Capitulo 33: Demostrando todo mi amor.

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Amanece un nuevo día y nuestro agente abría los ojos aún con bastante sueño, el agente vio su teléfono y noto que era sábado así que podría tomarse el día libre pero al estar acostumbrado a hacer su rutina diaria no tuvo de otra más que hacerla y levantar su enorme trasero de la cama.

Se sentía extraño, sentía como si alguien estuviera en su hogar y eso lo hacía sentirse raro...sabía que Olvido estaba en la otra habitación durmiendo lo más probable pero sentía a más personas, por lo que decidió ir a investigar y estar preparado para cualquier cosa.
Midas: No me tocaras a mi ni a mí amada.- Midas tomó una de sus armas y la recargó al igual que tomó una granada de oro de su cinturón y salió de su habitación sin hacer ruido.

Midas bajaba las escaleras lentamente sosteniendo ambas armas con fuerza, podía escuchar varias pisadas y como tomaban algunos objetos de sus muebles, al principio pudo escuchar que las pisadas eran muy ligeras como si fueran de un taco de un zapato de mujer, ¿acaso...una ladrona femenina habrá entrado para experimentar el toque dorado de Midas? Pero...eran varias pisadas...por lo que no era posible esa opción, entonces...¿quiénes podrían ser?

Midas: Bien, a prepararse...- Midas llegó al último escalón y miró para ambos lados antes de mirar delante suyo, fue ahí en donde se llevó una agradable y hermosa sorpresa.
???: Buenos días joven Midas...
Midas: ¡¿Q-Que?!- Midas estaba delante de seis hermosas chicas vestidas con un traje de "maid" un poco corto y exótico, tenían guantes largos de color negro al igual que pantimedias del mismo color y botas de tacón alto sin dejar el negro a un lado, Midas vio a cada una y su cabeza estalló (no literalmente) provocando que un sangrado nasal apareciera.
Midas: ¡M*erda! ¡N-No otra vez!
Olvido: Sabía que reaccionaria así...señor...- La viajera se acercó a el y con un papel limpio la nariz del agente dejándolo más rojo que su propia sangre.
Midas: ¿P-Puedo saber el por qué están en mi casa y están vestidas de esa manera? D-Digo...no hay problema pero, esto ya es demasiado...- Para no ser maleducado miró a un lado y dejó de verlas, pero la viajera lo obligó a que no las evitará tomándolo de sus mejillas y acercándolo a su rostro.
Olvido: Es un regalo por todo lo que ha hecho por nosotras, tenemos que encontrar una manera de agradecerle.
Midas: N-No hay ningún problema en ello...pero...no tenían que hacerlo...
Olvido: ¿Ah, si?- La viajera coqueta lo sujeto de la corbata y lo acercó más a su rostro poniéndolo más nervioso.
Midas: S-Solo... maldición, bien...ustedes ganan.
Olvido: Solo relájate y disfruta de esto, lindo.- La viajera volvió con sus compañeras y lo llevaron a la cocina tomándolo de los brazos, lo sentaron en una de las sillas de la mesa del comedor y le trajeron un apetitoso desayuno preparado por ellas.
Midas: M-Muchas gracias...¿ustedes no van a desayunar?
Desoladora: Nosotros ya lo hicimos, s-señor...- Si esto era un "juego" entonces hay que unirse al juego, ¿no?
Midas: ¿Enserio? Venga ya, no quería estar solo tomando el desayuno pero está bien, no hay ningún problema.
As: ¿Quien dijo que lo tomaría solo?
Midas: Espera, ¿que?- Desoladora y As tomaron asiento una de cada lado de Midas, tomaron dos cubiertos y los incrustaron en el desayuno para después dárselo en la boca al agente.
Midas: L-Les agradezco por el gesto pero...puedo tomar mi desayuno yo solo, no hay problema.- Y justo tenía que hablar, cada una atrapó el brazo izquierdo y derecho del agente y lo pegaron a su pecho poniéndolo más nervioso.
Ambas: ¿Como?
Midas: B-Bien...- Y así pasaron los treinta minutos muy incómodos que el agente ha tenido en su vida, ser alimentado por una ladrona y una vestidas de maid no era cosa de todos los días, al menos para el supongo.

Desoladora: Tienes un poco de mermelada en el labio.
Midas: De eso me encargo yo.- Midas iba a tomar una servilleta pero sorpresivamente la viajera asaltó los labios del agente y lamió la mermelada que tenía en la comisura sonrojando al agente por completo.
Midas: !!!
Olvido: Listo, ya está.- Midas se quedó petrificado con una marca de labial en sus labios, sus ojos estaban totalmente perdidos mientras miraban como la mujer se mordía un labio, parecía que iba a colapsar en cualquier momento pero su voluntad era más fuerte que el mismo oro y obviamente no lo hizo.

Midas x Olvido ("El oro se derrite por ti...") Donde viven las historias. Descúbrelo ahora