Incidente. | JinKook.

Doce: Fatalidades.

Los encuentros de una noche son solo eso, o se supone que lo son. Sexo casual, nada de sentimientos, nada de romance innecesario, un vulgar mete y saca para sacarse las ganas, es exacto lo que SeokJin y JungKook hicieron, especialmente SeokJin, a JungKook no le ha ido tan bien, si antes discutía consigo mismo por el desagrado inevitable, ahora pelea el constante deseo de repetir.

Está recostado en su cama mientras NamJoon toma una ducha, JungKook entra a Instagram desde el celular impropio, JiMin subió una historia, aparece de los primeros con un círculo verde rodeando su foto de perfil, JungKook la presiona.

—Haz eso otra vez —pide el joven entre risas, es un vídeo. JungKook se siente intrigado al ver un panqueque en la sartén.

—Mira —es la voz de SeokJin, el interés de JungKook se vuelve confuso—, pero mira.

—¡Estoy mirando, hazlo!

El mayor ríe, sujeta el mango del utensilio para moverlo un poco y luego gira el panqueque en el aire, este cae en el mismo lugar. La historia termina y de inmediato aparece otra, es el rostro de JiMin, está riendo a carcajadas.

—¡No muestres eso! —pide SeokJin, JiMin lo mira y no hace caso, muestra el panqueque botado en el piso que JungKook deduce SeokJin falló, esto le hace reír un poco.

Se puede ver el usuario de SeokJin etiquetado, lo presiona, él no lo sigue, pero NamJoon sí. Tiene un perfil lindo, algunas fotos con YoonGi, otras en blanco y negro, se ve guapo en todas, revisa las pocas destacadas, una es de música, otra son fotos suyas y la última parece ser con amigos, ve a JiMin en varias, de hecho está el vídeo de una historia que escuchó poco, YoonGi había caído en un hoyo en la calle, pero JungKook no sabía que SeokJin estuvo con él, aunque debió suponerlo, tampoco sabía que fue grabado, ríe más.

—¿De qué te ríes tanto? —interroga NamJoon al salir del baño, JungKook retrocede rápido.

—De lo que subió Tae —miente—, su perro es chistoso.

—Me mordió una vez. ¿Estás listo? —JungKook asiente—. Vamos.

La primera salida nocturna después del encuentro con SeokJin, es mentira decir que JungKook no está esperando encontrarse al mayor, de hecho ansía hacerlo, lamentablemente el universo no responde a sus plegarias, no esta noche ni las próximas por venir.

· · ·

Confía el peso de su cuerpo en las rodillas, estas a cada lado de la cadera de SeokJin, el mayor le mira lascivo, espera paciente, en silencio, las manos de JungKook le toman el miembro para alinearlo bajo su entrada, se penetra cuidadoso, lento al sostener sus ojos sobre los opuestos.

—Muévete —ordena el pelinegro, trae unas orejitas esponjosas de lobo que JungKook ha notado, pero no pensó en mencionar.

Le obedece, se apoya en los fuertes hombros de SeokJin, tiene su pene clavado por completo. Se eleva una vez, busca un ritmo que le guste, algo que pronto lo tenga rebotando sin control sobre el regazo contrario.

No pasa mucho hasta que siente las garras del muchacho clavarse en su culo, está amasándole la piel con rudeza y JungKook gime entrecortado.

Está tan cerca de venirse, el cosquilleo en su vientre es el indicio ideal. No lo logra. Su alarma suena antes de que pueda terminar el sueño.

Despierta exhaltado, su corazón le choca el pecho y su respiración intenta compensarlo. Tiene clases. Debe darse una ducha y arreglar la erección bajo su pantalón de pijama.

No es la única vez que SeokJin se ha aparecido en sus sueños, ha de ser la cuarta o quinta. Joder. Ni en sus siestas de la tarde ha podido deshacerse de él.