Volviendo a Diciembre

Capítulo 20

Iba a separarme de Peter y ponerme firme cuando quién se puso firme fue él, lo cual no lo vi venir.
-Yo sí te elijo Lali-me hizo una caricia en una de mis mejillas- te quiero en mi presente, dejá de pensar en el que dirá la gente, quién vive nuestras vidas al fin de cuentas somos nosotros..-eso último me lo susurro sobre mis labios, eso hizo que se me aflojaran las piernas, por suerte él me sostuvo de la cintura-solo nosotros sabemos por todo lo que atravesamos.. Y solo nosotros sentimos cosas..
Cuando dijo eso todas mis alarmas se encendieron, ¿Peter siente cosas?
Él esbozó una pequeña sonrisa después de besar mi frente.
-Quiero.. Quiero que pienses más en vos-él no le soltó- yo por primera vez en mi vida quiero también poder pensar en mi, y sé, siento que te quiero conmigo
Las palabras de Peter fueron una declaración preciosa, se me erizó la piel, dejé de pensar en todo, lo abracé sin intención de soltarlo.
Hace diez minutos atrás tenía una visión distinta, quería alejarlo de mi, pero sus palabras me hicieron "recapacitar", no siempre en la vida uno conecta de esta manera con el otro.
-Solo prometeme que no vas a dejar de ver a Tomás, Delfina me dijo...-noté el error que cometí por su cara, Peter elevó sus cejas.
-¿Ella te hablo?-Peter se sorprendió, terminé aceptándolo, asentí con la cabeza-ahora todo tiene sentido.. Esto sobre todo..-señaló el bolso con ropa que le preparé- si querías alejarme la respuesta es no... No va a pasar..
Él soltó un suspiro abrazándome nuevamente, me escondí debajo de su cuello cerrando mis ojos.
-Es complicado... Complicado luchar contra el mundo cuando está en tu contra, eso me hace creer que lo que estoy haciendo esta mal-me sinceré, cuando abrí mis ojos fue para dejar escapar unas lágrimas- también creo en algo, en que no todos los seres humanos logran en la vida estar en la misma sintonía junto a otro.. Y siento que nosotros.. Que nosotros sí-levante mi cara y nos quedamos mirándonos a los ojos-¿vas a cuidarme?
Esa duda fue resuelta con un beso sobre mi frente, igualmente Peter me la respondí.
-Claro..-me sonrió, fue una sonrisa chiquita, pero una que me trajo un poco de alivio, me dio la paz que necesitaba como para enredar mis brazos en su cuello, me puse de puntas de pie y lo besé, lentamente, dulce y por último pasional.
Peter me cargó y ambos nos reímos al caer sobre la cama.
En la vida no hay nada que no pueda sanar, me focalizaría en eso.
Lo besé y lo acaricié, me aferré a su cuerpo sin soltarlo, cuando nos quedamos mirándonos a los ojos lo supe, siempre había sido Peter esa persona que me faltó, muchas veces había sentido una especie de vacío, uno que no comprendía, simplemente no lo entendía.
Cuando sentí a su mano acariciar mi pelo le sonreí, iba a besarlo nuevamente cuando escuché un llanto detrás de la puerta.
-Will-lo llamé y abrí la puerta, él se entusiasmo y lo subí a la cama-¿ahora somos familia?-se lo pregunté a Peter elevando mis cejas, él se rió y asintió con la cabeza-¿no tenes que volver a Estados Unidos pronto?
-No hablemos de eso ahora, disfrutemos el momento La-besé mi mejilla.
Asentí con la cabeza no muy segura.

-Así que Peter se separó definitivamente de la señorita perfecta-Candela repasó en voz alta lo que les conté, asentí-¿y va a quedarse en Argentina?
-Creo que momentáneamente sí, no se, no hablamos mucho de eso con Peter-solté un suspiro, tome algo de mate y se lo pasé a Eugenia-¿que estas pensando?
-No lo sé.. El tiene una vida allá.. Vos tenes una vida acá.. ¿Van a fusionar lo mejor de ambos mundos?-elevó sus cejas.
-No sé como vamos a hacer, no se nada Chinita, solo estoy viviendo el ahora, ni idea que pienso hacer mañana-me encogí de hombros-además en unas dos semanas empiezo con el tour nuevo, ¡donde voy a usar la ropa linda que me hiciste!-cambié de tema.
-Vas a lucirte, lo se-Eugenia me sonrió orgullosa.
-Vamos a estar en primera fila-Candela también me sonrió-¿tenes alguna canción nueva que no conozcamos?
-Ninguna conocen-me reí- solo conocen la del videoclip, así que van a ir descubriendo canción por canción-elevé mis cejas, ellas se alegraron, nos quedamos comiendo facturas y tomando mate.
-Hola chicas lindas-Peter entró al departamento cuando era casi de noche, mis amigas no se habían ido-¿vienen sus parejas a cenar?
-Podríamos cenar en el zum del edificio.. No es mala idea-las miré.
-Esta bien, me copa el plan-Eugenia agarró su celular para llamarlo al Chino.
Hice una ensalada bajo la atenta mirada de Peter.
-Sé hacer esto, es básico, es parte del ABC de la cocina..-le saqué la lengua, él se rió.
-Esta bien-me lo susurró abrazándome por atrás.
-No hagan bebés frente a nosotras-Candela tuvo que molestarnos- acá frente a ustedes esta el hijo perruno-ella cargó entre sus brazos a nuestro perro- Will tiene que ser amigo de mi perra Maria Elena
-Y de Apolo-agregó Eugenia entre risas.
Pedimos delivery, lo único "hecho a mano" fueron las ensaladas, habíamos pedido comida para que sobre, siempre era una estrategia mía para no tener que cocinar por los siguientes días.
-Hay que ir todos al campo de los Lanzani algún día-Eugenia lo propuso.
-Es lo más el lugar, una paz-Candela asintió con la cabeza.
-¿Porque todos fueron menos yo?-me extrañé.
-Porque recién ahora estas familiarizándote con un animal-Eugenia me respondió como si fuera algo obvio-igual, mala mía, tuve que haberte llevado igual-se rió-¿Peter, la hiciste caminar sobre la mierda de caballo que hay por el suelo?
-Sí... Podemos decir que ya esta bautizada..-él se rió cuando lo fulminé con la mirada- sos linda hasta cuando queres asesinarme
Le hice una caricia en la cara mientras trataba de contener mi risa.
-Estoy curada de espanto-solté un suspiro,
Brindamos y para el postre obviamente pedimos helado.
-Amo el dulce de leche, pero me serví demasiado-le ofrecí lo que quedaba a Peter que lo recibió encantado- que lindo es.. Es poder compartir con amigos... No fueron días lindos para mi.. Para Pit y... En estos momentos uno vuelve a valorar otra vez el estar rodeada de gente buena, que se preocupa por uno, son personas incondicionales, para mi lo son..
Me puse emocional, quienes me abrazaron fueron mis amigas.
-Siempre, en las buenas, en las malas, en todo-Candela asintió con la cabeza.
-Basta de lloriquear Lali-Eugenia cambió de tema- ¡sigámosle dándome al vino!
Me hizo reír, asentí con la cabeza y acerqué mi copa para que la llenara nuevamente.