Noviembre de 2000
Draco Malfoy había tomado malas decisiones en la vida, eso nadie lo podría negar. Fue un niño consentido y muchas veces discriminador. Pero había dos cosas en la vida de Draco Malfoy que se le había inculcado desde pequeño: el respeto por la sangre (y no solo la pureza de esta) y la responsabilidad parental. Si había algo que Lucius Malfoy le había enseñado a Draco es que un Malfoy siempre se hacia responsable de sus hijos, de su familia.
Dado que el rubio no quería tener que hacerse responsable de ningún hijo suyo fuera del matrimonio, desde que inició su vida sexual había sido precavido. Su madre por otra parte había inculcado en él la importancia del respeto hacia las mujeres. Y si bien una que otra vez había roto aquel código, él respectaba de sobremanera a todas quienes fueran madres.
La vida le había enseñado sobre la importancia de los amigos. La amistad forjada entre él y su grupo había perdurado aun en el exilio. Y en la fría Alemania había encontrado una gran amiga. Adara Weiss. La rubia había sido un gran soporte para Draco. Y aunque el mundo entero pensaba que entre ellos existía más que amistad, él y ella habían hecho un acuerdo implícito de una sincera amistad.
La preguntona Adara había calado hondo en el frio y solitario corazón de Draco Malfoy. Y él había sido un soporte emocional para ella, ¿Quién lo creería? Es por eso por lo que, al retorno de las vacaciones, de aquel septiembre del 2000, Draco notó de inmediato que algo andaba mal en su pequeña amiga.
La joven se encontraba distraída mientras pasaba las paginas del libro de anatomía que tenia en frente. Draco llevaba ignorándola hace unas horas, pues la rubia solo lograba desconcentrarlo. Hasta que finalmente la escuchó sollozar.
La muchacha había estado reteniendo las lágrimas, pero nada de lo que intentaba funcionó. Así que solo lo dejó fluir en medio de aquella biblioteca, frente al malhumorado Draco Malfoy. Él nunca había podido lidiar con las emociones. Ni siquiera con las suyas. Cuando Aixa lloraba se calmaba pronto, y cuando creció dejó de hacerlo frente al rubio. Pansy por otra parte era de las chicas que guardaban todos sus sentimientos, y rara vez se ponía sentimental para llorar.
Pero allí estaba la alemana llorando con unas ganas tremendas, y él no sabia que hacer. Suspiró e intentó hacer lo que su madre hacía cuando él se sentía mal. Pasó un brazo por sobre los hombros de la muchacha y la acercó a su pecho. Mejor que llorara a que se guardara todo. Él lo sabía, lo había visto con Pansy. Retener los sentimientos llevaban a la desesperación.
Una vez calmada la muchacha, habían guardado sus cosas en silencio y salieron al patio. El día era lindo, un día casi primaveral. Cuando estuvieron fuera, Draco la guio con delicadeza hasta uno de los asientos. Debía tomar fuerzas y paciencia. Adara era una persona muy diferente a lo que él había tratado.
- ¿Qué sucede Adara? - dijo finalmente él. Ella le miró a los ojos, seguían llorosos.
-Estoy embarazada- eso lo tomó por sorpresa. Adara era de esas mujeres inocentes. A él solo le recordaba a una persona. Hermione Nott antes de la guerra.
- ¿y dónde está el problema? - preguntó de nuevo sin entender. El padre del bebé debía hacerse cargo ¿no?
- ¡oh, Draco! - y se largó a llorar de nuevo.
Entre sollozos Draco comprendió. El padre del bebé había engañado a la muchacha. Era un hombre joven que había conocido en sus vacaciones en España, cuando las cosas se salieron de control ella se dio cuenta que estaba embarazada. Había ido con el hombre y al llegar a su casa, se había dado cuenta que estaba casado y con un hijo de unos dos años. La esposa del hombre se enfureció, y la maldijo. De manera literal. La joven Adara Weiss estaba maldita.
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✔✔ LA VIDA DESPUÉS DE VOLDEMORT || SAGA ALMAS UNIDAS|| EL INICIO ||
Fanfiction☘☘☘ LA VIDA DESPUÉS DE VOLDEMORT|| SAGA ALMAS UNIDAS|| EL INICIO|| SEGUNDA GENERACIÓN DE HP ☘☘ Hay algo que debes saber- dijo de pronto seriamente la señora- cuando eras perseguida, Aixa, Athenea y Pansy, iban en busca de Draco, Theodore y Blaise, a...