Un día temprano por la mañana, en el comedor, a su lado Ashido le preguntaba a Ochako sobre el tema favorito de la mapache: chicos. Katsuki no creía que fuera buena idea prestar atención, intentó no hacerlo, pero...
—Vamos, Ochako, llevas todo el año queriendo declararte a ese chico misterioso del que no me quieres decir. ¿Acaso está sentado en esta mesa y por eso te sonrojas así?
—Por Dios, Mina, por favor...
Es verdad, Ochako estaba colorada. Y Deku miraba divertido la situación, sentado enfrente de él... Pero qué idiota, no se da cuenta que en realidad la cara redonda gusta de él.
A pesar de intentar no oírlo, no pudo evitarlo pues la pelirosa era todo menos discreta. Se sentía una persona horrible por no poder respetar la intimidad de Ochako.
Aunque a él le gustara la chica... no era asunto suyo.
Durante el resto del día, se sintió mal. No podía dejar de pensar en Ochako y en lo mucho que le gustaba. Incluso pensaba en ella más que antes, ¿por qué ahora se ponía así? Llevaba todo este tiempo ocultando sus sentimientos y ahora lo iba a echar a perder por culpa de sus estúpidas hormonas de adolescente imbécil.
Quería pedirle disculpas por enamorarse de ella y aún más por el hecho de no decirle en todo este tiempo. Simplemente le hacía falta el valor para ello. ¿Lo odiaría por no habérselo dicho? No quería que pensara que todas estas atenciones que él tenía con ella eran para que ella accediera a ser su novia. No. Todo esto era porque la quería, sí, pero no hacía falta que le regresara el favor. Con verla feliz le bastaba. Con ser su amigo le bastaba, pues al menos así podría ser parte de su vida y con eso le bastaba.
Si no se había declarado en todo este tiempo, era porque a ella le gustaba Deku. ¿Para qué declararse si lo rechazaría? Él odiaba perder. Y lo peor de todo es que Deku se volvía más cercano a él conforme el tiempo avanzaba. Parecía que su vieja amistad volvía, aunque él todavía no le había aclarado nada a Deku.
Se imaginó como padrino de bodas de ellos dos. No. No podía, eso le dolía demasiado. Jamás podría aceptar que Ochako amara a alguien que no fuera él. Sonaba como un maldito enfermo, pero así era. Y deseaba que nadie más que él llegara a amarla de la forma en que él la amaba. Era un maldito. ¿Cómo había llegado a este punto? Deseándole tanta infelicidad a la chica que amaba... Sus sentimientos se contradecían unos con otros. Era una persona sin duda detestable.
...
—Buenos días, cara redonda —Katsuki la saludó por la mañana, antes de entrar al salón, no la había visto en el comedor durante el desayuno y la chica se veía agitada—. Estás despeinada, ¿qué te pasó?
—Me quedé dormida y no me dio tiempo de nada —respondió, sonriendo tiernamente de la vergüenza.
Qué hermosa se veía así. Le recordó al primer día que la vio en el comedor... Sin duda, cada día era un sueño desde que la había visto. Sentía que el mundo era hermoso solo porque en él estaba ella.
Entraron juntos al salón y cada uno se sentó en su lugar. Durante la clase, no podía dejar de mirarla de reojo. Luego pensó en Deku. El chico había besado a Tsuyu hace mucho, pero parecía que nadie más que él se acordaba, pues todos estaban demasiado borrachos. Se preguntó si Deku y Tsuyu tendrían oportunidad... Eso le quitaría del camino a Deku. Sonaba malvado y a la vez idiota. Eso nunca pasaría. Parecía que a Deku no le interesaba nadie románticamente, no sabía si era bueno o malo. Katsuki se sentía como un fenómeno con todos estos sentimientos de por medio.
Sin duda alguna, había comenzado a sentirse muy celoso, sin poderlo evitar. Por más que trataba de concentrarse en otra cosa no lo conseguía.
Quería ser el novio de la cara de ángel. Y si las cosas iban bien, podría convertirse en su esposo o lo que sea. La amaría y cuidaría hasta el fin. Ya no era un simple enamoramiento por los ojos. No. Shakespeare decía que el amor de los jóvenes venía de los ojos, no del corazón. Él, por supuesto, aún era muy joven para entender de dónde provenía su amor. Pero ahora mismo sentía que estaba listo para decírselo.
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Calma
Fanfiction«...por primera vez en su vida había sentido lo que es la calma». Bakugou Katsuki siempre ha sido muy temperamental, eso todos lo tienen claro. Sobre todo, Izuku. Ochako Uraraka siempre ha sido muy obediente y femenina, llena de vestidos rosas y per...