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Hechos importantes en la vida de Pansy y Harry (Parte 1)

17 de abril de 2000

Aquel día Pansy Parkinson pasaría a ser Pansy Potter. Algo que nunca esperó ni soñó de adolescente. Harry Potter era la otra cara de la moneda. Algo lejano y que le habían enseñado a no aceptar. Un mestizo, hubiese dicho su padre. Un mestizo que estaba en contra del Señor Tenebroso. Un mestizo que desafió cada una de las dificultades que se le plantearon a temprana edad. Un mestizo, que ella pidió entregar en la batalla final. El mestizo que salvó al mundo mágico.

Su sangre no definía al hombre con el que ella se casaría. Harry había aprendido a amarla con todo y sus oscuras tormentas internas. Era un hombre comprensivo, que a pesar de tener un fuerte carácter siempre estaba dispuesto a razonar con ella. Un hombre valiente, que le había entregado su corazón, y ella esperaba poder cuidarlo tan bien como sabía él se merecía. Un hombre que le entregó un hogar, y ahora una familia. Él, Teddy y Pansy.

Nada de lo que el mundo mágico pensara podía afectarles. Habían estado en una relación por casi dos años, y los comentarios y la prensa amarillista no habían afectado su relación. Vivian en una burbuja, una burbuja de hierro si era necesario para proteger a Teddy. El pasado de Pansy e inclusive el pasado de Harry no traspasaban las paredes de su hogar.

Desde la muerte de Andrómeda se habían hecho cargo del pequeño Edward Lupin, quien estaba a portas de cumplir los dos años. La relación de Pansy con los amigos y cercanos del niño que vivió, había sido muy buena, e inclusive él se había acoplado a las amistades de la Slytherin. Un núcleo pequeño, pero cercano.

-Te ves hermosa- Pansy no pudo salir de su asombro. Frente a ella se encontraba la mismísima Hermione Nott. Asombrada dio la vuelta para mirar a la castaña. El vestido largo y blanco de la morena se amoldaba perfectamente a su cuerpo, el encaje del que estaba hecho hacia resaltar su piel y sus ojos. Aun faltaban dos horas para que se llevara a cabo la ceremonia.

-¡Estas aquí!- gritó emocionada avanzando, Hermione le sonrió y abrazó a la pelinegra- ¿y él? ¿Dónde le has dejado?

- Se quedó con Klaus y Adele- dijo con una pequeña sonrisa. No se veía arreglada para la ceremonia, pero al menos estaba ahí- el equipo de aurores especiales de Kingsley están resguardando la entrada a la casa, asumimos que dos horas antes, nadie se encontraría acá.  Kingsley se está encargando de todo.

-Ventajas de ser una heroína- sonrió la joven Slytherin.

-Estas muy guapa Pansy- sonrió la castaña- no podía perderme verlos un día tan especial- tomó sus manos- estoy en deuda contigo, por salvarlo, y por cuidar de mi mejor amigo- los ojos verde olivo comenzaron a aguarse- no llores por favor, Aixa me matará si sabe que he arruinado tu maquillaje- Pansy rio entre dientes, mientras asentía un poco.

- ¿Verás a Harry? - la castaña asintió- Estará tan feliz de que estés aquí.

-No me quedaré por mucho tiempo- sonrió con melancolía- él es muy pequeño aun, y mi traslador sale en menos de una hora.

-Entiendo- suspiró la pelinegra.

-Te he traído algo- agregó entregándole una caja- espero que te gusten-Allí había dos pequeños aros de color azul- dicen que traen buena suerte- rio.

-Muchas gracias, Hermione- los sacó de la caja y se los puso en las orejas- están hermosos.

- ¿Dónde está Harry?

-Se supone que en la planta baja- Hermione asintió- apresúrate si no quieres que te vean. Sirius es su padrino- la castaña asintió, le dio un rápido abrazo y le deseó suerte.