Mi paso por Nueva York fue una gran experiencia, mi viaje fugaz se transformó en uno de dos semanas, recorrí museos, plazas, vi varios musicales, algunas cosas las hacía con Peter y otras sola.
Cuando volví a Buenos Aires era tapa de todas las revistas, mucho se habló de mi, me invitaron a un programa de televisión y fui más que nada a promover el nuevo single que lancé, "Enredaos" una canción escrita desde el amor, obviamente pensado, inspirado en Juan Pedro Lanzani, él se había llevado una sorpresa cuando salió, no podía creerlo, lo vi llorar por la cámara web, a través de mi computadora.
Tuve que responder varias preguntas, terminé declarando mi amor a Peter de manera pública, mis fans estaban alegres de verme feliz, igual siempre tuve en claro que eso es algo que no tiene porque importarme.
El tiempo pasó y estuve muy metida en mis cosas, siempre con la compañía de mi familia y mis amigas, extrañando a Peter, mucho.
Entré al quinto mes y recién ahí él pudo volver.
-Hola mi chiquita-me abrazo fuertemente, había ido a la terminal de aviones para recibirlo, me escondí debajo de su cuello, me fue inevitable no llorar de la emoción, cuando me aparté algo sus ojos brillaban como los míos- ey, estoy acá.. Tengo que volver una última vez en el futuro, pero ahora estoy.. En este momento... Disfrutemos el momento
Lo abracé por el cuello y acto seguido lo besé, lo había necesitado tanto, extrañé nuestros momentos, el que me escuche, escucharlo, sus gestos, sus ojitos chinos, sus besos, todos sus mimos, sus muestras de cariño.
Se agachó para besarme la panza y sonreí aún con ganas de lloriquear, mis hormonas me tenían loca.
Manejé hasta mi departamento y Peter guardó en el armario parte de la ropa que había traído, sacó de la valija un koala de peluche, me reí.
-¿Y esto?-elevé mis cejas, él me sonrió ampliamente.
-Cuando estamos juntos vos me abrazas como un koala, sos un abrojito hermoso, extrañé tanto tus abrazos de koala... Es para vos... Solo hasta que nazca nuestro bebé, después es para él o ella-sus ojitos se achinaron al volver a sonreírme.
No pude contenerme más y lo tumbé sobre la cama, empezamos un beso dulce que se fue volviendo más apasionado.
Desesperada me deshice de su ropa, la fui tirando al suelo.
Sostuve a Peter de las manos mientras todos se volvía intenso, nuestros cuerpos se habían extrañado, nuestras almas, mi integridad pedía a gritos estar así por siempre, sin soltarnos.
Llenó mi cuello de besos hasta llegar a mis labios, mordí su boca suavemente, jugando a un eterno juego de seducción.
Últimamente no me estaba sintiendo linda, había ganado kilos, por razones obvias, pero Peter me hizo olvidar todo eso, en cambio hizo que me sintiera amada, deseada.
Rocé mi nariz con la suya y sonreí sobre su boca, le acaricié una de sus mejillas.
-Peter yo...-hice una pausa y terminé asintiendo con la cabeza- el tiempo.. Todo este último tiempo pensé en dos palabras que quería decirte cada vez hablábamos por videollamada, pero no lo hice porque te lo quería decir cara a cara, en vivo, en una situación así, juntos... Yo te amo Peter... Siempre sentí un cosquilleo, desde que te conocí.. Me quise engañar, creí que era un tonto amor de verano, adolescente, pero acá estoy, acá estamos, juntos.. Con un bebito en camino..
Mis ojos se llenaron de lágrimas.
-Dios Lali, te amo-me lo dijo, sin dar vueltas, sin dudarlo, eso me hizo muy feliz.
Llenó mi cara de besos y nos sonreímos dulcemente, vi en sus ojos amor, el amor que sentía por mi.
