Veintiséis: Romper y salir.

1.4K 134 229
                                    

La alarma que planeó tras llegar a casa debía sonar diez minutos antes de las once. No lo hace. JungKook la desactiva cuando a causa de los nervios no logra conciliar correctamente el sueño. Son las seis con treinta y siete minutos al verse bañado por una cascada de energía. ¿Qué es esto? Cierra sus ojos, se abraza a la almohada y lo intenta, pero no lo logra.

Frunciendo las cejas se sienta, su cabello desordenado y parpados caídos. Se queja, le raspa la garganta. Quiere hacer un berrinche solo para sacárselo del organismo, igual a su alarma no hace lo supuesto. Lo mejor es levantarse, ya despertó, ¿qué puede hacer si no consigue seguir descansando? Ser productivo.

Es lamentable que resulte pésimo. Se dio una ducha pensando que su día estaría lleno de ánimos, fue entonces que recordó sus planes: hablar con SeokJin. No sabe qué va a decirle, eso lo deja botado en cama con una toalla blanca cubriendo su cuerpo desnudo mientras desliza su pulgar por la pantalla al ver tontos vídeos de comedia.

Pensó lo ocurrido antes de dormir, sumido en la oscuridad del cuarto se puso en posición fetal y odió extrañar el cuerpo ajeno detrás suyo, por eso tomó la instancia para desarrollar un plan, para meditar sus palabras.

Lo ideal hubiese sido despertar más tarde que esto, comer bien, darse una ducha, hablar frente al espejo y enviar un texto cual bomba vengativa. Está explícito que no será así.

—¿Qué haces despierto? —pregunta HoSeok cuando ve a su hermano como fantasma en la mesa. Está sentado devorando un tazón de cereal.

—¿Tienes trabajo hoy? —JungKook ignora su pregunta para hacer una por su cuenta.

—Sí —dice, alarga la i para enfatizar su flojera, a JungKook le parece suficiente con ver la reacción de su cuerpo y rostro, HoSeok siempre ha sido extremadamente obvio en cuanto a emociones. Se pregunta si son similares en eso.

—¿Quieres que te prepare el desayuno? —ofrece, no es usual que JungKook prepare el desayuno, se encarga más del almuerzo o la cena -eso, si sus horarios coinciden-. HoSeok lo mira ilusionado, sonríe amplio y ocupa una de las sillas para después asentir— ¿Qué te gustaría comer?

—Quiero... tostadas con huevito revuelto y... un té.

—¿Nada más? —se asegura, come otra cucharada de cereales antes de levantarse.

—Dime qué haces despierto.

JungKook bufa. Saca de las repisas el pan y un platillo junto a una taza, esta tiene estampado de unos dibujitos que a HoSeok le gustan, JungKook se la regaló hace varios meses. Llena el hervidor de agua y baja el botón luego de acomodarlo.

—Desperté temprano, no pude seguir durmiendo.

—¿Algo te tiene preocupado?

Sí.

No, la verdad no.

JungKook está a segundos de desmayarse, siendo honestos, quizá un poco exagerado, pero hay un mareo en su cabeza que le susurra a sus piernas el poco tiempo de fuerza que les queda. Caeremos al piso, dicen, como advirtiendo a su cuerpo que ha tenido suficiente. Está obligado a aguantar, debe hacerlo hasta arreglar esta situación desgraciada.

—¡JungKook! —exclama HoSeok tras morder su tostada—. Son los mejores huevos revueltos que he comido jamás.

—Preparé los mismos para ti la semana pasada.

—Pero estos son mejores —tararea, regocijándose en la explosión de sabor que choca su lengua.

—Pues provecho. ¿Te molesta comer solo? Quiero intentar tomar una siesta.

Incidente. | JinKook.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora