En Hogwarts es muy común ver a adolescentes en los pasillos charlando y riendo, pero también es muy común ver a Severus Snape y a Sirius Black hechizarse hasta el cansancio, o hasta que llegara un profesor y los separara, todos en el colegio, conocían el odio que se tenían ese par, y ese día no era distinto, todo había empezado porque Sirius había hecho tropezar al Slytherin, el cual le había contestado con un hechizo punzante, tenían más de 10 minutos tirándose maleficios el uno al otro, hasta que llegó el director y los detuvo.
-Señor Snape, Señor Black, siganme-, ordenó el director sin darles oportunidad a discutir.
Ambos chicos se miraron con ese odio profundo, caminaron siguiendo al director, cuando llegaron a la oficina del anciano, estaban esperando sus jefes de casa, Mcgonagall no se veía contenta y Slughorn tampoco.
-Ya que estamos todos reunidos, he de decirles mis muchachos que ya todos estamos cansados de sus peleas, esta es la tercera en lo que va de semana, y ni siquiera hemos llegado a viernes-, expuso Dumbledore con un tono amigable.
-Pero él es el que comienza-, se defendió Severus irritado.
-Eso no importa, lo que he decidido, es para evitar que ustedes se terminen matando mutuamente, cosa que considero, ambos son muy capaces de hacer-, dictaminó el anciano.
Severus se sentía ansioso por la decisión de la vieja cabra, pero podía apostar lo poco que tenía, que no era algo que le iba a agradar.
-Mi decisión es que ambos se conozcan y tengan una relación civilizada como los adultos que son.
El Slytherin respiró para no explotar, pero Sirius si no tuvo pegas para dar su opinión.
-No es justo-, gritó el Gryffindor.
-Cuide su tono de voz señor Black, además usted no está en posición de reclamar nada, porque le recuerdo que usted solito se metió en este problema-, lo regañó Mcgonagall.
-¿Y cómo nos va a obligar a pasar tiempo juntos?-, preguntó tranquilamente Severus.
-Ya les mostraré-, contestó el director mientras se levantaba.
Todos los siguieron, salieron de la oficina, llegaron a un cuarto, había muebles y una mesa.
-El castigo consiste de la siguiente forma, cada vez que entren, en la mesa aparecerán varias fichas con una serie de preguntas, las cuales tendrán que contestar con honestidad, la habitación se dará cuenta si son honestos o no, además, no podrán salir si no han contestado.
-¿Cuánto tiempo durará el castigo?-, preguntó Black.
-Hasta que ambos se aprendan a comportar-, determinó el jefe de la casa Slytherin.
-Y el castigo empieza ahora-, les dijo el director.
Y saliendo los tres adultos, los dejaron encerrados.
-Albus, ¿Tú crees que eso funcione?-, preguntó Minerva.
-Roguemos porque así sea, confío en que en ellos se cumpla el dicho, de que, del odio al amor, solo hay un paso.
-Pero con esos dos, un paso, es igual a un largo camino-, acotó el profesor de pociones.
Los tres adultos se fueron del lugar, esperando que al final del día, ambos alumnos estuvieran en una sola pieza.
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Conoceme y enamórate de mí
RandomSirius Black y Severus Snape, no se llevan para nada bien, y eso para nadie es un secreto, el director ya cansado de sus disputas, decide intervenir, haciendo que ambos chicos se conozcan, pasando tiempo juntos, ¿Podrá ellos ser amigos?