Él me abrazó entre sus brazos y recién ahí supe que estaba en mi verdadero lugar en el mundo, junto a él.
Cerré mis ojos mientras sentía el calor de su cuerpo pegando al mío, pude dormir sintiendo paz.Peter volvió y con eso las actividades grupales con mis amigas, fuimos a recorrer el Jardín Japonés para después terminar comiendo sushi.
-Vegetariano para la embarazada-Eugenia pidió por mi- no vegetariano para los demás-terminó de ordenar, yo la fulminé con la mirada- no podes comer nada crudo boluda
-Buen punto..-solté un suspiro.
Mi novio me dejó un besito en la frente mientras me rodeaba la cintura con uno de sus brazos.
-¿Casamiento para cuando?-soltó el Chino de la nada, Eugenia y él eran tal para cual.
-Una cosa a la vez, ahora estamos viviendo el noviazgo, en unos meses vamos a tener a nuestro bebé-me puse a explicarles los mil motivos del porque no quería casarme.
-¿Cuando van a saber que es?-Candela nos miró.
-Mañana tenemos turno para saberlo-Peter le sonrió.
-No se como se aguantaron-Andrés se rió.
-Lali se aguantó, en realidad me hizo el aguante a mi, queríamos saberlo juntos-Peter elevó sus cejas sonriéndole a cada uno, por último me miró a mi- gracias por aguantar..
También le sonreí.
-Pero bueno, ¡ya no queda nada!-asentí con la cabeza.
La comida llegó al cabo de un rato y comí demasiado rápido, tenía mucho hambre, después de eso me sentí mal, me puse de pie para salir del restaurante, necesitaba poder llorar tranquila.
-Ey-Peter se acercó-¿que pasa La?
-Estoy comiendo mucho, aumento de peso..-iba a seguir pero él puso una mano sobre mi boca.
-No comes vos sola ahora eh... No pasa nada, tenes hambre, hacele caso a tu cuerpo-suspiró y me miró a los ojos- sos hermosa, estas hermosa.. Irradias luz mi amor, nunca estuviste tan luminosa, radiante.. Dejá de pensar tonterías, no des bola a la mierda que escriben los "periodistas", a lo que dicen en las redes.. Sos la mujer más linda del mundo mundial
-Eh, tampoco para tanto-esbocé una pequeña sonrisa al sentirme mejor, sus palabras levantaron un poquito me autoestima.
Abracé a Peter y él dejó un beso sobre mi cabeza.
Di media vuelta para entrar nuevamente al restaurante, dejé de pensar en cosas negativas y disfruté de estar con los que quiero, con los que me quieren.Los meses pasaron volando, finalmente llegó Diciembre, Peter pudo estar conmigo para ver mi panza crecer, nos enteramos de que iba a ser una nena, y con ese dato nos pusimos manos a la obra para desarmar una habitación y pintarla de rosa.
Me puse creativa e hice manualidades, cuadros para colgar en la pared, juguetes de madera, descubrí el amor por otro tipo del arte, no solo el de la música y la actuación.
Compramos miles de peluches y libros para leerle en un futuro, no podíamos dejar de volar nuestra imaginación, de pensar en como seríamos como padres.
Nuestro tiempo con Peter se basaba en buscar nombres y pelearnos sanamente por no ponernos de acuerdo, así fue gran parte de nuestro viaje a Mar de las pampas, lugar donde comenzó todo.
Llegamos antes de las fiestas para estar solos, como hace tiempo atrás, todo estaba igual que antes, eso me puso nostálgica.
Toda la vida fui a esa casa, pasó de generación en generación, era vieja pero llena de historias, la mía y la de Peter ahora formaba parte de ella.
Saqué la decoración navideña y nos pusimos a preparar todo, en unos días llegaría mi familia y nuestros amigos.
-¿Sos mamá Noel?-Peter se rió al ver que me ponía el gorro de papá Noel-bueno.. Mamá vas a ser seguro..
