El Lago Belle [Basada en los juegos de chat Frienzoneado]

Capitulo 19: Fin del misterio

Aun con su celular en mano, aterrado por el llamado de Zoé, su cerebro reacciona a gran velocidad, sus pies y todo su cuerpo se mueven, empezando una galopada hasta la vieja cabaña. 

Frente a la cabaña, Liam alumbra con la débil luz de la linterna a varias partes del frente, buscando un agujero por donde entrar, al no encontrarlo su desesperación hace el resto del trabajo, dirigiéndose hasta la puerta, allí la comienza a patear con la planta del pie con mucha fuerza en varias ocasiones, hasta que por lo viejas que estaban las bisagras, la puerta cae. 

Con más fuerza vuelven los malos pensamientos – ¡Esto está fuera de todo control!... no debimos venir aquí desde el principio... pero ahora no me puedo acobardar o intimidar por los hechos... tengo que salvarlas...

Liam desenfunda el revolver apuntándolo en la misma dirección que la débil luz, lentamente comienza a avanzar por el tenebroso lugar, el piso de madera no paraba de rechinar, incluso podía sentir como si en cualquier momento alguna tabla se rompería y caería a algún lugar bajo el piso, el primer aposento de la cabaña parecía una sala de estar, podía ver dos pequeños sillones rasgados, Liam se acerca un poco a los sillones contemplando como emergían las cucarachas de las múltiples rasgaduras.

Liam avanza al aposento a su izquierda donde hay un cuarto completamente vacío a excepción de algunos juguetes tirados cerca de una esquina, los juguetes eran muñecas y trastes como para jugos de niños.

Liam sale de esta habitación, hay un oscuro pasillo frente a él, este comienza a avanzar esforzándose por contener su desesperada respiración, el revolver en su mano tiembla con levedad, el pasillo angosto parece eterno, aunque solo haya avanzado algunos metros para llegar a su final, al hacerlo, su nariz es batida por un putrefacto olor, con la mano que sostiene el revolver tapa sus fosas nasales, su estómago comienza a dar retorcijones, saltos y más, las ganas de vomitar son casi incontrolables.

Avanza un poco más, la luz de la linterna toca un pequeño, aunque grueso tronco de árbol tirado en el suelo, este tiene señales de haber sido partido, un gran salto da su corazón al escuchar una puerta de metal cerrarse con violencia, sin pensar mucho más que encontrar a sus acompañantes, Liam avanza más rápido hasta el sonido. 

Avanza algunos pocos pasos hasta que distingue una figura en el suelo que lo deja sin aliento, la luz de su linterna le muestra una mujer tirada de costado en el viejo piso de madera, Liam guarda el revólver en la cintura de su pantalón, apresurándose para auxiliar a la chica que aún no logra reconocer. 

Se arrodilla a espaldas del cuerpo, toma su cabeza, volteándola para reconocer su rostro, la mujer que estaba tirada era Lucia, de inmediato presiona con sus dedos en la arteria de su cuello, verificando que sigue con vida,  girando su cabeza en busca de la herida, no mucho porque al girar su cabeza y ver su mano observa como esta se encuentra levemente manchada de sangre, un gran golpe en un costado de su cabeza es el que la tiene inconsciente, junto a ella yace el otro pedazo de tronco, la herida era una pequeña abertura, aun así, seguía brotando sangre de ella, sin ser mucha cantidad para ser muy peligroso, pero lo suficiente como para dejar algún daño de consideracion. 

Con su temblorosa mano toma el rostro de Lucia, sacudiéndolo de un lado a otro sin mucha fuerza. 

– Es inútil, no despertara, está completamente noqueada... ¡¡CARAJO!!

Liam- ¡¡Lucia!! ... respóndeme.... ¡¡Di algo por favor!!

Los ojos semiabiertos de Lucia no le daban esperanza de una pronta reincorporación física, estaba completamente fuera de combate. 

En ese instante, Liam escucha un grito, uno que él logra reconocer perfectamente, el impulso le ordena ir en ayuda de esa chica, aunque observa con tristeza a Lucia, dudando de dejarla allí tirada, es una difícil decisión, sin embargo, segundos después toma una decisión dejando a Lucia en el suelo, dirigiéndose hasta la dirección donde provenían los gritos, las lágrimas de frustración salen de manera involuntaria de sus ojos, sus intentos de contener sus nervios están fallando, saliendo en resoplidos de desesperación.