Calma

Consecuencias

Salió de los arbustos furioso y tomó al primer chico que alcanzó de los cabellos.

—¡REPITE ESO MALDITO IMBÉCIL! —le asestó un puñetazo en el rostro—. ¡QUIERO QUE LO REPITAS PERVERTIDO DE MIERDA!

Sus nudillos palpitaban.

—¡Kacchan! —gritó Deku, asustado—. ¡Suéltalo! ¡Te vas a meter en problemas!

Pero no le importaba.

—Mierda —dijo Mineta, huyendo de la escena—. Estuve cuidando que no se enterara.

Quería que todo aquel que estuviera viendo se enteraran de lo que sería capaz si seguían esparciendo esos estúpidos rumores.

—¡Monoma! —Las personas que habían escuchado el escándalo corrieron a ver qué sucedía.

El chico debajo de él forcejeaba con apenas fuerzas.

—¡Le rompió la nariz!

No importaba cuánto forcejeara, Katsuki no lo soltaría.

—¡YA NO ERES TAN VALIENTE, ¿VERDAD?! —le estaba asestando puñetazos por todas partes—. ¡VOY A PARTIRTE TODA LA CARA POR ENFERMO! ¡Y TE QUEBRARÉ CADA HUESO DE TU PATÉTICO CUERPO HASTA QUE YA NO PUEDAS MOVERTE!

Sus nudillos también habían comenzado a sangrar.

—¡Lo va a matar!

En menos de unos minutos, media escuela estaba viendo el espectáculo.

—¡Que alguien llame a algún profesor rápido!

Nadie se atrevía a meterse para separarlos.

—¡TERMINARÉ CONTIGO Y DESPUÉS IRÉ A POR CADA IMBÉCIL QUE A SEGUIDO ESPARCIENDO ESOS ESTÚPIDOS RUMORES!

Aquello último lo dijo más para asustar que para otra cosa.

—¡Kacchan! ¡Detente! ¡No se queden mirando! ¡Ayúdenme a separarlos!

Izuku no paraba de gritar y llorar, veía a todos lados muy asustado. ¿Por qué nadie hacía nada? ¡Esto era la vida real! ¡No un anime! ¡Las cosas no se resolverían con el poder del guión! ¡Expulsarían a su mejor amigo y todo por tratar de ignorar esos comentarios! ¡Todo sería su culpa! ¡Por no ser capaz de pensar cómo lo hacían los demás! ¡Todo por ser diferente!

—¡Los profesores vienen en camino!

Pero Katsuki ya no escuchaba.

—¡¿LES PAREZCO A TODOS USTEDES UN MONSTRUO VERDAD?! ¡PUES SÍ LO SOY! ¡Y NO ME IMPORTA! ¡PUEDEN DECIR DE MÍ LO QUE SE LES ANTOJE! ¡PERO A MIS AMIGOS NADIE LOS MOLESTA! ¡SOLO YO!

—¡BAKUGO KATSUKI! ¡SUELTE A SU COMPAÑERO AHORA MISMO! —su tutor, el profesor Aizawa, había llegado.

Fue entonces cuando se dio cuenta de lo que ocurría. El profesor Toshinori había jalado al rubio ceniza para separarlo. La jefa de enfermeras corrió para darle primeros auxilios al idiota rubio.

Miró a su alrededor, hasta el director había llegado. Pudo ver por el rabillo del ojo a la cara de ángel junto a Izuku, su amigo peliverde estaba llorando a mares y Ochako lo abrazaba tratando de consolarlo. Sintió el rostro húmedo y se llevó una mano al su mejilla derecha, él también derramaba lágrimas.

Se había metido en una grande.

...

—Bien —el profesor Aizawa se frotó el entrecejo molesto—, debido a tu perfil clínico y a tus buenas calificaciones la escuela no te expulsará.