Borra Eso

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Cuando tuvieron un tiempo libre, Ochako y Katsuki buscaron un lugar privado para ponerse al corriente de lo sucedido. Ella le contó lo que vio en la enfermería, lo que dejó al rubio cenizo con un profundo sentimiento de culpa. Y él le contó lo sucedido en la oficina del director.

Después de esa pequeña charla, fueron a tratar de visitar a su amigo. Pero fue en vano.

—Lo siento —una de las enfermeras les decía—, el joven Midoriya tiene prohibidas las visitas, su estado es demasiado delicado, lo mejor es evitar cualquier emoción fuerte.

Derrotados, se fueron de allí.

—Es todo mi culpa —la castaña escuchó como su novio susurraba—. Iré a cumplir mi castigo, nos vemos luego.

Esa misma tarde, Uraraka fue llamada a la oficina de la psicóloga escolar. Nunca antes había ido con un terapeuta, por lo que estaba algo nerviosa. Sorprendentemente, fue bastante bien. La mujer era amable, quería saber su versión de los hechos de ayer. La castaña le contó todo desde que solo había ido a casa de Bakugo con Deku a jugar videojuegos, hasta de lo que se había enterado por boca de sus amigas. Por supuesto, no se atrevería a contar su pequeña aventura con el hermano de Monoma, eso le daba demasiado miedo y prefería decir que no lo conocía de nada.

La señorita Nemuri la escuchó atentamente y tomó nota de todo.

Tres días pasaron y nadie había visto a Izuku por ningún lado, ni los dejaban pasar a visitarlo.

Antes de que terminara la última clase del tercer día, el profesor Aizawa se dirigió a toda la clase:

—Antes de que se vayan, escuchen con atención lo que les voy a decir. Su compañero Midoriya vuelve mañana pero no puede recibir emociones fuertes. —los miró a todos con una de sus típicas miradas que asustan a todos—. Si uno de ustedes se pasa de listo se las verá conmigo, así que está terminantemente prohibido hablar de ciertos temas.

Ochako desde su asiento pudo ver cómo la mirada del profesor se concentraba en Denki y Mineta.

...

—¡Deku! —cuando lo vio en la sala común, corrió a abrazarlo.

—Hola —su amigo le correspondió, menos mal ya hablaba—. ¿Dónde está Kacchan?

—No te preocupes, no lo expulsaron —le explicó—. Ahora mismo debe estar cumpliendo su castigo, debe limpiar los jardines por lo que resta del trimestre.

De repente muchos compañeros de clase se acercaron para darle apoyo al peliverde mientras Jiro y Tsuyu mantenían a Kaminari y Mineta alejados.

—Estábamos preocupados por ti —le dijo Todoroki.

—Sí, temíamos que te cambiaras de escuela o algo así —decía Iida.

—Menos mal ya estás de vuelta —Melissa sonreía—, ¿qué te parece si nos juntamos a ver boku no hero mañana?

—Es una idea genial —sonrió—. Chicos, sé que todos están preocupados pero estoy bien, ¿podrían dejarme ir a descansar? No es muy cómodo dormir alrededor de tanta gente.

—Vamos juntos —se ofreció Todoroki, pues era uno de sus compañeros de habitación—, yo también me quiero ir a dormir.

—Vamos juntos —se ofreció Todoroki, pues era uno de sus compañeros de habitación—, yo también me quiero ir a dormir

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