Red Connection • Soukoku • Finalizada

"Es solo una distracción"

—Deberías dejar de molestar a Chuuya-san cuando está en el trabajo.

Esa había sido la acusadora voz de Akutagawa Ryounosuke.

Resulta que Ryounosuke y Atsushi realmente habían comenzado a frecuentar The Flags para comer y tomar algo delicioso. Aunque la principal razón de su primera visita al lugar, había sido Chuuya.

Akutagawa solía ser reacio a socializar con gente desconocida, pero gracias a la insistencia de Gin y Atsushi, había cedido a conocer el café y a la gente que trabajaba en él.

Sobre todo a Chuuya.

—Akutagawa-kun, no sé de qué estás hablando —dijo bastante serio.

Pero Akutagawa sabía que era la voz tensa por haber sido descubierto dejando sus obligaciones en la agencia para así escabullirse a The Flags.

—Dazai-san, sabes que Oda-senpai dijo que lo llamara cuando te viera salir de la agencia.

El rostro y la voz del pelinegro eran imperturbables.

Dazai simplemente ignoró al chico y se dio media vuelta dispuesto a irse.

—Odasaku no está.

Dicho esto, y viendo que Dazai ignoraría cualquier advertencia, Akutagawa fue escalofriantemente rápido al marcar un contacto específico y llevar el celular su oreja.

—Oda-senpai, Dazai-san lo está haciendo de nuevo.

Fue claro, preciso y conciso. Fue cosa de segundos para que se escucharan los pasos por fuera de la puerta antes de que esta se abriera.

Al parecer Odasaku estaba más cerca de lo que Dazai creía.

—¿Quisieras venir conmigo a Lupin, Dazai?

Y Dazai supo que se avecinaba una conversación algo larga.

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—Es solo una distracción —dijo Dazai.

Pero la forma en que eso había sonado le sentó mal incluso a él mismo. Y solo se estaba dirigiendo al café en sí ¿O no?

—Es una distracción muy agradable. —Intentó de nuevo.

Odasaku enarcó una ceja, y tranquilamente tomó un sorbo de su whisky. Tenía todo el tiempo del mundo para escuchar a Dazai ordenar sus ideas.

Dazai soltó un suspiro; se sentía abrumado.

Era uno de los detectives con la cabeza más fría en esa agencia y uno de los alumnos más respetados en la facultad. Pero últimamente sentía el juicio nublado y The Flags le había parecido un lugar muy agradable.

—¿Por qué estás tan obsesionado con pasar tiempo en ese lugar? —preguntó de una vez por todas.

—Es tranquilo y agradable —admitió Dazai con cariño—. Chibi también es una buena compañía. Hace que me distraiga de algunos pensamientos intrusivos... tú sabes cuales.

Por supuesto que Oda lo sabía. Inclusive había notado la disminución del comportamiento autodestructivo de Dazai.

Estaba feliz por eso. Había sido testigo de lo maduro que se había vuelto Dazai con el pasar de los años, pero la depresión siempre estaba ahí. Unas veces más presente que otras.