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Hechos importantes en la vida de Hermione y Draco (parte 3)

Diciembre 2005

Hermione pensó que iba a tener que revelar la verdad apenas vio a Draco Malfoy aquel día del brote mágico de su hijo, pero ni siquiera tuvo que convencerlo de que Sirius aun no podía enterarse de la existencia de Stephen. Tras un par de conversaciones, Draco nunca volvió a mencionar la posibilidad de decirle a Sirius sobre Stephen. Si no quieres hacerlo, no tengo por qué entrometerme, fue lo que dijo el rubio. Hermione se lo agradecía.

También agradecía tener un nuevo soporte, puesto que Emily y Narcisa habían sido quienes habían optado por turnarse y cuidar de los niños, cuando a ambos les tocaban turnos nocturnos. Desde el brote mágico de Stephen, Hermione había tenido que pedir ayuda a su mamá, quien felizmente se trasladó a una casa en Zúrich. Ahora, Hermione y Stephen habían dejado la residencia en la universidad de la castaña.

Por otra parte, una sorpresa se llevó al saber que la niña a la que el niño George estaba molestando era nada más y nada menos que la hija de Draco. Desde entonces el par de niños quería verse a tiempo completo de ser posible. Hermione y Draco no pudieron negarse, no sabiendo la ilusión de Siomara por tener un nuevo amigo. Stephen había tenido más contacto con niños, pues Teddy era su amigo, y era el hijo mayor de su padrino Harry Potter. Se veían con regularidad.

Siomara por otra parte, se crio básicamente con Draco y Narcisa, puesto que el hijo de su padrino Daniel había nacido hace apenas un año, era muy pequeño. Sorpresa se llevó la pequeña de ojos azules al saber que Hermione era la hermana perdida de su padrino. Desde entonces no ha parado de hacerle preguntas sobre él.

En una de las tantas conversaciones de Hermione y Draco, él le contó sobre la procedencia de su hija. Si ella había confiado en él con lo de Stephen, debía ser sincero sobre su propia hija. Fuiste muy noble, Draco, fue lo que la castaña le dijo cuando le contó cómo se había casado y enviudado en menos de un año.

Ahora en la clínica no era una sorpresa ver al recién llegado especialista en pediatría con la especialista en genética. En los almuerzos se sentaban juntos y se colaboraban en diferentes casos que se habían dado a lo largo de esos meses. Los rumores ya se esparcían entre las enfermeras y los medimagos.

Aquel día en especial, Hermione no había salido del laboratorio en el que se encontraba. Estaba terminando de hacer un análisis genético para ver por qué una niña de tan solo siete años no podía controlar su magia. Con la ayuda de esa nueva especialidad, los medimagos podían tomar mejores decisiones, sobre todo en cuanto a pociones y hechizos se trataba.

-Deberías comer algo- Draco Malfoy entraba por las puertas del laboratorio, mientras ambos veían en 3D la secuencia biológica de la paciente.

Hermione no le respondió, seguía tomando notas. Draco se inclinó un poco por sobre el hombro de ella, para ver el libro que tenía abierto. No entendía mucho. Genética no era un campo que a él le hubiese gustado, y en Alemania aun no tenían especialistas respecto al tema. Solo habían 9 en el mundo mágico. Uno de ellos en la universidad que estudió Hermione. Si ella lograba pasar su examen a fin del año escolar, sería la genetista número 10 del mundo mágico.

- ¿no es la niña que está viendo Ström? - dijo muy cerca de su oído. No era intencional, si se lo preguntaban a Draco, él no hacia esas cosas con intención de nada. Pero Hermione era como un imán para él. Hermione frunció el ceño, pero asintió. Un estremecimiento por la cercanía del hombre le había recorrido la espina dorsal.

- ¡Aquí esta! - dijo girando la cara. No espera estar tan cerca de Draco Malfoy, y él tampoco se había esperado ese movimiento. Estaban a unos centímetros. Él no quiso incomodarla más, así que se incorporó tranquilamente con una pequeña sonrisa. Las mejillas sonrosadas de Hermione le indicaban claramente, que no solo él sentía cosas. Draco volvió a mirar donde ella le indica. No entendía mucho. Hermione retomó sus notas- tiene un problema de conexión mágico neuronal- explicó ella- avisaré a Ström y a Klaus.