El Lago Belle [Basada en los juegos de chat Frienzoneado]

Capitulo 41: Yariela Yorokobi

De camino hasta la zona segura prometida por Yariela. Liam presiona la herida de Lucas, aunque esta no botase casi nada de sangre, apezar de ello, este yacía desmayado en los regazos de su amigo.

Yariela mira detenidamente con seriedad, casi nostalgia como Liam atiende a su amigo, pensando en los hombres que acababa de perder.

Gritándole repentinamente de manera molesta.

Yariela- Niño... ¡¡te dije que no atacaras!!... solo esa orden tenías que seguir...

Frustrando responde.

Liam- ¡Lo siento!... la ira y mi deseo de venganza me superaron... me moví solo por impulso...

Yariela- ¡Me quedo claro!... ¡un lo siento no me devolverá a mis hombres muertos!... que pongas en riesgo a tu amigo Lucas no devolverá a tu otro amigo... ¿lo sabias?...

Liam dirige su mirada hacia el rostro dormido de Lucas, sintiendo tristeza.

Liam- Lo sé... entonces dime, ¿qué hago con esta sensación de venganza que tengo dentro de mí?... yo sé que Lucas tiene la misma sensación, no lo puedo dejar fuera de todo esto...

Yariela con un rápido movimiento de su mano derecha toma la nuca de Liam, acercando su rostro al de ella mientras le mira con fiereza. Diciéndole entre dientes.

Yariela- Usa tu enojo con inteligencia, piensa tus acciones dos o tres veces antes de hacerlas... tuviste suerte de no recibir un balazo hoy... si no te controlas perderás ante Bryan, porque no creo que este muerto, no tenemos tanta buena suerte...

Liam mira fijamente temeroso, aunque comprendiendo la intención de Yariela por abrirle los ojos, ¿porque lo hace?

Yariela suelta su nuca, volviendo tranquilamente a su lugar. Minutos después, mira por la ventana y dice.

Yariela- A partir de aquí no puedes ver nada del camino ... por mi seguridad... puedes mirar a Lucas solamente o al techo, pero no mires afuera... te estaré vigilando que esta vez sí me hagas caso...

Asintiendo de manera respetuosa responde.

Liam- No hay problema...

...

Unos diez minutos después, el auto frena en un barrio de clase alta, este al frenar comienza a emanar poco a poco pequeñas nubes de humo.

Liam sale del auto, mirando los alrededores, hay muchas casas grandes y hermosas, completamente finas, quedándose sorprendido del lugar, él pensaba que los llevarían a un hueco o un lugar muy escondido en alguna pocilga.

Xander lo saca de su asombro con un silbido que capta su atención, este le hace una señal para sacar entre ambos a Lucas de la camioneta. 

Ambos lo cargan hasta la casa donde habían frenado, esta era majestuosa, con un muro tan alto que apenas se podía mirar una parte del segundo piso de la casa.

Yariela toco el gran portón de metal pintado en rojo, este era eléctrico por lo que se abrió pocos segundos después.

Al pasar, les dio la bienvenida un hermoso jardín lleno de mucha variedad de plantas y flores, el aroma del lugar era como si al paraíso del edén hubieran llegado.

La casa era gigantesca, sus paredes eran lisas de un color lila, teniendo grandes puertas corredizas de vidrio. En la puerta principal había dos médicos en pie, haciéndole señas a Liam y Xander de pasar a Lucas adentro, estos obedeciéndolo y colocándole en un sofá en la enorme sala de estar.