Año 2009-Flashback-
Era Diciembre cuando decidí venirme para la costa unos días antes de las fiestas, venía de un año complicado a nivel emocional, me había agarrado una crisis existencial al terminar quinto año de la secundaria.
Así es que para despejarme de todo tomé el valor de instalarme en la casa de mi familia de la costa, me tomé un micro y llegué al poco tiempo.
Tuve que limpiar la casa de arriba hacia abajo, ir al supermercado para llenar la heladera, entre otras cosas.
Recién instalada, cuando se hizo de noche intenté cocinarme un pescado en la parilla sin saber exactamente como hacerlo.
Sonó el timbre y me agarró miedo porque estaba completamente sola, fui hasta la puerta algo temerosa.
-¿Sí?-pregunté detrás de la puerta.
-Vengo por lo del alquiler de la casa..-escuché a la voz de un hombre, me armé de valor y abrí la puerta, me encontré con que era un adolescente como yo, no se porqué al mirar sus ojos verdes se me erizó la piel, no lo entendí-¿es muy tarde para hablar de eso? Mi prima Eugenia me dijo que iba a haber alguien..
-Mi familia suele alquilar la casa en temporada, solo que ahora estoy yo..-me sentí aliviada al saber que no se trataba de un completo extraño.
-¿Puedo quedarme acá? Necesito un lugar para quedarme por lo menos hoy-noté su desesperación, no muy segura suspiré, terminé asintiendo con la cabeza.
-Te alquilo una habitación solo por hoy eh-le di el paso libre para que entrara, él bajó de su auto dos bolsos-¿listo?-le pregunté sorprendida- o yo me traje mucha ropa o vos poca..
-¿Para qué traer mucho? Uno se la pasa todo el día en la playa-me sonrió, sus ojos se pusieron chinos al hacerlo.
Cerré la puerta y él dejó sus bolsos sus bolsos en una de las habitaciones libres.
-Esta debes ser vos, ¿no?-señaló un portarretratos que había en el living- esa es Eugenia.. y esa debe ser Candela.. Mi prima me habló de vos también..
-¿Como es que Eugenia no me dijo que te iba a sugerirte mi casa?-lo miré desconcertada.
-Es volada, sabes como es..-se rió con humor- por cierto, soy Peter.. Peter Lanzani..-me dio un beso en la mejilla sin drama alguno, sin poner distancia a pesar de conocernos hace tan solo diez minutos-¿te ayudo con la parilla? Digo.. Hay olor a madera quemada, amo cocinar..
-Todo tuyo entonces..-me señalé la puerta para salir al jardín, yo también lo hice-no es li lado fuerte, no se si prendí el fuego bien..
-Esta bien-él asintió con la cabeza- del resto me encargó yo
Me aparté un poco y me quedé mirándolo desde la distancia, al poco tiempo terminamos cenando juntos.
-Yo.. Yo nunca te vi en algún cumpleaños de Eugenia..-solté levantando mi mirada, él elevó sus cejas.
-Seguro me hubieses recordado..-se rió- es que vivo en Nueva York, soy primo del lado de su mamá, eso explica también el que no llevemos el mismo apellido.. Pero yo sí se acerca de ustedes..-me miró a los ojos, eso me dejó intimidada- solo vengo por unos días, Eugenia me dijo que ella viene para las fiestas
-Sí.. Ella y Candela planean venir acá para navidad y año nuevo, es una especie de tradición-suspiré-¿otra cerveza?
El asintió, me puse de pie y traje una para ambos.
-Sé que te dije que se cosas acerca de vos, pero me gustaría escucharte el como te presentas vos misma..-Peter chocó su botella con la mía antes de comenzar a tomar.
Tomé aire y lo solté.
-Soy Mariana, tengo diez y ocho pero quienes me conocen me dicen Lali y bueno, tuve un año raro, estoy viviendo la etapa en la cual la mayoría de las personas no saben que hacer con su vida-suspiré- este año fue un año medio muerto para mi, intenté e hice muchas cosas, desde arte hasta no se, patinar, jugar fútbol..
-Lali todo puede ser arte, todo lo tiene-Peter elevó sus cejas.
-A lo que voy es que no encuentro ese algo que sienta que pueda hacerme feliz.. Lo que sí sé es que ser cocinera no podría ser..-me reí y Peter me sonrió, fue una sonrisa tímida, una sonrisa adorable.
-Todo llega... No desesperes..-me puso un mechón de pelo detrás de mi oreja, noté a su respiración calma acelerarse, me miró a los ojos-tenemos algunos días para disfrutarlos desde la mañana hasta la madrugada..
