Incidente. | JinKook.

Veintidós: Despejar la mente.

capítulo dedicado a @abbysjin @cupidvity @blueberry_jk @hxlewe @kjjkstopitt @cintia041292 porque me hacen sentir muy cómoda y apoyada, además quería darles las gracias hace un tiempo, pero ahora también tengo sus permisos para dedicar capítulos <3

mención especial a @tokyomaloley porque recuerdo sus comentarios como los primeros que recibí y grité fuertísimo tkm

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—Espera conmigo —pide HoSeok, el azabache está listo para volver a casa cuando el agarre en su brazo lo obstaculiza—. JungKook pasará por mí, pero él es irresponsable y no quiero estar solo.

—Lo lamento, HoSeok. Debo volver.

—¡Por favor, hyung! —el chico lo suelta para juntar sus palmas en una petición desesperada.

—Está bien —accede tras suspirar, su menor celebra dando un saltito y le pide esperar en lo que va por sus cosas.

Resulta que SeokJin no fue del todo necesitado, con lo mucho que HoSeok demoró en buscar sus cosas, JungKook asomó por la enorme puerta del cine, una sonrisa en su rostro al saludar sutilmente desde la distancia, SeokJin le corresponde, mueve su mano.

—Hola —dice el rubio estando a su lado, lo mira con ojitos brillantes.

—Hola, JungKook. Buenas tardes.

—Buenas tardes —repite, lleva sus manos a la chaqueta que SeokJin trae para jugar con ella—, ¿irás esta noche?

—Sí.

—¿Por qué tan serio? Somos amigos, ¿no?

—Tu hermano me aterra un poco —explica entre dientes—, a mí me amenazó indirectamente.

JungKook se carcajea, miedo de HoSeok, eso es una tontería. Y aunque lo sea, al oír una puerta abriéndose, suelta rápido la prenda de SeokJin, ambos se alejan un paso.

—¡JungKookie, llegaste temprano! ¿Desde cuando tan puntual? —HoSeok llena el espacio entre ambos, les rodea los hombros, alegre y sonriendo. El par no dice palabra—. Vamos a comer helado abajo.

—Oye —reclama SeokJin—, ya te dije que debo irme.

—Anda, SeokJin —pide esta vez el menor—, un helado y puedes ir a casa.

—Ves, anda, SeokJin.

—Bien, está bien.

Los tres bajan las grandes escaleras hacia el primer piso en silencio, no es hasta que llegan al puesto que JungKook comienza a hablar.

—¿Cuál es su favorito?

—Me gusta el de piña —responde HoSeok.

—¿Y a ti, SeokJin?

—El de chocolate.

—Ese es un sabor básico de helado.

—¿Y a ti cuál te gusta, vainilla?

—No lo sé aún —se inclina en la vitrina, buscando un sabor que llame su atención—. Disculpa —dice hacia el joven trabajando—, ¿puedo probar este?

Dentro de segundos, JungKook recibe una cucharita de plástico con una justa cantidad del helado que pidió, SeokJin sonríe al verlo hacer una mueca, entonces el rubio pide de otros, le pregunta a sus mayores qué piensan en caso de haberlos probado, y el azabache responde en monosílabos, concentrado en el chico inquieto que no para de pedir muestras.