Noche buena llegó y me encontró tratando de cocinar pasta, no muchas personas hacen eso para las fiestas, la salsa seguro me salió buena, básicamente es lo único bueno que me sale a la hora de cocinar.
Cada uno preparó algo, todo lo fuimos llevando a la mesa.
Antes de seguir decorando toda la casa me fui a dar una ducha, me cambié, me puse un vestido rojo, sandalias con plataforma.
-Toda de rojo, labios color pasión, sí que soy afortunado-Benjamín sostuvo mi mano para que de una vueltita.
Los demás chiflaron cuando hice eso, me hicieron reír.
Noté en mi nuca la mirada de Peter, pero lo ignoré, lo evadí aún cuando salimos al jardín.
Delfina llevaba un vestido color amarillo, sencillo, sí que era linda la hija de puta.
Los hombres se habían puesto camisa, les quedaba pintada.
-No puede faltar el asado-mi papá nos sonrió.
-Hay comida para un mes entero-mi mamá se rió, besó la mejilla de mi papá.
El día anterior habían llegado los papás de Candela, con los míos se llevaban muy bien, todos éramos parte de una gran familia, una muy numerosa.
Comimos demasiado, eso hizo que quisiera volver a la habitación para recostarme boca abajo, pero no lo hice, esperé a que se hicieran las doce.
Estallaron los fuegos artificiales en el cielo, todos chocamos nuestras copas con sidra.
-¡Feliz navidad!-mi novio empezó con los saludos, todos nos besábamos las mejillas, cuando Peter estuvo frente a mi noté que dudó, finalmente besó mi mejilla.
-Feliz navidad Lali-esbozó una pequeña sonrisa.
-Feliz navidad-le respondí tratando de sonar buena onda.
Se alejó del resto, su novia lo besó, quién intentó separarlos y lo logró fue Tomás, Peter lo cargó y le llenó la cara de besos, el nene se rió.
Eso en el fondo me hizo sonreír, ver como él hacía feliz a otra persona, verlo a él feliz.
Simplemente tomé la decisión correcta al no haber hablado en el pasado, él no estaría siendo feliz como ahora si eso hubiese pasado.
Tomé mucho vino, todos nos quedamos celebrando hasta altas horas de la noche.
Cuando me recosté en la cama lo hice completamente mareada, tenía calor, Benjamín quería dormir abrazados pero yo estaba fastidiosa.
Me escapé de sus brazos y fui al living donde estaba el único ventilador, quién estaba también despierto era Peter, estaba en traje de baño y sin remera.
-¿Mucho alcohol?-me preguntó, asentí con la cabeza sin hablar, estaba sintiéndome terrible- yo.. Yo también-la voz le tembló.
Se puso de pie y se sentó a mi lado, corrió el pelo de mi cara, la cercanía me puso nerviosa.
-Todo me da vueltas y vueltas-me sinceré- tengo mucho calor Peter-me abaniqué con las manos.
Torpe e impulsiva me saqué la remera que me había puesto para dormir, solo quedé en brasier y short de algodón.
Noté que los ojos de Peter descendían hasta llegar a mi escote.
-No hagas estas cosas.. Soy hombre-noté que su respiración se aceleró, él también llevaba mucho alcohol en su sangre.
-¿No puedo sacarme la remera? Claro, solo los hombres pueden...-me puse a hablar acelerada, dije mil incoherencias distintas hasta que Peter puso su mano en mi boca-¿qué?-hablé aún con su mano en mi boca.
-Seguime Lali-Peter sostuvo mi mano poniéndose de pie, una corazonada errada hizo que le hiciera caso, me puse de pie y moví mi trasero para seguir su ritmo, me di cuenta de que se encaminaba a la playa.
-Todavía esta oscuro...-solté una vez que estábamos en la orilla.
-Quiero cumplir una fantasía..-no me soltó de la mano, tiró de mi hasta que ambos nos encontramos en el agua, flotando, en todo momento no me soltó.
Dejé de hacer pie y me aferré a su cuerpo como cuando nos habíamos metido al mar juntos en aquél verano, solo que esta vez todavía era de noche.
-El agua.. El agua sí que es más cálida a esta hora..-fue todo lo que pude decir.
Peter me miró a los ojos, ambos no nos sacábamos la mirada del otro de encima.
-Tenemos que volver...-corté la conversación que ni habíamos empezado.
-¿Vamos a seguir haciéndonos los estúpidos?-soltó un Peter un poco más sobrio.