-¿Tenemos? ¿Acaso estas asumiendo que vas a dormir todos los días acá y conmigo?-me reí- sí que sos confiado..
-Ya me abriste la puerta de tu casa, ya estoy adentro.. Prometo pagarte bien por ese favor..-asintió con la cabeza- no solo tenes un inquilino, ahora tenes a una persona que te haga compañía, un compañero para todo..
Cuando terminó de hablarme noté a último momento algo de picardía, sorprendida me lo quedé mirando.
-Seguro Eugenia no te mencionó porque sos todo lo que en mi pasado juré destruir, siento que sos un poco creído, ¿o solo me parece a mi?-elevé mis cejas.
-Tener confianza en mi mismo no es equivalente a ser creído-me corrigió mirándome desafiante- te ayudo a lavar las cosas-se puso de pie dejándome muda, no supe como responderle a eso.-Fin del flashback-
Bajé del auto al llegar después de estar por mucho tiempo en la ruta, había puesto distintas canciones para entretenerme, para mantener viva la emoción hasta "pisar" Mar de las Pampas.
Llegó Diciembre y con eso el aroma de los jazmines, al volver a la casa de la costa a la que no iba hacer años recordé entonces aquél verano donde dejé ir a la persona que se transformó en el más amoroso inquilino de mi universo, Peter Lanzani, un adolescente como yo necesitó un lugar en el cual poder dormir, por eso mismo le alquilé una habitación de mi humilde casa, la casa costera de mi familia.
Cuando a penas lo conocí sentí una especie de angustia, una energía rara, por un momento creí que mi alma lo reconocía de otra vida, ¿eso pudo haber sido real?
Yo pienso que las almas simplemente se encuentran, se relacionan, se apegan según la afinidad energética que poseen y su pureza, así era él, puro, bueno, divertido, dulce.
Tal vez solo tuvo que aparecer por un breve tiempo para que yo aprenda algunas cosas, pero la verdad es que a pesar de los años que pasaron nunca lo olvidé, ¿él me habrá olvidado?
La vida no se detiene, continúa, yo continué, pero siempre con esa duda.Así es que hoy me encuentro acá, en mi actual presente junto a mi actual pareja, un músico conocido, él es también un músico conocido en Argentina.
-Benja, ¿trajimos todo?-le pregunté algo insegura.
-Repasaste la lista de cosas a traer diez veces antes de que arranquemos-él se rió de mi y me besó la frente-ahora quiero que te relajes y no pienses en nada más que disfrutar, ya vas a tener tiempo para seguir planificando tu gira
¿Algo que descubrí hace unos años? Que me gusta cantar, bailar, actuar, un día decidí probar suerte y descubrí todo un universo lleno de arte que me genera pasión.
-Trato hecho-le sonreí terminando de bajar mi valija.
Cuando entramos a la casa estaban ya mis papás, ellos nos recibieron con los brazos abiertos.
-¡Al fin llegamos!-Eugenia suspiró aliviada al bajarse del auto y entrar a la casa- tengo el culo chato
-No es mi culpa que no puedas estar un par de horas sentada-su novio el cual tenía adoración por ella se rió, se llamaba Ricardo pero todos le decíamos Chino.
-Siempre exagera-Candela se unió a molestar a Eugenia que la fulminó con la mirada, su novio Andrés nos saludo a todos con un beso.
-¿Estamos todos?-pregunté por preguntar, Eugenia negó con la cabeza-¿quién falta?
Ella iba a responderme pero sonó el timbre, fui hasta la puerta, al abrirla el tiempo se congeló, ¿era?
-Hola Lali-Peter Lanzani me saludó después de años de no vernos, me sonrió como la última vez que me sonrió, cuando yo tenía mis dulces diez y ocho años- vinimos con Delfi
Tras de él su.. ¿Mujer? Venía con un nene de unos cinco años de la mano, ella hizo que el nene nos saludara.
-No.. No me dijiste que venía..-le susurré a Eugenia después de que ellos pasaran.
-Lali pasaron mil años ya, ¿acaso que esté cambia algo? Solo viene a pasar las fiestas con nosotros y después se toma un vuelo nuevo a Nueva York, ¿podes hacer como si entre ustedes no haya pasado nada? Porque sí, es obvio que entre ustedes pasó un amor de verano-me lo dijo en la cara, después de años se atrevió a hablarme del tema que evité tocar cada vez que me preguntaba el como se había portado su primo.
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Volviendo a Diciembre
FanficLlegó Diciembre y con eso el aroma de los jazmines, al volver a la casa de la costa a la que no iba hacer años recordé entonces aquél verano donde dejé ir a la persona que se transformó en el más amoroso inquilino de mi universo, Peter Lanzani, un a...