Rumores II

434 55 111
                                    

—Son unos imbéciles.

Quería gritarle a Deku porque le había contado al chico más problemático de la clase que ellos habían ido a su casa, y este le había contado al chico más problemático de la clase 2B. Suspiró, quería morirse. ¿Cómo estaría su mochi? ¿Ya se habría enterado de lo sucedido?

—Kacchan —había estado mirando la pared de enfrente con el ceño fruncido y los puños tan apretados que se había olvidado de su amigo, al voltear a verlo, este estaba sumido en llanto—. Estoy cansado de ignorar todos esos comentarios, ni siquiera entiendo la mayoría y lo poco que logro comprender me hace sentir muy incómodo...

¿Ahora qué haría? Sin saber muy bien qué decir, le colocó una mano sobre el hombro, para indicar que le daba ánimos.

—Les voy a patear el trasero.

Sí, era pésimo consolando.

—Últimamente estoy muy confundido —después de un rato, el pecoso se había calmado y ya podía hablar con mayor tranquilidad—. Todos me preguntan por qué nunca he tenido pareja y cuando contesto que nadie me ha gustado me dicen que soy raro —en serio, quería ayudar a su amigo, pero no tenía idea de qué decirle—. No tienes qué decirme nada si no sabes qué decir, me agrada poder desahogarme contigo.

El silencio era incómodo, por lo menos para Katsuki. Entonces, Izuku lo volteó a ver fijamente a los ojos y lo besó. Un. Jodido. Beso. En. Los. Labios.

—¡PERO QUÉ RAYOS TE PASA! —espantado gritó, empujándolo con fuerza y alejándose de él.

Al alejarse, se golpeó la cabeza con una mesa de escritorio. Pero el peliverde en lugar de responder, se tocó la entrepierna con la mano.

—Si no se para no soy gay, ¿verdad? —preguntó curioso. El rubio lo miraba como si Deku ahora sí se hubiera vuelto loco de verdad. ¿Qué rayos...? No sabía ni qué pensar de lo que estaba ocurriendo—. Dime, Kacchan, ¿cuando besas a Ochako se te para?

—Izuku, escúchame bien —más calmado decidió preguntar—: ¿No te estás medicando? ¿o tomando alguna sustancia extraña? No le diré a nadie, solo necesito que me digas la verdad.

—Claro que no, ni siquiera tolero más de una lata de cerveza —giró su cara hacia el suelo, algo nervioso—. E-es que... Bueno, Kaminari una vez me preguntó si era gay cuando le dije que nunca nadie me había gustado... Y pues, como tú y yo volvimos a ser mejores amigos, suponía que estaría bien pero- —de repente se calló y lo miró sonrojado—. Mmm no, realmente fue una mala idea —inclinó su cabeza a modo de disculpa—. Lo siento mucho, no lo volveré a hacer, Kacchan.

Suspiró, definitivamente su amigo estaba muy mal de la cabeza.

—Toda esta conversación me mareó, salgamos a tomar aire fresco y si nos encontramos a uno de esos idiotas les patearé el trasero.

—Toda esta conversación me mareó, salgamos a tomar aire fresco y si nos encontramos a uno de esos idiotas les patearé el trasero

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
CalmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora