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Un vistazo hacia el futuro

01 de agosto de 1999

Había pasado un mes desde que toda la verdad había salido a la luz, las cosas no iban bien para el grupo de amigos. Todo se había jodido, eso estaba más que claro, nada iba a volver a ser como antes y eso Atenea lo sabía.

Atenea tuvo tres semanas estando inconsciente, y hacia una que había recuperado la conciencia, no permanecía mucho tiempo despierta, pero la gran mayoría de él se la pasaba viendo el futuro. Aquel día primero de agosto, sabía que las cosas cambiarían aún más, Draco había decidido irse lo antes posible, ya que el ministerio estaba ejerciendo presión, y toda la situación entre sus amigos lo exasperaba aún más. No podía tomar parte entre los Zabini o los Nott, pues sabía que ambas familias siempre le habían acogido.

Aquel día Draco Malfoy se dirigió al Ministerio de Magia de Gran Bretaña, y entregó la documentación necesaria para poder irse a su exilio. El ministerio le había indicado que solo tenía prohibido acercarse a los territorios de la gran isla, por lo que los otros territorios del reino unido estaban completamente habilitados para él.

-Señor Malfoy- dijo la mujer que estaba a cargo de ese departamento- aquí tiene su documentación- le entregó algo similar a un pasaporte muggle, la documentación del ministerio, la carta firmada por el ministro, donde dejaba en claro que una vez cumplido su exilio de cinco años Draco Malfoy podría volver a su país natal, le entrego la documentación del colegio para presentarla al instituto al que iba a asistir- espero que tenga un buen viaje- dijo con una sonrisa amable- el ministerio espera verle aquí en cinco años más, señor.

-Muchas gracias- dijo Draco guardando los documentos.

-Su varita- si Draco entraba a Gran Bretaña, la varita tenía un rastreador, indicaría donde se encontraba- que tenga una buena estancia en...- la muchacha volvió a mirar los documentos- el instituto de medimagia alemán- Draco asintió- su traslador estará listo a la brevedad.

Draco se giró, y vio a madre, quien le había ido a despedir aquel día. Su tía Emily y Artemisa, no habían asistido, pero ambas habían entregado a Draco una carta y una buena cantidad de dinero, las familias Nott y Zabini aún tenían que arreglar el embrollo entre Atenea , Sirius y Hermione

-Cuídate mucho, hijo- dijo Narcisa, mientras le abrazaba- escribe seguido, por favor.

-Sí, madre- dijo Draco palmeando suavemente la espalda de la mujer- cuida de tía Emily ¿Quieres? - Narcisa asintió, Draco y Emily siempre se habían llevado muy bien. El rubio se giró hacia su prima, Aixa se encontraba allí, con las ojeras marcadas, había sido la única de sus amigos que había ido a despedirle, la relación con su esposo estaba muy tensa, y finalmente la rubia había decidido ir a casa de sus familiares a pasar la última semana con su primo- ven acá- dijo Draco envolviendo a la muchacha en un abrazo- cuida de Theo ¿Vale? - la rubia asintió- no dejes que los problemas de Atenea salpiquen tu matrimonio.

-claro- dijo la muchacha despidiéndose.

-Señor Malfoy, el traslador está listo- la misma muchacha del mesón se acercó- llegará al ministerio alemán, y allí usted podrá registrarse, desde el ministerio coordinaran su llegada a su institución educacional- Draco asintió, tomó el traslador que se le ofrecía, sintió el tirón desde el estómago, y lo último que vio fue a su madre y su prima tras él.

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05 de agosto de 1999

Hacia unos días Draco le había ido a visitar, ella recordaba exactamente lo que había visto de él.

El rubio, unos pocos años mayor, se encontraba en lo que parecía un hospital, había suspirado mientras miraba una imagen donde se encontraban sus amigos. Podía visualizar claramente a Theo, Aixa, Pansy, Atenea y Blaise, a su lado se encontraba el rubio. Era una imagen de antes que la segunda guerra estallara.