Festival cultural

720 85 38
                                    

Las competencias no fueron tan complicadas como Ochako esperaba. Le rezaba a Dios que sus padres no se enteraran que ella andaba acá. No tenían televisión por cable, pero si llegaban a encender la radio... Era mejor no imaginar qué podría pasar.

Se sentía satisfecha con su rendimiento. Había pasado al regional, igual que sus amigos.

Sus amigos... Bakugou y Deku se habían convertido en sus compañeros de club.

No podía imaginarse que había entrado a este club solo para estar más cerca de Deku, ahora se había convertido en la mejor decisión que había tomado en su vida.

Gracias a este deporte había vivido tantas buenas experiencias.

...

Los últimos días, se la había pasado con Bakugou ocupada preparando a todos. Los festivales culturales se organizan cada año por las mismas fechas y todos los salones debían participar con algún espectáculo que involucra las artes. Fue agotador, pero habían conseguido una bonita coreografía con ayuda de Ashido, que estaba en el club de baile.

Con algo de ayuda de toda la clase, consiguieron adaptar unos trajes para todos, los cuales consiguieron prestados del club de corte y confección como utilería para los demás clubes. También, Jiro, que estaba en el club de música, se había postulado para cantar una canción a juego con la coreografía al mismo tiempo que acompañaba con el bajo. Era una chica muy inteligente que había enseñado a varios de sus compañeros lo básico para armar un concierto con ellos.

Kaminari tocaría la guitarra eléctrica junto con Tokoyami que lo secundaría, Yaoyorozu -que apenas se recuperaría para el día del festival- el teclado y, lo que más le sorprendió, Bakugou sabía tocar la batería y era muy bueno en ello.

—Mi madre me hacía ir a clases cuando era pequeño —contestó, algo apenado.

—¡Tocas genial! —le había elogiado ella, contenta, Bakugou tocaba extremadamente bien—. Muchas gracias por animarte a tocar frente a todos, no te pongas nervioso, yo también estaré allí bailando.

—Claro que no me da miedo, estoy acostumbrado a las miradas —contestó con su tono arrogante de siempre.

Ochako se rió, divertida.

—Me imagino, yo, por el otro lado, tengo bastantes nervios. Si todo sale mal siento que el profesor puede molestarse con nosotros porque somos los organizadores, sumado a que tengo dos pies izquierdos...

—No tiene porqué molestarse, además, lo harás bien.

Los nervios de Ochako disminuyeron un poquito al escuchar esas palabras, de cierta forma las necesitaba.

—Gracias.

—¡Uraraka! ¡Bakugou! ¡Ya vamos a empezar con el ensayo! ¿Por qué tardan tanto los tortolitos? —se burló Kirishima, que se acercaba al rincón donde se encontraban estos dos.

—Pudrete —le contestó Bakugou, dejó la caja en el armario y se alejó de ellos.

A Ochako le causó gracia la actitud de Bakugou, tomó un broche para el cabello de la caja, se lo colocó y se acercó a los demás acompañada de Kirishima.

Habían pedido prestado el teatro para ensayar, allí presentarían su concierto y aunque tenía mucho miedo, no podía esperar para que ese día llegara.

Habían pedido prestado el teatro para ensayar, allí presentarían su concierto y aunque tenía mucho miedo, no podía esperar para que ese día llegara

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
CalmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora