Capítulo 27

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-Hola mamá-la saludé a pesar de no verla rápidamente cuando entré a su casa, seguro estaba poniendo los cubiertos porque le dije que venía para almorzar- ¡vine con una visita!
Quién primero me recibió fue mi perro que no paró de saltar ansioso, mis papás lo habían cuidado porque yo últimamente no me había sentido bien, por razones obvias.
-Te extrañó mucho mi amor, lloró mucho todas las noches, con tu papá lo dejamos dormir en nuestra cama-mamá se apareció al cabo de unos minutos y su cara se transformó en un poema, sonrió rápidamente y abrazó a Peter-¡hola nene! ¿Cómo te trató Nueva York?
Willbur se entusiasmo aún más cuando lo vi a Peter, se puso a llorarle.
Peter besé la mejilla de mi mamá con una sonrisa, después se agachó, nuestro perro le lamió la cafa.
-Sí.. Eso, él también te extraño-me reí.
Papá también se sorprendió al ver a Peter, se dieron un fuerte abrazo.
-Con tu papá creímos que no estaban más juntos..-mamá nos miró con curiosidad.
-Nos pasó la vida prácticamente.. A veces hay que tomarse un tiempo para después valorar más lo que se tiene, para darse cuenta, la distancia sirvió mucho..-Peter me abrazó y dejó un besito sobre mi frente-trajimos vino
Peter le dio las botellas a mi papá que le agradeció.
Will se puso a buscarme todo el tiempo hasta que nos sentamos en los sillones, lo cargué mientras estaba buscando las palabras para finalmente hablar sobre el tema bebé, él se apoyó sobre mi pancita diminuta, dicen que los animales perciben los cambios, desde que descubrí que estoy embarazada siempre terminábamos los dos así, él siendo el perro más compañero del mundo.
-Yo...-tomé aire, miré a Peter que asintió con la cabeza- tenemos una sorpresa
Mis papás se miraron entre ellos.
-¿Qué La?-mi papá era una persona amorosa pero muy ansiosa.
Nerviosa les sonreí y agarré de la mano a Peter.
-Vamos a ser papás.. Con Peter vamos a serlo
Cerré mis ojos estando en un estado máximo de nerviosismo.
Mis papás se acercaron para abrazarme, entonces abrí mis ojos emocionada, llorando vi como ellos también saludaban a Peter.
-¡Yo sabía que esto iba a terminar así!-mamá le habló al techo, eso me hizo reír- que linda noticia
-Una alegría-papá también estaba emocionado-¿se puede ver?
Levanté mi remera dejándose ver mi hinchazón, Willbur nuevamente se acomodó sobre ahí arriba.
-Ahora tiene todo más sentido, porque nos pediste que cuidemos a Will, porque él estaba tan desesperado por verte..-mamá se puso a pensar mejor todo-¿cuanto tenes?
-Un mes..-miré a mis papás ahora con pánico.
-¡¿Te lo guardaste por un mes?!-quién se alteró un poco fue mi papá, un poco si se lo ve con un ojo,
-Si te hace sentir mejor me enteré hace horas, no llega ni a una semana-Peter le sonrió tímidamente a mi papá.
-Ay Marianita de mi corazón-mamá se rió- cuando se casen avisá antes de hacerlo por favor, necesito comprar un vestido, no te cases en el mismo momento en el que vayas a avisarme
Todos nos reímos y después pasamos a la mesa.
Mamá hizo lasaña, una de mis pastas favoritas.
-Siempre sos la número uno en esta comida-Peter le sonrió a mi mamá que también le sonrió, entre ellos siempre hubo amor, mi mamá siempre soñó con verme junto a él, me lo dijo tiempo después, cuando me fui de gira.
Comimos flan con dulce de leche de postre y no pude quedarme más feliz.
Saludamos a mis papás y volvimos con Willbur en el auto, estaba inquieto porque odiaba los viajes.
-Ya Will, ya llegamos-dejé besos en su cabecita, fui la primera persona en dudar en adoptarlo, pero ahora soy la que más lo malcría, en realidad, vengo después de mis papás.
Volvimos a mi departamento y me tiré en el sillón, estaba cansada de básicamente hacer nada.
-Tengo que empezar a ejercitar mi culo, no puede ser, voy a volverme una pelota Pit-otra vez me agarró la sensibilidad y me puse a lloriquear- esta es una realidad-me señalé- me volví una persona muy emocional y medio bipolar, ¿vas a tolerarme?-miré sus ojos dudando.
Él soltó una carcajada y asintió con su cabeza.
-Por supuesto mi amor
Sus palabras tan sentidas me sorprendieron, nunca me había llamado así, nunca.
-Tu.. Tu amor-remarqué eso.
-Ya te dije hace tiempo que estoy enamorado de vos La.. Pero sí, sos mi amor-elevó sus cejas esbozando una sonrisa- que bonita que sos-me susurró eso sobre mis labios, también le sonreí, choqué mi frente con la suya sin dejar de mirarlo.
-Sos tan dulce, tan tan lindo Peter..-me salió del alma decírselo- y te voy a extrañar tanto..
-Ey, todavía tengo un tiempito acá, es Martes, me tenes mañana Miércoles, y Jueves por la mañana-él elevó sus cejas-Lali, te prometo que voy a dar todo de mi para que lo nuestro funcione..-con uno de los dedos de su mano acarició la punta de mi nariz.
Yo en cambio besé la suya, le sonreí mirándolo con amor, sí, amor.
Me daba miedo llamarlo mi amor, a pesar de que él me lo había dicho sin dramas, me ponía nerviosa tan solo pensar en soltarlo de mi boca, estaba apostando a una nueva aventura en mi vida, mi especie de relación con Peter.
-Ya tenemos un compromiso de por vida ahora-soltó leyendo mis pensamientos-tenemos a un bebé por acá..-hizo una caricia en mi panza- y otro que se creé uno por allá
Señaló a Wilbur que a penas vi la mano de Peter estirarse vino corriendo.
Asentí con la cabeza sonriéndole y recosté mi cara sobre sus piernas.
Al cabo de un rato lo llamé a Peter para despertarlo.
-Pit.. ¿Pedimos algo para comer? Tengo hambre-lo miré a los ojos, él miró su reloj.
-Son las siete de la tarde Lali-se rió.
-Pero tengo ganas de comer-también me reí- vivo antojada últimamente, o tal vez simplemente le hecho la culpa a mi estado
Ambos nos reímos y terminamos pidiendo comida, sí, a las siete de la tarde.

La mañana siguiente desperté y creí estar en un sueño, al lado dormía tranquilo el hombre del que me había enamorado en mi adolescencia, él se dio vuelta y lentamente abrió sus ojos, me sonrió.
-Admiro tu buen humor matutino-me reí- estoy lejos de eso...
-La Lali del pasado que recuerdo no era mala onda por las mañanas..
-Pero la Lali embarazada un día puede despertarse de buen humor y otro día no, esta en vos aceptarme o huir, todavía podes-mis ojos se achinaron al sonreírle, él se rió-te estoy dando la oportunidad..
-Tonta-rozó mi nariz con la suya- perdón por estar tan cargoso, pero solo quiero disfrutarte, no es importante el tiempo, sí la calidad de los momentos
Asentí con la cabeza.
-Concuerdo en eso-le hice una caricia en la cara.
Besó mi frente acunándome entre sus brazos y supe que iba a ser un buen día.

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