.
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Volviendo a Diciembre
FanficLlegó Diciembre y con eso el aroma de los jazmines, al volver a la casa de la costa a la que no iba hacer años recordé entonces aquél verano donde dejé ir a la persona que se transformó en el más amoroso inquilino de mi universo, Peter Lanzani, un a...