Incidente. | JinKook.

Uno: Ladrón.

JungKook no es particularmente cascarrabias (solo un poco), es difícil que alguien le desagrade o que se niegue a una invitación, si le piden salir a las tres de la mañana JungKook se pondrá una chaqueta sobre el pijama e irá con tal de obtener una experiencia nueva, adora tomar riesgos y vive todo como si coleccionara momentos, sin importar lo pequeños o insignificantes que puedan parecer, no obstante, siempre intenta negarse cuando mencionan un particular nombre. Ese maldito nombre. Cada vez que NamJoon saca el tema, JungKook quiere lanzarse a golpes sobre su mayor, le sube la temperatura, la mandíbula se le tensa y no puede evitar querer moler a golpes el rostro de SeokJin.

—Vamos, JungKook. Será divertido, hace meses no salimos juntos.

—Podemos ir a otro lugar —responde con un semblante neutro, evitando mirar los ojos del contrario mientras tira del pasto en el que están sentados, como si eso le quitara el enojo.

—Pero quiero emborracharme y pedirle besos a gente que no conozco.

NamJoon forma un puchero y JungKook saca la lengua con desagrado, no entiende cómo su hyung es capaz de besarse con personas que no conoce.

—Eso es asqueroso, ni siquiera sabes si se lavaron la boca antes.

—No me importa, yo soy quien no se lava la boca y les da besos —bromea, sacándole una linda sonrisa a JungKook y sabiendo que en un futuro le molestará por su pobre higiene bucal falsa.

—¿Por qué debemos ir a la fiesta del roñoso ese? Hay otras, sabes, busquemos en esas páginas de instagram, las que dicen —antes de continuar, JungKook abulta los labios, hace la señal de shaka y entrecierra los ojos— "traigan sus vicios".

—No seas tonto. Todos irán a la de SeokJin.

—¿Todos quiénes, NamJoon? No seas exagerado.

—TaeHyung y JiMin me confirmaron que van a ir, además, YoonGi es amigo de SeokJin, seguro estará ahí.

JungKook se sonroja.

—¿Y a mí qué me importa el amigo del roñoso? De seguro es igual de hediondo que él y su casa huele a pis.

—Ya has estado en casa de SeokJin, Jeon, sabes que huele bien.

—Sí, huele bien. Me gusta como tiene decorado con velas aromáticas.

—¿Verdad que son lindas? A mí me gusta como incluso las tiene en el baño, JiMin me llamó rarito por fijarme en eso.

—¡Sí son muy bonitas! Y se ven caras —cuchichea—. La última vez que fuimos me las robé.

—¿Todas las velas del baño? —JungKook asiente— ¿fuiste tú quien se robó la figurita de porcelana?

—Síp. Fui yo, ahora la tengo en el escritorio de mi habitación.

—¡Por eso se me hacía tan similar! ¿Cuántas cosas le has robado? —el menor se encoge de hombros— ¿entonces significa que sí iremos?

Tras soltar un suspiro pesado accede, pasándose ambas manos por el cabello comienza a imaginar lo horrible que será poner pie otra vez en esa casa, en serio odia estar cerca de SeokJin, pero quizás tenga la oportunidad perfecta para hablar más con YoonGi.

—Pasa a buscarme a las once, un minuto tarde y no iré a ninguna fiesta de mierda contigo.

—Está bien, seré puntual, no te enojes. Ve esto como una oportunidad para robarle otras cosas.

—Supongo que tienes razón. ¿Sabías que lo primero que le robé fue un manga? Lee cosas raras.

—En serio, JungKook ¿cuántas cosas le has robado?

No responde.