-Y vos vas a ser un papito..-me acerqué sonriéndole.
Dejamos de decorar todo, Peter se sentó en el sillón, yo sobre sus piernas, lo miré intensamente a los ojos, besé detenidamente su mejilla.
-Soy feliz acá.. Ahora.. Y con vos-se lo susurré en el oído, él se rió.
-Alguien quiere que la mime a más no poder-Peter elevó sus cejas riéndose.
Asentí con la cabeza y también le sonreí.
No bastó más, otro día seguiríamos decorando todo.Ir a la playa por la noche y caminar tan solo con la luz de la luna se volvió una costumbre para ambos, la noche antes de que venga nuestra gente querida hicimos lo que siempre quisimos hacer, nos metimos al agua.
Besé los labios de Peter aferrándome a su cuerpo, como un koala, no la pude ver, pero sentí su sonrisa sobre mi boca.
-Te amo mi amor-me lo dijo en un susurro.
Relamí mis labios y le susurré en el oído lo mismo.
Juntos salimos del agua y nos quedamos sentados en la arena mirando las estrellas, la luna, después nos tendríamos que sacar la arena pegada al cuerpo.A la mañana siguiente llegó mi familia, también nuestros amigos.
-¡Que colorcito La! ¿Tomaste mucho sol sin nosotros? Parece como si te hubieses metido en la cama solar-Eugenia se rió, me dio un abrazo.
-Esta hermosa hija de puta, ¡ya quiero ver lo bella que va a ser la creación de ustedes!-Candela nos miró a Peter y a mi, todos nos reímos.
Fue el momento de los abrazos, de poner nuevamente la casa en orden.
-¡Asadito!-papá nos llamó para que fuéramos a la mesa- quiero proponer un brindis-levantó su copa de vino- por todos nosotros.. Por pasarlo hermoso y crear nuevos recuerdos... Y por mi hija Lali, y por Peter que nos van a dar la más lindas de las alegrías dentro de poco..-la voz de mi papá se quebró de la emoción-¡por el amor! Que el amor siempre nos acompañe, ¡a todos! ¡Salud!
También me emocioné, me puse de pie para abrazar a mi papá, después también lo hice con mi papá.
Terminamos brindando todo con todos, mirándonos a los ojos, el clima era un lindo, alegre, sano.
Mientras ordenábamos todo lo de la cocina, lavábamos y secábamos los platos, Candela puso música para cantar y bailar, terminamos bailando en el living, tonteando, riéndonos.
Por la tarde fuimos a la playa para ver el atardecer, nos sentamos en ronda, yo obviamente con el buzo de Peter, apoyada sobre él que no perdió la oportunidad de rodearme con sus brazos, se quedó acariciándome la panza.
Miré a cada uno de mis seres queridos y por último a Peter que se estaba riendo de las tonterías que estaba diciendo Eugenia, no pude evitar sonreír.
Volviendo a Diciembre con Peter nos volvimos a encontrar, no hubo marcha atrás, el amor nunca se había ido, había sobrevivido para después terminar triunfando, para crecer, alimentarse y volverse más grande.
Sostuve una de sus manos con la mía sabiendo que nunca más iba a estar sola, nunca más iba a sentir ese vacío que por mucho tiempo me acompañó, ese vacío que estaba porque me faltaba él, mi alma gemela, mi otra mitad, el papá de nuestra futura hija, mi amor verdadero."Yo creí que el amor nunca iba a tocarme, siempre bajo control, yo tenía mis planes, pero tú llegaste y sin avisarme, mi mundo cambiaste"
FIN
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Volviendo a Diciembre
FanfictionLlegó Diciembre y con eso el aroma de los jazmines, al volver a la casa de la costa a la que no iba hacer años recordé entonces aquél verano donde dejé ir a la persona que se transformó en el más amoroso inquilino de mi universo, Peter Lanzani, un a...