Conoceme y enamórate de mí

Capítulo 15

Sirius había sido educado para respetar a las mujeres, y tratarlas como si fueran una reliquia valiosa, pero el ver a Evans riéndose de lo más casual, hizo que sus modales se fueran al caño.

—Evans, necesito hablar contigo—, le pidió a la chica firmemente.

La chica lo miró extrañada, se despidió de sus amigas, y siguió a Sirius hasta un salón en desuso.

El chico colocó hechizos silenciadores, para que nadie los molestara.

—¿Qué necesitas?

—¿Por qué lo hiciste?

—¿Por qué hice que?—, inquirió confundida la muchacha.

—Porque abandonaste a Severus.

—¿Acaso se te olvida que él me ofendió?, siempre estuve para él, y mira como me pagó, ni siquiera me pidió disculpas.

—¿Y por eso lo dejaste a sabiendas que la estaba pasando mal?

—¿Por qué te preocupas por él?, ¿por qué me reclamas a mí si tú tampoco eres un santo?, le hiciste la vida imposible por 7 años, ¿ahora quieres hacerte el héroe?, ¿qué tramas Black?—, le reclamó de forma acusatoria.

—No estamos hablando de mí, o de lo que hice.

—Estamos hablando del motivo de que me alejé de una persona que me insultó.

—Y que no te pidió disculpas porque estaba en una relación abusiva con una persona tóxica.

—¿Qué?—, preguntó la chica aturdida.

—Como lo escuchaste Evans, Severus estaba en una relación con Lucius Malfoy, y no era la típica relación en donde se regalan chocolates y flores, al contrario, todo era violento.

La chica pasó de blanco a un verde rápidamente, parecía que se iba a desmayar en cualquier momento.

—Igual que la relación de sus padres.

—Exactamente, sabías que tu amigo vivía en un ambiente tóxico, ¿acaso nunca pensaste en qué iba a seguir el ejemplo?, ¿en qué si te alejabas lo estabas lanzando a los lobos?

Evans negó con la cabeza, mientras lloraba.

—Se supone que eras la bruja más lista de nuestra generación… pero no te culpo, yo tampoco soy un ángel, Merlín sabe que estoy muy lejos de ganarme el paraíso, mas quiero cambiar, no deseo lo mismo.

—¿Por qué haces esto?—, inquirió la chica desconfiada.

—Porque sé que fueron muy amigos, y para él debes ser muy importante, ya que ambos sabemos que Severus no es precisamente una criatura muy sociable que digamos.

Ella soltó una risa rota por el llanto.

—¿Crees que él me va a perdonar?—, indagó angustiada la pelirroja.

—No veo porqué no, si es capaz de no hechizarme cada vez que me ve, no veo el motivo de que no quiera hablarte.

Lily asintió sin estar completamente convencida.

—Yo me encargaré de que ambos vuelvan a hablar, ¿de acuerdo?

—Está bien.

El par de leones, salieron del aula, pero tomaron rumbo distintos.

En la tarde, Sirius buscó con la mirada al pelinegro, sonrió cuando lo encontró debajo de un árbol leyendo.

El ojigris iba con la pelirroja, Sirius le iba a sorprender llegando con ella, la chica se disculparía, Severus aceptaría las disculpas y serían amigos de nuevo, algo rápido y fácil, después cuando se quedara sólo con su serpiente, aprovecharía la carta del buen acto del día, y lo besaría.

Confiando en su plan, ambos chicos se acercaron.

—Severus—, llamó el Gryffindor.

El mencionado soltó un gruñido y retiró la vista de su libro, al verlos palideció; sin embargo se recompusó, sorprendiendo a los Gryffindor por su reacción.

—¿Qué quieren?

—Yo… Severus vine a disculparme contigo…—, confesó la pelirroja

—Puedes ahorrarte tus disculpas Evans.

—¿Podemos hablar?

—Yo no tengo nada que hablar contigo, si me disculpan, tengo cosas que hacer—, informó el chico tomando sus cosas, y se fue sin darles una segunda mirada.

Sirius estaba en shock por esa reacción, se imaginaba cualquier cosa, menos eso. Estaba tan perdido en sus cavilaciones, que se asustó al oír un sollozo.

—Él me odia Sirius—, susurró Lily.

El chico sintió pena por ella, la había ilusionado dándole esperanzas.

—Yo lo siento Lily, yo…

—Tú no tienes la culpa… yo la tengo, llegué demasiado tarde—, informó con un tono triste, dando media vuelta para irse.

Sirius se quedó solo y con muchas preguntas en su cabeza.