✔✔ LA VIDA DESPUÉS DE VOLDEMORT || SAGA ALMAS UNIDAS|| EL INICIO ||

Embarazos paralelos

17 de febrero de 2011

Aquel día el matrimonio Black se encontraba en San Mungo para tener una cita con la medimaga Adele Müller. Adele había sido sumamente recomendada por Aixa Nott, la mejor amiga de Atenea Black, por lo que el matrimonio confiaba plenamente en ella.

Hace unas semanas Adele había encontrado algo anormal en el embarazo de la joven Black, por lo que había solicitado un par de exámenes y un control más seguido. Su antiguo medimago había pasado por alto algunos detalles que a Adele le preocuparon de sobremanera cuando conoció a Atenea.

-Bueno- dijo llegando la rubia de ojos verdosos, se sentó frente a la pareja- veo que tus exámenes de sangre están relativamente normales- agregó- pero tenemos un gran problema con tu bebé.

- ¿Qué sucede? - preguntó Sirius tomando la mano de su esposa- Woolf había dicho que todo estaba bien- dijo él con el ceño fruncido. Atenea le acarició la mano.

-Bueno Sirius- Adele suspiró, no le gustaba nada dar ese tipo de información- ambos saben que Atenea tenia muy dañado su sistema para poder tener un bebé- ambos asintieron- la maldición que le había hecho eso a Atenea no fue bien tratada, y dañó su sistema reproductor- Atenea asintió- sorprendentemente quedaste embarazada contra todo pronóstico...

-Puedes ir al punto por favor, Adele- dijo Atenea acariciando su barriga de seis meses.

-Tienes una extraña condición de gestación, tu bebé está muy débil, aunque se ha desarrollado en los parámetros normales- Miró a Sirius y después a Atenea- seré sincera, señora Black. Usted o su bebé no sobrevivirán al parto- Atenea sabía que algo así podía pasar, ¿no era cruel la vida? Ella estaba feliz con su matrimonio y con su hija.

- ¿No hay nada que podamos hacer? - dijo Sirius abrazando a su esposa. El corazón le dolió.

-No que yo sepa- dijo Adele- soy una medimaga muy moderna, pero no tengo conocimientos para salvarlas a ambas- fue sincera la rubia- yo lo siento mucho, pero tendrán que tomar una decisión- agregó mirándolos con lástima.

-Sálvala a ella- dijo Atenea con una suplica en la voz- salva a nuestra hija, por favor, Adele- tomó sus manos por sobre la mesa.

-No hagas esto Atenea- dijo Sirius con dolor en sus ojos. Esa mirada triste estaba allí presente- no podré hacerlo sin ti- agregó acariciando la espalda de su esposa. Atenea le tomó la cara con ambas manos. Negro y gris se encontraron como tantas veces.

-Yo sé que sí- dijo ella con una pequeña sonrisa- yo sé que tu podrás Sirius- acarició con los pulgares su cara, Sirius derramaba lagrimas silenciosas- por favor, Sirius- suplicó- no podré vivir si la perdemos.

-No podré hacerlo sin ti- dijo él acariciando su cara también- te amo demasiado- agregó- no podré verla sin recordarte.

-Sirius, por favor- dijo la morena mientras lo abrazaba- sé que podrás cuidar de ella- suspiró contra su cuello- no estarás solo, nos encargaremos de que tenga una excelente madrina- agregó la morena.

-Atenea- la voz ahogada de Sirius estremeció a la medimaga. Atenea se separó de su esposo, y con la decisión que siempre la caracterizó tomó los papeles de Adele.

-Si debes salvar a alguna- dijo mirando a Adela- salva a Sirianne- Sirius se sorprendió por el nombre. No lo habían conversado. Atenea firmó los documentos y se los entregó a la medimaga.

-Buscaré ayuda- dijo Adele asintiendo a ambos- intentaré hacer todo lo que esté a mi alcance para salvarlas a ambas- ella guardó los documentos- Sirius, buscaré alguna solución- los Black se pusieron de pie. Antes de salir de la oficina, Sirius se dio la vuelta.