Capítulo 28

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El Miércoles llevé a Peter al estudio de grabación, quería mostrarle todo lo que estaba preparando para el disco nuevo.
-Se viene potente eh-elevó sus cejas sonriéndome.
Me acerqué a él y lo rodeé con mis brazos dándole un abrazo fuerte, sentido.
-Me alegra que te guste, lo estoy haciendo con mucho amor y dedicación-asentí con la cabeza.
Cerca del mediodía antes de almorzar caminamos por los lagos de Palermo, lo bordeamos y le di de comer a los patos.
-¿Nos llevamos uno?-Peter bromeó y me reí divertida.
-Will se lo come
-Will es tonto, se lo confunde con otro perro-Peter me sonrió como un nene y no me contuve, lo besé agarrando su cara entre mis manos.
Caminando buscamos un restaurante para poder almorzar, quién se acercó hasta donde estábamos nosotros fue Eugenia.
-Me hice un recreo en pleno proceso creativo para verlos a los dos, más a Peter que mañana se me va-ella se estiró sus brazos y su primo la agarró de las manos- voy a llorar
-Ey, acá la única con derecho a llorar soy yo-elevé mis cejas mirándola.
Pedimos comida, yo terminé pidiendo milanesas con papas fritas.
-Esta obsesionada con esa mierda aceitosa, las papas fritas-Eugenia me mandó al frente.
-Poquito de eso eh-Peter me retó, terminé asintiendo con la cabeza.
-Esta bien papá-me reí.
-Así que hoy ven al bebito-Eugenia nos miró con ternura y después detenidamente a Peter- debe ser una miniatura como Lali
-No lo dudo-él soltó una carcajada.
Pedimos helado y me comí todo, cuando terminé Peter y Eugenia estaban mirándome.
-¿Qué?-les respondí algo mal humorada.
-Nada, te alimentas bien-Peter elevó sus cejas.
-Volvió la Lali bipolar-Eugenia molestándome, cuando no, agarré mi servilleta, la abollé y se la tiré a la cara.

Por la tarde realmente llego EL momento que ambos habíamos esperado.
Esperamos afuera del consultorio hasta que nos dejaron pasar, Peter se quedó a mi lado después de que levanté mi remera y me pasaron el gel.
-Me dio frío-me reí algo nerviosa.
Cerré mis ojos antes de ver la pantalla porque me gustaba escuchar el sonido del latido, lo escuché, acelerado, otra vez se me puso la piel de gallina, era como escucharlo por primera vez.
Cuando abrí mis ojos Peter estaba emocionado, estábamos los dos al borde del quiebre, como la emoción a flor de piel, y los pelos del brazo erizados.
-Y acá nuestro bebito-fue todo lo que pude decir porque la voz me tembló, estábamos viendo a quién nos iba a hacer experimentar sensaciones y sentimientos nuevos, a nuestra sorpresa que llegó para quedarse.
Peter no paraba de mirar la pantalla, después me miró con una sonrisa y besó mis labios.
-Vamos a enfrentar esta nueva etapa juntitos, ¿sí?-rozó su nariz con la mía, asentí con la cabeza alegre.
Después de la ecografía salimos de la clínica y nos sentamos en el banco de una plaza para procesar la información.
-No puedo creer lo chiquito que es-Peter levantó su cara y me miró a los ojos.
-Y bueno.. Era cantado-bromeé riéndome.
Él me hizo una caricia en la cara mirándome detenidamente, deseé tanto poder estar leyendo sus pensamientos, ¿qué se le pasaba por la cabeza?
-Pit.. ¿Que vamos a hacer? Mañana desayunas y te vas ya..-saqué a la luz el tema del cual no quería hablar, me ponía triste-¿pensaste algún plan?
Él soltó un suspiro y negó con la cabeza.
-No lo sé.. No puedo irme de allá..-me miró con sus ojitos brillosos- no quiero que te sientas mal, que creas que te abandoné y todas esas cosas..
-Sé que no va a ser así.. Pero eso no resta el que vaya a extrañarte-se me formó un puchero-perdón, ando muy emocional
Antes de que me viera llorar lo abracé, apoyé mi cara sobre su pecho y él acarició mi pelo suavemente.
Siempre me sentí rara, algo incomprendida, que me faltaba algo, vacía, pero era porque me faltaba él, desde que nos conocimos él me me completó por completo, nos completamos mutuamente, por eso cuando se fue volví a sentirme tan vacía, perdida.
-No me llores mi La la land-besó mi frente- no lo hagas, cuando menos lo esperes vamos a reencontrarnos nuevamente
Cerré mis ojos no muy segura, pero igualmente asentí con la cabeza.

