Capítulo 6

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Severus despertó confundido, no reconocía el lugar donde estaba, los recuerdos del día anterior lo hicieron sentir abrumado, cuando se levantó de la cama, un mareo fuerte lo golpeó haciendo que perdiera el equilibrio, pensó que se iba a dar un fuerte golpe, mas este no llegó, porque unos brazos fuertes lo agarraron.

Severus se giró para ver al dueño de tan fuertes brazos, y cuando se dio cuenta quien era, no pudo suprimir su mueca de disgusto.

—¿Estás bien?

—Sí Black, estoy de maravilla.

—Estás pálido.

—Es mi color natural, ¿Puedes soltarme?, quiero irme.

—No te voy a dejar ir, hasta que comas.

El Slytherin se enderezó y le dedicó su mirada más mortal, al Gryffindor que tenia enfrente.

—No es tu problema si como o no, y dudo que te importe mi salud, además, prefiero aguantar hambre, antes de comer algo hecho por ti.

Sirius se revolvió el cabello en señal de frustración.

—Si no quieres por las buenas, entonces por las malas serán—, dijo mientras alzaba al pelinegro como si fuera un costal de papas.

—Sueltame idiota.

El ojigris lo llevó a la sala y lo sentó en la silla, se sentó frente de él con un plato de comida, cuando abrió la boca para protestar, este aprovechó el momento y metió la cucharilla llena de comida, en su boca.

Severus quería escupirla, pero no iba a negar que la comida estaba deliciosa y que tenía hambre, así que tomó el plato y la cuchara, y empezó a comer.

Había quedado lleno, tenía tiempo que no quedaba en ese estado, ahora venía la parte más difícil.

—Gracias Black.

Esperaba que el Gryffindor se riera o hiciera burlas, que él, un Slytherin, agradeciendo a un león, mas no recibió ninguna sátira al respecto.

—No hay de qué.

—Yo ya me voy—, anunció mientras buscaba su varita.

Cuando llegó a la puerta, el brazo de Sirius lo retuvo.

—Snape, ¿Qué pasó ayer?, ¿Por qué quisiste tirarte del puente?

El aludido se tensó ante la mención del suceso de ayer, colocó su mejor rostro neutro y le contestó.

—No es tu problema Black—, se zafó del agarre y se fue de la casa.

°•°•°•°•
Apenas Snape se fue de su casa, Sirius se dirigió a la chimenea.

—Con Remus Lupin—, gritó mientras tiraba polvos flu.

—¿Canuto?, ¿En qué problemas te metiste ahora?—, dijo adormilado el licántropo.

—En ninguno, sólo ven para acá, quiero hablar contigo.

—Espero que sea importante como para que me despiertes a las 7 de la mañana, en navidad, en 10 minutos estoy contigo—, anunció mientras se alejaba de la chimenea.

Para Sirius, fueron los 10 minutos más tortuosos en toda su vida, apenas vio a su amigo salir de la chimenea, soltó su mayor secreto.

—Estoy enamorado de Severus Snape.

Remus no se inmutó ante tal declaración, sólo se dirigió a la cocina a preparar un té.

—¿No vas a decir algo?

—¿Debería?

—¿No estás sorprendido por mi declaración?

—¿La verdad?, no, Peter y yo ya la sospechábamos, esa obsesión tuya tan insana con él, debería de tener un trasfondo.

—¿Ahora qué hago?

—Hablar con él y decirle la verdad.

—Como si fuera tan fácil, no es como que vaya a llegar y a decirle, oye Snape, estoy enamorado de ti, pero te hice la vida imposible porque soy un imbécil, que dices, ¿Quieres ser mi novio?—, dijo con sarcasmo Sirius.

—Tampoco de esa manera Sirius, ve paso a paso, primero pidiéndole una disculpa, segundo demostrando tu cambio, y tercero, si en verdad quieres tener algo serio con él, sé su amigo, y deja que su relación fluya.

—Está bien, lo voy a hacer—, dijo con determinación—, ¿Me apoyas?

—¿Cuándo no lo he hecho?

Sirius sonrió satisfecho, sabía que no la iba a tener fácil con Snape, y en parte eso le gustaba, amaba los retos, las cosas difíciles, también comprendía que cualquier oportunidad que pudo haber tenido con el pelinegro, se había esfumado por su idiotez, pero sabía que iba a lograr recuperar su cariño, y ya tenía una idea de como lo iba a a hacer.

Conoceme y enamórate de míDonde viven las historias. Descúbrelo ahora