-Volvamos...-quise soltarme de su agarre pero él no lo hizo- soltame Peter
En vez de eso me abrazó, me quedé desconcertada, no me alejé, mi cuerpo lo reconocía, lo necesitaba, yo necesitaba su abrazo.
Mis ojos se pusieron brillosos por la emoción, estaba experimentando un momento tan deseado por mi yo del pasado, era un encuentro, un reencuentro, eso se sintió aún más cuando Peter sostuvo mi cara entre sus manos para que lo mire firmemente a sus ojos.
Pequé, rocé mi nariz con la suya, luego mis labios sobre sus labios.
Eso fue lo último que tuvo que pasarp para que nos fundiéramos en un muy necesario beso, salvaje, apasionado, no éramos más los de antes, teníamos mucho para descubrir del otro, jugué con su pelo acariciándoselo, cuando estaba quedándome casi sin aire volví a rozar mi nariz con la suya.
Noté que la mano de Peter se posó sobre mi trasero y eso me excitó más, lo abracé por el cuello sin poder parar de besarlo.
Junté fuerzas de no se donde y paré, me detuve, supe que seguro tenía mi boca hinchada.
-Esto esta mal... Muy mal...-me avergoncé.
Me escapé de los brazos de Peter y me encaminé para la orilla, necesitaba volver a tener cordura.
Él siguió mis pasos para agarrarme de mi brazo, eso me dejó desconcertada, lo miré sin hablar, nos quedamos mirándonos hasta que Peter se resignó a hacer lo que seguro tenía pensado, me soltó.
Me fui casi corriendo hacia la casa, me di una ducha para sacarme la salitre.
Una vez lista me metí a dormir mientras un rayo de luz entraba en la habitación, ya se había hecho de día, pero yo quería dormir y evitar el buscar nuevamente a Peter, cerré mis ojos recostada junto a mi realidad: mi novio de años.La mañana navideña fue rajada, todos se despertaron en distintos horarios, ¿yo? Al mediodía.
-Que carita de sueño-Candela besó mi frente- ayer te tomaste hasta el agua de los floreros, ¿estas bien?
-Me acabo de tomar algo para la cabeza, ya voy a volver a la normalidad- me fue inevitable no bostezar.
Peter se apareció el rato y nos ignoramos mutuamente.
Almorcé desanimada, sentía un nudo en mi estómago: culpa y al mismo tiempo deseo.
-¿No se te fue el dolor de cabeza La?-Eugenia me miró preocupada, yo estaba ida, muy metida en mis pensamientos.
-Me tomé algo hace un rato, seguro ya me hace efecto-suspiró-¿como estas vos?
-Bien, arranqué la noche muy bien acompañada de mi novio-ella elevó sus cejas y se rió.
-Chico afortunado el Chino.. Que curioso que a vos te digamos Chinita y a él Chino-solté una carcajada.
-¿Vos lo pasaste bien anoche? Estabas re en una-Eugenia indagó, tomé aire y lo soltó-¿pasó algo?
-Pasó que me puse a hablar de estupideces e hice cosas de las cuales debería arrepentirme...-no pude evitar mirarla, no podía mentirle a ella.
-Tiene que ver con Peter...-Eugenia lo dijo en voz alta- te dije que no te metas ahí adentro.. No quiero que lo pases mal, que sufras, entre ella y vos es obvio que la elige a ella, es obvio, llevan una vida juntos muy consolidada
-Que buena amiga sos eh-me molesté- no puedo evitar lo que me pasa-me enojé más conmigo que con ella- estoy en crisis Chinita, estoy teniendo más o menos una crisis existencial, esta en juego mi relación también, solo... Solo no pude evitar besarlo..
Lo asumí y nuevamente sentí un cosquilleo en mi interior al recordar la pasión.
-Lali, La.. Si te digo lo que te digo es para que no salgas lastimada.. Menos mal que falta poco para que él se vaya-Eugenia suspiró y después me dio un abrazo- va a ser lo mejor...
Suspiré, ¿Peter acaso no le había contado a su prima que se iba a quedar por un tiempo más en Argentina?
Todavía íbamos a tener que vernos la cara nuevamente, no solo en año nuevo.
ESTÁS LEYENDO
Volviendo a Diciembre
FanfictionLlegó Diciembre y con eso el aroma de los jazmines, al volver a la casa de la costa a la que no iba hacer años recordé entonces aquél verano donde dejé ir a la persona que se transformó en el más amoroso inquilino de mi universo, Peter Lanzani, un a...