Cuando oscureció y llegó la noche decidimos cenar solos, a solas, fuimos a un restaurante de Puerto Madero solo para tener la excusa perfecta de arreglarnos.
Comimos y tomamos gaseosa, por motivos obvios y después decidimos caminar.
-Los zapatos no son los adecuados..-le mostré a Peter que llevaba tacos, él soltó una carcajada.
-No podes con tu genio, siempre tenes que medir dos metros-se rió y me cargó levantándome del suelo-¿queres que camine llevándote así a todos lados? ¡Lo hago!
-Tonto-le sonreí mirándolo boba.
Él me hizo una caricia en la cara después de dejarme sobre el suelo.
-Vamos.. Vamos volviendo.. Mañana tenes que madrugar-hice un esfuerzo para que la voz no se me quebrara.
Peter manejó hasta la puerta de mi edificio y metimos el auto en la cochera, después subimos por el ascensor, entramos a mi departamento y nos recostamos en la cámara, volteé para mirarlo a los ojos.
-Quiero verte así.. Con esta paz.. La paz de este momento, porque después sos un culo inquieto que hace mil cosas-se rió de mi- y memorizarte para pensarte cada vez que te extrañe...
Me acarició el pelo y me emocioné.
-Me volví lo que toda la vida juré destruir, lloro mucho mucho Pit-me reí poniéndole humor al momento, él se rió- yo también estoy memorizándote...-le hice una caricia en la punta de su nariz.
-Lali hay algo... Una pregunta tonta que quiero hacerte desde que te conocí básicamente... ¿Serías mi novia?-sus palabras me tomaron por sorpresa, ¿qué?
-Me pedís ser tu novia para vivir una historia a larga distancia..
-Creo mucho en que si hay amor todo se puede.. Solo me pareció lindo decírtelo en vivo, no por teléfono como la última vez, pedírtelo acá, en un lugar común y corriente, pero en el que amo estar, juntitos, en la cama.. Donde siempre nos mimamos-sus ojitos brillaron- tal vez para vos es una tontería.. Pero yo quiero y elijo apostar a lo nuestro
Sus palabras, a pesar de todo, no dejaron de sorprenderme.
Miré sus ojos y terminé asintiendo con la cabeza.
-Sí Peter, sí Pit-se lo susurré acercándome aún más- sí..
Besé dulcemente sus labios y él me rodeó sus brazos, me sentí alegre, yo también estaba apostándolo todo.

Sonó el despertador y fue la despedida más dulce que nunca imaginé, apasionada, terminamos en la ducha demostrándonos una última vez más como nos íbamos a extrañar.
Cuando estábamos listos manejé hasta la terminal de aviones para llevarlo a Peter, había periodistas, pero no me importé, lo abracé fuertemente antes de soltarnos, lo besé.
-Nos vemos a la vuelta-me saludó por última vez con la mano.
El "Nos vemos a la vuelta" se quedó rebotando en mi cabeza porque no sabía con certeza cuando iba a poder ser, con un sabor amargo me senté en el asiento del auto, aceleré el motor después de poner la radio para distraerme, justo pusieron el tema que compuse pensando en mi relación con Peter, Del otro lado.

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