Why don't you see me? [Taekook/Jikook]

Capítulo 33

Todos habían terminado de cenar y Kim Taehyung había aprovechado para ir al baño justo antes de que empezaran a hablar sobre quién sería la persona o personas que fregarían todos los trastos. Evidentemente, los maknaes no fueron elegidos ya que ellos habían sido los encargados de preparar la cena, por lo 1ue tenían vía libre para escapar de allí y hacer lo que les apeteciera.

— Jeonggukie.

El nombrado desvío la vista hacia su amigo esperando a que le dijese algo.

— ¿Te apetece jugar a un nuevo juego que me he descargado en el móvil? Justo me lo he comprado hoy.
— ¿Un juego?

Alzó ambas cejas.
Jimin se sintió feliz de haber conseguido su total atención habiendo aprovechado la ausencia de Taehyung.

— Vamos a la habitación y te lo muestro, ¿quieres?

El menor asintió y ambos se levantaron del sofá sin que los mayores los vieran.

— Creo que te va a gustar. Es un juego que han sacado nuevo al parecer, pero es un estilo a los que a ti te gusta jugar. Puedes jugar en mi teléfono sin necesidad de que lo compres también.

El pequeño en edad lo miró en silencio y ambos se tumbaron boca abajo en la cama del mayor de los dos una vez hubieron llegado al dormitorio.

— Mira, es éste.

Park le tendió su teléfono móvil y Jeon lo sostuvo al instante para entrar en el juego y comenzar a ver de qué se trataba y cómo era la jugabilidad.

El de más edad no podía dejar de observar a su amigo en silencio, de manera descarada, llegando a morder su labio inferior deseando poder hacer más que simplemente quedarse a mirar como ‘su dulce favorito’ yacía a su lado sin posibilidades de hincarle el diente.
Como Jeongguk estaba tumbado a su derecha, el mayor le pasó ese mismo brazo por encima al contrario, apegándose más a él mientras fingía interesarle el juego que él mismo había descargado únicamente para tener a la persona que más le gustaba en el mundo a su lado.

El corazón de Jimin comenzaba a latir frenéticamente cada vez que desviaba la vista de la pantalla al hermoso chico a su lado. Se moría de ganas de acercarse más y tratar de capturar sus labios y recordar ese sabor que él mismo había descubierto en esas noches en la misma cama.
Alguien hizo acto presente tras ellos, divisando la escena frente a sus ojos y estudiándola dentro de su cabeza sin decir nada al respecto.

— ¿Qué estáis haciendo?

Sólo con oír aquel timbre de voz, Jimin rodó los ojos asqueado de que volviese a estar allí incordiando.

— Haciendo compañía a Jeonggukie.

Eso mismo fue lo que dijo el apellidado Park. Para Taehyung fue demasiado evidente el tono que había utilizado con él, sin embargo no se dejó provocar.

— ¿Jeonggukie?

El mencionado se giró para ver a su novio y regalarle una preciosa sonrisa.

— Hyung, Jimin-ssi se ha comprado un juego genial. Ven aquí, tienes que verlo.
— Vaya, no sabía que te gustaban los juegos, hyung —Utilizó el honorífico para no levantar sospechas en Jeongguk—. Eres una caja de sorpresas.

“Qué hijo de puta.” Pensó el chico que tenía los ojos más rasgados entre ellos tres. No le había agradado su respuesta y mucho menos que se situase al otro lado de Jeongguk y besase su mejilla como saludo.
Por suerte, desde el lado en el que él estaba, no pudo verlo pero pudo escuchar el desagradable sonido que hicieron sus labios al hacer contacto con la suave y delicada piel de su maknae.

— ¿Has gastado dinero en este juego, hyung? —De nuevo Taehyung tenía ganas de buscarle las cosquillas— En App store vale cerca de unos ocho mil wons.
— ¿Y?

Taehyung se acomodó para ver a Jimin a los ojos mientras le hablaba.

— ¿No puedo gastarme dinero en un juego y tú sí?

Tae se encogió de hombros.

— Es raro. Nunca te he visto jugar a un juego en serio y encima ni siquiera lo has empezado a jugar tú. Parece como si lo hubieses comprado para Jeonggukie.

— ¿Y qué si es así?

El mediano de los tres se quedó sin palabras. No creyó que él fuera a admitir aquello como si nada.

— ¿Es acaso raro que yo quiera que Ggukie pruebe un juego que de seguro iba a gustarle?

Quiso decir que sí. Sí era extraño que todo lo que hacía era para llamar la atención de Jeongguk, exactamente todo era para tenerlo a su lado tal y como lo tenía ahora.
Gguk puso el juego en pausa y preguntó a sus hyungs qué ocurría. No estaba seguro de si estaban discutiendo o no, pero ya había llegado a preocuparse y quiso intervenir entre ambos.

— Jeonggukie, ¿crees que es raro que yo quiera pasar tiempo contigo y me descargue un juego que me salió en sugerencias que parecía ser totalmente de tu gusto?

Él negó en silencio.

— No lo veo nada raro, hyung. ¿Por qué?
— A Taehyung sí se lo parece.

Ambos miraron al recién nombrado esperando algo que pudiese dar como explicación a su pensamiento.

— Jeonggukie, ¿no te parece raro que Jimin haga este tipo de cosas?

Volvió a negar.

— Jimin hyung es así conmigo desde que nos conocimos. Siempre se comporta como un hermano mayor.

“¿Hermano mayor?” Pensó el mediano de los tres. Todo lo que él conocía acerca del comportamiento de Jimin, estaba lejos de asemejarse a como un hermano mayor actúa.

— ¿También las miles de fotos que se hace con tu móvil?

Jeongguk frunció el ceño.

— ¿Has estado mirando en mi galería de fotos? —preguntó— Hyung, podría tener fotos inapropiadas allí, eso es privado.

Park sonrió justo en el instante en que Kim mencionó aquellas fotos, había sido un bocazas al admitir directamente que había estado curioseando en las cosas de Gguk.

— Lo siento, sé que no debí hacerlo. Realmente fue un despiste y terminé comportándose como un curioso… Pero fue ahí donde empecé a creer que Jimin te gustaba o que teníais algo.
— Aún así, no debiste meter tus narices en la privacidad de Jeonggukie.

Taehyung, quién con todas sus ganas quiso decirle algo ofensivo al mayor, se contuvo e hizo como si sólo Gguk estuviese allí.

— No te molestes, Ggukie, no es como si fuera a hacerlo de nuevo. De verdad no fue mi intención.

La expresión del menor se relajó y supo que no iban a discutir o algo por el estilo, lo que lo calmó enormemente.

— Solo… No vuelvas a hacerlo.

La cabeza de Kim asintió rítmicamente, dando a entender que eso no volverá a ocurrir.

— ¿Vamos a la cama? Puedes jugar mañana al juego de Jimin… hyung.

Añadió aquello último de manera forzada.

Jeongguk observó a su hyung mayor como si estuviese consultándolo con él.

— Descansa ahora, Ggukie… Sigamos jugando mañana, ¿sí? Nada más que te despiertes, podemos continuar.

Esas últimas palabras se grabaron en la mente de la pareja del maknae, notándose descaradamente la posesividad de Jimin a la hora de decirlas.
Después de hacerle un gesto a su novio y que este se levantase de la cama, ambos se dirigieron hacia la habitación en la que dormiría, dejando a un Park Jimin pensativo y molesto.